Lo demás es historia: Seat 1500
Sin lugar a dudas, uno de los modelos más carismáticos de Seat ha sido el 1500. Después de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Civil española, hubo un largo proceso de reconstrucción y muy poco a poco, Europa y España fueron recuperando sus vitales.
La industria iba resurgiendo, y también la del automóvil para motorizar el impulso de los países. El aislamiento político al que estuvo sometida España lo ralentizó algo. No se pudieron importar coches durante mucho tiempo, salvo por lo que se denominó cupos, unidades contadas.
Seat, la marca que respaldaba principalmente el Gobierno para la restauración de nuestro parque automovilístico, tenía siempre un destacado papel para motorizar y modernizar a la sociedad española. En 1956 su protagonista fue el 600, que entraría en producción en 1957 con una gran demanda. Y, unos años más tarde, llegaría otro de los modelos icónicos en la historia de la marca, el 1500.
El Seat 1500 se presentó en sociedad unos meses antes de entrar en producción. Era una berlina grande, familiar, que llegaba para sustituir al 1400 A, el primer modelo fabricado por Seat. De esta manera el 1500, según la marca española, era un coche de alta gama, muy elegante, confortable y con una gran calidad de fabricación. Se podía considerar como la primera adaptación innovadora de Seat sobre la gama Fiat. De hecho, Seat envió el equipo de desarrollo del 1500 a Italia durante el arranque del proyecto, en 1957, lo que permitió acelerar el proceso y marcar las diferencias.
Como ya ocurriera con el 1400 A, su diseño, aunque muy diferente, recordaba a los vehículos americanos de su época: sus formas, su tamaño y los elementos cromados que incorporaba en la calandra, o las distintivas “colas laterales” de la parte posterior. Era un coche con mucho empaque.
También su interior mostraba connotaciones de estilo semejantes a las berlinas americanas, con su instrumentación alargada, los detalles de lujo, el cambio de marchas sobre la columna de dirección y el asiento delantero dispuesto en forma de banqueta.
Debajo del amplio capó delantero se ubicaba el motor de cuatro cilindros longitudinal, que rendía 72 CV de potencia a 5.200 rpm, con un par máximo de 116 Nm a 3.300 rpm y llevaba asociado un cambio manual de 4 relaciones. Con propulsión trasera, el Seat 1500 era uno de los modelos con mayores prestaciones de nuestro mercado, con una velocidad máxima oficial de 140 km/h. Medía 4,46 m de longitud y mostraba un gran confort de marcha en aquella época, con un esquema de suspensiones con ruedas independientes delante y eje rígido detrás.
El Seat se vendió entre 1963 y 1972 y se fabricaron 140.024 unidades, con diversas evoluciones en su vida comercial. La primera llegó en siete años. En 1969 incorporó varias mejoras y modificó incluso su denominación: pasó a ser, coloquialmente, Seat 1500 Bifaro.
Las ópticas redondas delanteras dejaron sitio a cuatro faros redondos más pequeños, como en el Fiat 2300. También se retocaron en su vista frontal la parrilla, con lamas más estrechas, y el logotipo central, además de las formas del capó delantero. El interior se modificó con una nueva tapicería para los asientos y el salpicadero se rediseñó con una instrumentación más moderna.
Esta actualización del 1500 en su séptimo año de vida, también alcanzó al motor. Fue revisado a fondo para mejorar su respuesta y rendimiento, alcanzando los 75 CV. Un año antes, se había sustituido la dinamo por un alternador, y ahora se subió la compresión, se aumentó la alzada del árbol de levas y se adoptó un escape doble, con un diseño 4-2-1, digno de un motor de competición. Por último el ventilador fijo se sustituyó por uno electromagnético, mucho más efectivo.
En cuanto a chasis, también, hubo novedades. En el eje posterior, la suspensión asumió las clásicas ballestas semi-elípticas, en vez de las semi-cantiléver y se instaló una estabilizadora para reducir el balanceo de la carrocería. Ya había sustituido los frenos de tambor por discos unos meses antes y se había suavizado el tacto de la dirección.
El Seat 1500 llegó a tener versiones diésel: dos variantes de motor, ambas de origen Mercedes. El 1800-D fue el primer diésel en España con garantía de fábrica, ya que hasta ese momento solo se montaban motores de gasóleo por especialistas y preparadores varios. Y también, el 2000-D, que apareció en escena al final de su recorrido comercial, con un moderno motor con árbol de levas en culata, siendo objeto también de ligeros cambios estéticos, montando unos faros más prominentes detrás y ligeras modificaciones en su vista frontal.
El Seat 1500 nació como un sedán con carrocería tres volúmenes. Pero pronto dispuso también de una variante familiar. Sus características lo convirtieron en muy polivalente, siendo objeto de numerosas transformaciones para trabajos específicos. Fue el modelo elegido para los taxis en todas nuestras ciudades, pero también como ambulancia y para otros servicios. De hecho, llegó a contar con una transformación pick-up. Y fue utilizado por el ejército. A modo de anécdota, en los jardines del Grupo Logístico del Ejército del Aire, en la Base Aérea de Getafe, tiene un recordatorio homenaje junto al Seat 600 en agradecimiento a los servicios prestados.
Sin lugar a dudas, el Seat 1500 marcó las directrices en las que debía moverse la marca española en el futuro y por supuesto, fue historia viva en la motorización y modernización de nuestro país.
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