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Prueba: Nissan Leaf 40KWh Acenta



Estamos asistiendo a una revolución de vehículos eléctricos, híbridos y con combustibles alternativos. Es una revolución silenciosa (nunca mejor dicho), ya que poco a poco estamos viendo cómo el parque móvil y todos los vehículos nuevos, cuentan con sistemas y motores que favorecen un menor consumo y, por supuesto, unas menores emisiones de CO2, bien sea por un cambio y una nueva orientación ecológica en nuestra forma de pensar o bien, por las intensas normativas en materia de polución de los gobiernos que hacen que los ingenieros de las firmas se devanen los sesos buscando soluciones, cada vez, más limpias.


Podríamos decir que Tesla es el espejo en el que se basarán las nuevas tecnologías de movilidad, pero hay muchas marcas que están avanzando mucho en este campo y el día en el que popularicen este tipo de trayectos y se normalice y legisle el tema de las electrolineras y demás; todo el mundo tendremos la opción de elegir el vehículo que más se adapte a nuestros gustos y necesidades y podremos realizar viajes con plenas garantías.


A día de hoy disponemos de varias alternativas 100% eléctricas en el mercado, pero todavía están supeditadas a ser un segundo vehículo dadas sus limitaciones a la hora de poder recargar la batería en los viajes más largos. No obstante, son una buena opción para nuestra rutina diaria y suponen un cambio radical de mentalidad al que, poco a poco, vamos entrando.


El Nissan Leaf, objeto de nuestra prueba dinámica de esta semana, es un claro ejemplo de por donde van los cauces de la electrificación en la actualidad. Es un vehículo compacto de 4,49 metros de longitud, totalmente eléctrico y con una autonomía homologada de 270 Km, más que suficientes para hacer nuestros quehaceres diarios sin emitir un gramo de CO2 a la atmósfera y sin gastar una gota de combustible fósil. Bueno; podríamos estar horas discutiendo sobre el tema, como de donde procede la electricidad con la que se recargan las baterías y demás, pero no procede ya que sólo os quiero hablar sobre el coche.


Su imagen es muy atractiva y, más o menos, normalizada, que huye de los trazos futuristas y estrambóticos de la primera generación que, o te gustaba o la odiabas. En esta ocasión se nos muestra con un diseño futurista, pero más convencional, con aristas marcadas en la mayor parte de su carrocería, que nos aporta una visión moderna, pero que no se sale de madre.


El frontal destaca por tener una parrilla V-Motion (así la denominan) totalmente opaca, no muy grande y decorada con una especie de diamantado en color azul, que siempre se relaciona con vehículos 100% eléctricos. ¿Por qué es opaca?. Pues porque los motores eléctricos no necesitan mucha refrigeración y ya de paso, favorece un coeficiente de penetración aerodinámica muy logrado con un Cx de 0,28. Está bordeada por un perfil cromado que casa muy bien con los nuevos faros (halógenos) rasgados, con la luz diurna incorporada (en éste caso sí es de tipo LED) y que nos ofrece un aspecto dinámico y una imagen muy atractiva de ese frontal.


El nuevo paragolpes contiene las luces antiniebla y dispone, también, de un aplique en negro piano que aporta una mayor personalidad a esa vista. Por último, en capó lo vemos un tanto retrasado respecto a una situación normal pero es que, más adelantado, nos encontramos con una tapa en la que se encuentran sendos enchufes de carga, uno convencional y otro un enchufe de carga rápida.


Si nos detenemos en el lateral, lo primero que nos llama la atención es su escasa altura respecto al suelo y unas taloneras que podrían tener algún atisbo de deportividad, pero en realidad cumplen con funciones estéticas y aerodinámicas. Por encima de esas taloneras, nos encontramos con un aplique cromado que recorre los bajos de la carrocería. También sorprende una gran distancia entre ejes, que no es que favorezca una conducción "a tumba abierta" sino que hay que dejar espacio para la batería de 40 KWh que se ubica en los bajos del Leaf.


No hay ninguna concesión al dinamismo. Sus trazos son neutros y suaves y su contorno es afilado y estilizado, pero no desprende deportividad a nivel visual, sino que nos traslada a un estado más tecnológico condicionado, también, por una zaga más elaborada en el que el pilar C nos da la percepción de tener un techo flotante. Rematan esa vista lateral unas llantas de 16 pulgadas, montadas en neumáticos de orientación ecológica.


En la zaga sí que han echado el resto y nos brindan un diseño diferenciador y muy reconocible. El paragolpes es muy envolvente y contiene una especie de difusor con la luz antiniebla incorporada, que aumenta las enormes capacidades aerodinámicas del conjunto, además de sentarle muy bien a nivel estético. Destacamos un ribete de color azul embellecedor y por supuesto, no cuenta con ningún tipo de salida de escape.


