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Prueba: BMW 220d Gran Coupé Pack M


Hacía tiempo que un BMW no pasaba por mis manos y qué mejor que volver a sentir la deportividad y el tacto típico de la marca que con el nuevo BMW Serie 2. Ya sabéis que las nomenclaturas de la marca se rigen por números y que los números impares son los vehículos compactos, berlinas y polivalentes al uso y que los que llevan un apellido par son los modelos con una clara orientación coupé y más deportivos.


El BMW Serie 2 es un coupé construido sobre la plataforma del Serie 1, pero con un marcado carácter diferenciador, con mayor empaque y aún más premium. La denominación Gran Coupé, lo distingue por ser una vertiente coupéizada, sí; pero, en este caso, disponer de 4 puertas aumentando así su capacidad, su espacio, su versatilidad y su polivalencia. Sin lugar a dudas, es un vehículo precioso, muy acertado en diseño y con un amplio rango de utilización, pero con un punto superior en cuanto a materia de imagen, prestancia y conducción deportiva.


Como hacemos de costumbre, primero hablaremos de su imagen exterior, después de su aspecto interior, de su dotadísimo equipo de serie y, por supuesto, de la mecánica que nos tocó probar, que no es otra que el conocidísimo y contrastado motor diésel de 190cv.


En su imagen frontal destacamos un aspecto agresivo, con un capó delantero bastante inclinado y ciertas nervaduras de tensión, con unos faros de tecnología LED bastante afilados y, por supuesto, no podía faltar uno de los rasgos más característicos de BMW como lo son sus «riñones» que conforman la parrilla delantera y que, en este caso, han sido rediseñados adquiriendo una forma más trapezoidal y más grande.


El paragolpes delantero es el elemento que nos aporta una mayor agresividad a esa vista. En los laterales, dispone de sendas toberas de refrigeración que contienen las luces antiniebla, un efecto radiador con forma de panal de abeja y unos apliques en diferente color que, además de provocar un contraste muy atractivo y deportivo, también canalizan el aire y tienen aplicaciones aerodinámicas. En el centro también observamos apliques con orientación aerodinámica y que sirven para canalizar el aire, además de para refrigerar el motor y la placa con la batería de sensores para diferentes funciones del vehículo.


Pasamos a su visión lateral y observamos un perfil muy definido, con una caída del techo hacia la zaga suave, pero prolongada y que culmina en una tapa del maletero con un sutil alerón esculpido sin concesiones y con una clara pretensión de utilizar el viento para «pegar» la trasera al asfalto.


También observamos unas preciosas llantas de 19″, una definida y clara línea ascendente de adelante hacia atrás, una escasa altura respecto al suelo y, algo que nos llamó mucho la atención, unas taloneras por debajo de las puertas que nos aportan un halo de dinamismo intrínseco con solo desviar la mirada hacia el Serie 2.


La zaga nos cautiva con unos pilotos alargados y finos de nuevo diseño, que nos presentan una firma lumínica inconfundible, con tecnología LED e intermitentes dinámicos. Parecen unidos por el perfil de la tapa del maletero que, como os habíamos dicho antes, cuenta con un alerón basado en el clásico 2002, pero mucho más estético y menos voluminoso.


El paragolpes trasero también lo percibimos muy dinámico. No es tan agresivo como el delantero pero contiene dos toberas de disipación del aire en los laterales que, seguramente no tengan ninguna función específica, pero queremos pensar que sí. Sendas aberturas están unidas, de manera virtual, por una línea de diseño que recorre toda la zaga y que continúa con esa función de transmitir deportividad en cualquier visión del vehículo. Por último, en la zona baja observamos una especie de difusor de diferente color al de la carrocería que contiene la doble salida de escape, con unos colines grandes y que rematan la tradición de desprendernos ese toque de deportividad que lleva como estandarte este modelo en cuestión.


Abrimos el maletero. Ya sabéis lo que opino yo sobre las tapas del maletero, que nos dejen un espacio más angosto y limitado. Y sí; es cierto, nos deja un espacio de carga más limitado, pero no lo es tanto como otros modelos con tapa de maletero que hemos probado además, tenemos la ventaja y la comodidad de que el perfil de carga es bajo y podemos ubicar objetos pesados de una manera más sencilla. No obstante, nos permite una gran capacidad de 430 litros y un espacio diáfano y sin formas extrañas, una capacidad que está dentro de la media de este tipo de vehículos y que no está nada mal para un coche de 4,53 metros de longitud.


