Ford Mustang GTD. No, no es diésel
!Tiembla BMW M3!. El nuevo Mustang GTD ha redefinido lo que el Mustang representa en cuanto a prestaciones. Antes era un coche americano, preparado para carreteras rectilíneas, con una dirección y unas suspensiones "blanditas". Pero su desembarco en Europa, a propiciado a que el Mustang se mimetice con las características de las carreteras de estos lares.
Con el Ford Mustang GTD queda claro puesto que es el "cennit" de la gama ya que bajo el capó, donde su 5.2 V8 sobrealimentado produce una potencia de 815 CV y un par motor de 900 Nm.
La potencia y el par motor, junto con la aerodinámica activa del Mustang GTD, los frenos carbocerámicos y la suspensión interna-trasera con amortiguadores semi-activos son elementos clave para que el Mustang GTD se prepare para cumplir la promesa de dar una vuelta oficial en menos de 7 minutos al circuito de Nürburgring.
El motor 5.2 V8 sobrealimentado mejora los propulsores Mustang anteriores, ya que se beneficia del primer sistema de lubricación en seco de Mustang, que ayuda a mantener el motor lubricado en las curvas más exigentes y fuertes.
Este sistema de cárter seco también permite un régimen máximo ligeramente superior, 100 rpm más que el anterior 5.8 V8. La admisión y el escape mejorados, un escape de titanio incluido de serie y una polea de sobrealimentación más pequeña contribuyen a que este motor alcance estos valores de potencia.
Además de la potencia necesaria para alcanzar su velocidad máxima de 325 km/h, el Mustang GTD también cuenta con un sistema de aerodinámica activa que puede cambiar el ángulo del alerón trasero y activar alerones bajo la parte delantera para encontrar exactamente el equilibrio adecuado entre el flujo de aire para la velocidad y la carga aerodinámica para el agarre".
Con todas estas soluciones y un "arma" en condiciones; Ford pretende bajar el tiempo de los 7 minutos en el circuito de Nürburgring.
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