Los pilotos posteriores sí que son de tecnología LED y tienen una característica forma de boomerang, además de situarse muy elevados, a los flancos del portón de acceso al maletero. Esa tapa de maletero combina el color de la carrocería con un acabado en negro en la zona superior, en donde nos encontramos con una luna pequeña, que está rematada por un enorme alerón posterior, también pintado en color negro.


Abrimos el maletero y nos encontramos con una boca de carga pequeña y un espacio correcto de 395 litros de capacidad, que destaca más por profundidad que por longitud. En los laterales, nos encontramos sendas redes para ubicar objetos y que no anden desperdigados por todo el maletero. Una de esas redes es específica para dejar los cables de recarga del vehículo.


Nos incorporamos a las plazas traseras y nos encontramos con un buen espacio para dos personas adultas. Quizás el acceso es más peliagudo, habida cuenta a que las puertas no son especialmente grandes, pero una vez en el interior, dos adultos encontrarán bastante espacio vital para las piernas y por anchura, no tanto por altura. Una tercera persona en el centro es totalmente inviable porque el túnel de transmisión es muy voluminoso, lo cual no entiendo muy bien si tenemos en cuenta que el Leaf no es tracción trasera.


Delante nos reciben unos asientos cómodos, con una buena sujeción lateral a la altura de nuestra espalda, pero no tanto a la altura de nuestras caderas. Encontramos la postura de conducción muy rápido, aunque el volante, todo hay que decirlo, no dispone de ajuste en profundidad. Por su parte, la ergonomía de todos los mandos es realmente buena y todo es muy fácil de interpretar.


Bueno; todo igual no, porque existe un vestigio del pasado que realmente me sorprendió y que creo que no tiene cabida en un vehículo del Siglo XXI, menos aún en un vehículo totalmente eléctrico. Estoy hablando del freno de mano, que no es que sea manual, sino que mantiene la misma orientación que tenía en los Mercedes Benz de los 90,s, es decir, que es de pedal, una solución muy poco vistosa y que pensaba que ya estaba erradicada. El resto de los mandos están situados de una manera muy natural, con una predisposición muy sencilla y tiene un interior con materiales sólidos, agradables al tacto y aparentemente bien ajustados entre si.


La capilla de relojes es una perfecta combinación del formato digital y analógico, con una información muy clara y sencilla. A la derecha nos encontramos con un marcador analógico en el que veremos la velocidad, básicamente, y a la izquierda tenemos una pantalla digital de 7 pulgadas de donde obtendremos diferentes tipos de informaciones del ordenador de a bordo a tiempo real y según lo que hayamos elegido previamente.


En el centro, elevada, pero dentro del marco principal del cuadro de mandos, nos encontramos con la pantalla táctil del equipo de infoocio de 7 pulgadas (hay probabilidad de una de 8") con menús muy sencillos y con una visión correcta, sin efectos especiales ni vistosidades varias. Simplemente es una pantalla normal, con una definición normal, desde la que podremos ver diferentes informaciones del vehículo, las imágenes de la cámara de ayuda al aparcamiento trasera o el navegador.


El sistema es compatible con Android Auto y Apple Car Play, además de que podemos interactuar por medio de la aplicación Nissan Connect Services o bien desde el propio sistema, o bien desde nuestro Smartphone. Podremos controlar parámetros como si las puertas del coche están cerradas, la presión de los neumáticos o el nivel de carga de la batería a distancia. No obstante, para comprobar el nivel de la batería desde fuera del habitáculo, disponemos de una serie de luces sobre el salpicadero que funcionan a modo de indicativo.


Debajo veremos los mandos del climatizador automático, que tiene la posibilidad de programarse para que empiece a funcionar antes de que nos incorporemos al vehículo y encontrarnos la temperatura ideal cuando vayamos a conducir. Más abajo, veremos una toma de 12V, puertos USB y el botón de arranque, además de contar con un pequeño espacio vaciabolsillos.


Por último, entre los dos asientos nos encontramos un pequeño joystick o un "ratón" de ordenador, que no es otra cosa que el selector del cambio, con una sola velocidad y retroiluminado en color azul, lo que nos aporta un halo diferenciador a un interior convencional.


También vemos dos pulsadores bastante relevantes en un vehículo como este. Uno es el botón ECO, que limita, aún más las aceleraciones del coche y es muy apropiado para circular en un entorno ciudadano y al lado, observamos el botón con la nomenclatura e-Pedal.


Tenía yo curiosidad por saber cómo funcionaba eso que anunciaban de conducir con un solo pedal. Cuando pulsamos el botón, el Leaf se puede conducir sólo con el pedal del acelerador. Eso es totalmente cierto y la verdad, es que es bastante interesante esa modalidad. Pero tiene su trampa, ya que hay que cambiar, literalmente, nuestra forma de conducir.


