Lo demás es historia: Opel Vectra
El Vectra ha marcado la historia de muchas familias y se convirtió, por derecho propio, en uno de los vehículos más deseados del momento, con un enorme éxito de ventas. Es una berlina (lo fue) media del segmento D que fue el sucesor directo del Opel Ascona. En Europa, desde finales de 2008 y primeros de 2009 no hay una cuarta generación del Vectra sino que se utiliza una designación nueva: Opel Insignia.
La primera generación del Vectra se puso a la venta en 1988 con carrocerías sedán y de 5 puertas. El Opel Calibra es un coupé que usa la misma plataforma y mecánica, aunque como todos sabemos, su orientación fue mucho más deportiva.
Dado que la norma de emisiones contaminantes Euro I entraron en vigor en enero de 1993, todos los motores recibieron cambios poco tiempo antes de esa fecha. El motor Diésel, uno de los modelos y motores más vendidos, era un cuatro cilindros en línea de 1.7 litros de cilindrada con inyección indirecta, disponible en versiones atmosférica de 57 o 60 CV, y con turbocompresor y 82 CV.
Los motores gasolina eran un 1.4 litros de dos válvulas por cilindro y 75 CV, un 1.6 litros de dos válvulas por cilindro y 71, 75 ó 81 CV, un 1.8 litros de dos válvulas por cilindro y 88 o 90 CV, un 2.0 litros de dos válvulas por cilindro y 101, 115 o 130 CV, un 2.0 litros de cuatro válvulas por cilindro y 136 o 150 CV, un 2.0 litros de cuatro válvulas por cilindro con turbocompresor y 204 CV, y un 2.5 litros de cuatro válvulas por cilindro y 170 CV. Por su parte, el más potente era el 2.5 litros, que tenía un V6, y el resto cuatro cilindros en línea.
Tanto el 2.0 16v (150cv) como la versión 2.0 16v Turbo (204cv) incorporaban uno en opción y el otro de serie, tracción integral a las cuatro ruedas. El más poderoso de los dos aceleraba de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 240 km/h.
El Opel Vectra fue uno de los primeros modelos que redujo el coeficiente de resistencia por debajo de 0,30 y en 1992 recibió un leve lavado de cara, sin grandes modificaciones, solo pequeños cambios estéticos para mantenerlo al día a esta versión se le denominó "merit".
En 1995, la segunda generación del Opel Vectra supuso una extrema renovación técnica y de seguridad pasiva, siendo el primer automóvil del mundo equipado con unos inéditos pedales de seguridad que, al retractarse de manera programada en caso de grave accidente frontal, limitaban los riegos de generar heridas en los pies y en las tibias del conductor.
En esa época, el Pedal Release System (PRS), que Opel había patentado, suponía un avance muy importante en el campo de la seguridad pasiva. Para complementar todo el trabajo realizado en los automóviles modernos con la deformación programada de la carrocería en caso de choque frontal, los pedales del freno y del embrague se retractaban automáticamente sin penetrar en la parte inferior del habitáculo y, por lo tanto, sin peligro de generar heridas en los pies del conductor.
La columna de dirección, de tipo telescópico, estaba además fijada a una traviesa específica situada a la misma altura que el primer montante y, de esta manera, quedaba separada de la estructura del parabrisas. Esta solución permitía limitar la intrusión de la columna de dirección en el habitáculo en caso de accidente con alcance frontal. Desde entonces, los pedales retráctiles de seguridad de Opel se convirtieron en dotación de serie del resto de los modelos de la marca alemana empezando por el Astra (1998) y el Corsa (2000).
Los pedales retráctiles completaban una amplia gama de dotaciones de seguridad pasiva de alta tecnología que situaron al Vectra como el referente de su categoría en el momento de su lanzamiento. Este coche fue el primer vehículo de gran serie equipado con los llamados airbags "full-size", o sea, muy grandes.
A diferencia de los dispositivos convencionales, estos airbags, situados frontalmente y que protegían a los ocupantes delanteros, se hinchaban con gas Argón, presurizado a 200 bar, que se liberaba gracias a una pequeña carga pirotécnica. La amplia superficie de carga del aire ofrecía una mayor protección en caso de impacto frontal y, sobre todo, en caso de que el choque en la parte delantera se produjera al impactar de manera fronto-lateral con otro automóvil. En este tipo de accidentes, el golpe recibido en la cabeza y la parte superior del cuerpo de los ocupantes quedaba también amortiguado por la mayor superficie del airbag.
La doble barra anti-intrusión en las puertas y los cinturones de seguridad con carga de accionamiento pirotécnica formaban asimismo parte de la dotación de serie. El año siguiente, coincidiendo con el lanzamiento de la versión Station Wagon, Opel dio un nuevo paso hacia adelante en el ámbito de la seguridad pasiva al dotar al modelo de airbags laterales en las plazas delanteras.
Se trabajó mucho en diseño y aerodinámica, ya que éste incluía elementos que solo podían tener berlinas de marcas premiun como el navegador, o los faros de xenón, además de airbags laterales que venían de serie.
La tercera generación del Vectra se estrenó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2002 y se comenzó a vender ese mismo año, con las mismas tres carrocerías del modelo anterior: sedán, 5 puertas y familiar, más el Signum, al que se le presuponía un mayor empaque y presencia.
Los motores gasolina fueron un 1.6 litros de 100 o 105 CV, un 1.8 litros de 122 o 140 CV, un 2.2 litros de 147 o 155 CV, un 2.0 litros turboalimentado de 175 CV, un 3.2 litros de 211 CV, y un 2.8 litros turboalimentado de entre 230 y 280 CV. Todos tenían cuatro cilindros en línea, y los dos últimos fueron los únicos V6.
Los motores Diésel se componían de un 1.9 litros de 100, 120 o 150 CV, un 2.0 litros de 100 CV o de 121 CV un 2.2 litros de 125 CV, y un 3.0 litros de 177 o 184 CV.
Por último, a finales del 2005 Opel presenta un lavado de cara para la tercera generación. Debido a que el sector de las berlinas es un campo que va en descenso, Opel decide introducir un cambio profundo en su berlina media, el Vectra, pero para eso es necesario un cambio de nombre y de personalidad, de ahí sale su sucesor: el Opel Insignia.
Los motores que Fiat y GM estuvieron desarrollando durante 5 años, los famosos CDTI de 1.9L o en versiones italianas JTD, fueron muy alabados por la crítica y de hecho se siguen utilizando con resultados magníficos en muchísimos modelos actuales.
Ahora existe el Insignia, pero indudablemente, el Opel Vectra marcó las bases para que las berlinas de la marca del rayo fueran, y sigan siendo, un punto referente entre los representantes del segmento D.
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