Lo demás es historia: 30 años de Alfa Romeo Spider y GTV
Estos modelos forman parte de la historia de Alfa Romeo y hace 30 años, la marca se vio en la situación de sustituir dos modelos emblemáticos en segmentos tan elitistas y exclusivos como los coupés y los descapotables deportivos de alta gama.
A pesar de que, generalmente, es una marca generalista, pero con un punto más; estos Alfa Romeo elitistas estaban representados, respectivamente por el Alfetta GTV y el Spider. Hubo una época en la que Alfa Romeo, gracias a sus diseños, a sus motores y a su nombre; era una marca de prestigio y muy deseada por los consumidores más sibaritas.
La estrategia de la marca italiana fue actualizar y unificar estos dos conceptos, manteniendo el ADN dinámico que caracteriza al “Biscione” desde sus inicios. El resultado fueron dos modelos, el Alfa Romeo Spider, lanzando en 1993, y el Alfa Romeo GTV, comercializado al año siguiente, que siguen siendo un referente.
Su diseño fue obra de Enrico Fumia, que ya había firmado un clásico como el Alfa Romeo 164. Apostó por la aerodinámica y la espectacularidad con una silueta afilada y elegante. Con elementos modernos, como los llamativos faros delanteros o la capota eléctrica del Spider, que se guardaba entre el habitáculo y el maletero. Estos dos modelos mantenían la configuración 2+2 con amplios asientos delanteros en el coupé GTV o las dos plazas en el cabrio. También estrenaban elementos que se han convertido en habituales, como las originales llantas.
El interior, desarrollado por Walter de Silva, llamaba la atención por su ergonomía, con mandos intuitivos y sencillos de utilizar situados al alcance de la mano.
Al volante, tanto el GTV y el Spider han quedado en la memoria de los alfistas y los amantes del motor más reputados por su conducción dinámica y su impecable comportamiento. Ambos modelos destacaron por tener mucha agilidad en las curvas y por su aplomo circulando a altas velocidades en línea recta. Su precisión de manejo era milimétrica, con una dirección que ofrecía una asistencia justa y rápida, respaldada por un sistema de frenado poderoso, fiable y resistente (algo que, igual, no podemos afirmar tanto en la actualidad).
Bajo el capó, estos dos deportivos contaron con las prestaciones del motor 3.2 V6 de 240 CV, que permitía pasar de 0 a 100 Km/h en 6,3 s y alcanzar una velocidad máxima de 255 Km/h. Algunos años más tarde, se incorporó a la gama una mecánica 1.8 16 V de 144 CV, que ofrecía sensaciones fuertes gracias a su capacidad de respuesta a bajas revoluciones, su comportamiento deportivo y su bajo nivel de consumo.
Sin duda, estos dos modelos han marcado un punto de inflexión en la historia de la marca y ya han pasado 30 años desde que se han sustituido.
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