Al acelerar, obviamente el coche acelera, pero al soltar ese acelerador, la capacidad de retención del Leaf es sumamente brutal, hasta llegar a detener al coche sin la necesidad de pisar el pedal del freno. Eso está muy bien y es realmente curioso, pero hay que tener una enorme capacidad de antelación y saber "leer" el tráfico en todo momento. Aprender a dosificar la presión ejercida sobre el acelerador es, relativamente, sencillo, pero gestionar la capacidad de retención de nuestro vehículo es un tanto más complicado y en nuestra mente, tendremos que cambiar el "chip" de lo aprendido en una circulación con un vehículo más convencional. La anticipación es un factor determinante a la hora de conducir con el e-Pedal activado.


Cuando se aplican esas retenciones, la batería del Leaf se va recargando, al igual que ocurre con las frenadas, aunque no se recarga tanto como podríamos esperar, a juzgar por la fuerza de retención que ejerce el coche. De todas formas, si no queremos anticiparnos ni "jugar" con esa conducción novedosa y eficiente, siempre tendremos la opción de poder desconectar el sistema.


Si hablamos de equipamiento la verdad es que no nos podemos quejar, puesto que nuestra unidad de prueba era el acabado básico Acenta y ya nos venía con casi todo, como por ejemplo navegador, cámara de visión trasera con alerta de tráfico cruzado, asistente de arranque en pendientes, pantalla del equipo de infoocio táctil de 7", llantas de 16", ordenador de a bordo, climatizador automático, aviso de cambio involuntario de carril, asistente de mantenimiento de carril, lector de señales de tráfico, aviso de vehículo en ángulo muerto, sensores de lluvia y luces, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, control de presión de neumáticos, control de velocidad de crucero adaptativo con limitador, frenada de emergencia con detección de peatones o apertura y arranque sin llave, entre otros muchos elementos, todo de serie.


El grupo propulsor es eléctrico, con una potencia equivalente de 150cv y un par máximo instantáneo de 320 Nm con el que obtenemos unas prestaciones máximas de 145 Km/h, una aceleración de 0-100 Km/h en 7,9 segundos y con una batería de 40 KWh, alcanzamos una autonomía máxima homologada de 270 Km. Existe la versión denominada e+, con 380 Km de autonomía y una batería de mayor capacidad que alcanza los 60 KWh, con unas prestaciones algo mejoradas.


Actúa y responde como un motor eléctrico, ya que acelera de una forma notable desde parado y sorprende por la entrega de potencia instantánea. El único "pero" que podríamos achacar a este motor, es que sus prestaciones máximas no son muy buenas que digamos, aunque son más que suficientes para poder circular sin temor por cualquier tipo de vía, ya sea en ciudad o por radiales.


Bien es cierto que cuando exigimos un poco más al motor y estamos circulando fuera del entorno urbano a velocidades un poco más altas, la batería se agota más rápido y no digamos nada si llevamos al climatizador puesto, ya que el propio sistema nos indica los kilómetros que perdemos de autonomía. También debemos tener en cuenta que, a pesar de ser un vehículo con una gran aerodinámica, pesa casi 1.600 Kg, por lo que hay que mover esa masa en todas las ocasiones, así que no le podemos pedir peras al olmo.


En ciudad, el rodar silencioso y la gran insonorización del habitáculo se convierte en un auténtico deleite para los sentidos. La relajación que nos transmite al volante es sublime y en ese ámbito, la verdad es que apuramos mucho más la autonomía gracias a las situaciones frecuentes en las que las frenadas regenerativas van cargando la batería.


El Nissan Leaf es una solución muy atractiva y coherente para tenerlo como segundo vehículo o como vehículo comercial para flotas o taxis. Está supeditado a una utilización urbana por falta de infraestructuras, no por capacidades, ya que el Leaf es un componente muy racional en el segmento de los compactos y no nos cabe la menor duda que tendría un público muy fiel a la marca. Pero su condición de eléctrico, a pesar de todas las ventajas que tiene, lo limita a una utilización diaria por las ciudades.


Es un gran coche con dos baterías diferentes, con más o menos capacidad y con más o menos autonomía. Hemos probado la edición más básica, con un equipamiento destacable y una autonomía suficiente, que nos ha encantado y con la que hemos podido probar la conducción "One Pedal", con la que teníamos una cierta curiosidad. Es un modelo muy destacable, pero es una lástima que sea un producto limitado a una circulación ciudadana, teniendo en cuenta que existen alternativas más pequeñas para tal uso y a un precio equiparable. No obstante; el Nissan Leaf es un producto sorprendente que convence.


Datos técnicos:

Motor: Eléctrico
Potencia: 150cv (equivalente)
Vel Máx: 145 Km/h
Acel 0-100: 7,9 seg
Cons: 270 Km (autonomía)
Precio: Desde 35.000 Euros (versión probada)



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