Nos incorporamos a las plazas traseras y, al abrir las puertas, observamos que no tienen marco, un rasgo característico de los coupés deportivos. No nos dejan un espacio muy grande para montarnos y la caída del techo no ayuda a ello, además de que la apertura de esas puertas no es especialmente amplia. Una vez montados, dos adultos (siempre que tengan una estatura estándar de 1,75 metros o así) no tendrán ningún problema para acomodarse en sus plazas, aunque tampoco es que destaque sobremanera en espacio para las piernas. No está mal, pero el espacio de las plazas traseras no es una de sus mejores virtudes.


Delante nos reciben unos espectaculares asientos deportivos, que corresponden al acabado M que pasó por nuestras manos. Nos ofrecen una gran comodidad y un agarre lateral excelente, tanto a la altura de nuestra espalda como de nuestras caderas. En nuestro caso tenían algún parámetro ajustable eléctricamente y eran calefactados, pudiendo incorporar hasta masaje en según qué acabados.


El cuadro de mandos está claramente orientado al conductor y todo es fácil de interpretar, pero no antes de tener una «reunión» a solas para acostumbrarse, debido al amplio equipamiento y a la infinidad de gadgets que posee el sistema. Todo está al alcance de la mano y los materiales y ajustes de todos los paneles nos trasladan a un ambiente de lo más sibarita, puesto que son muy buenos y agradables al uso y a la vista. En nuestra unidad de pruebas disponíamos de una original iluminación ambiental en la que podíamos elegir los colores y que, parece que no, pero «vestía» muy bien al interior del habitáculo, sobre todo en horas nocturnas.


Agarramos el volante con el grosor y el tamaño perfecto. Es multifunción, con levas detrás para actuar de manera secuencial sobre la caja de cambios de 8 relaciones y mandos en los brazos para acceder y activar diferentes equipamientos sin soltar las manos tales como el control de velocidad de crucero, el control por voz, el equipo de audio, algunos parámetros del ordenador de a bordo o información de la pantalla de la instrumentación, plenamente digital y configurable, con una proyección muy visual, nítida y vistosa sobre una pantalla de 10,25″.


Nos ofrece mucha información a la que debemos acostumbrarnos para saber donde debemos de mirar en cada momento, con una versión digitalizada de los relojes clásicos en los extremos, para poder proyectar otro tipo de información que elijamos en el centro de los mismos y, entre los dos, información inherente y relevante procedente del ordenador de a bordo o el navegador, por ejemplo. Nuestra unidad disponía del HUD (Head Up Display) que se proyectaba sobre el parabrisas, a la altura de nuestros ojos y, a pesar de que en las fotos pueda no verse en condiciones, su visión era muy apropiada y buena, con muy buena información disponible a tiempo real. 


En el centro, todos los mandos están orientados a la posición de conducción y se agradece tener mandos físicos de la climatización y otros sistemas referentes, además de los del equipo de audio justo por debajo. Copando y presidenciando el centro del salpicadero, situada en la zona superior y a una altura muy buena para consultarla sin apenas desviar la vista de la carretera, tenemos la pantalla táctil, o con algunas funciones por control gestual, de 8,8″ del equipo de infoocio, desde donde podremos configurar y visualizar diferentes equipamientos y gadgets de nuestro Serie 2 y con la que podremos tirarnos un buen rato debido al extensísimo equipo de serie y tecnológico con el que contábamos.


Es un sistema compatible con los protocolos Apple Car Play y Android Auto y además de los innumerables elementos que podremos configurar desde ahí, visionaremos las imágenes de la cámara posterior de ayuda al aparcamiento o las imágenes del navegador. En la zona baja disponíamos de una especie de «cajoncito» en donde ubicar nuestro Smartphone y recargarlo sin cables ni conexión física por medio del protocolo qi. 


Por último, entre los dos asientos, además del selector del cambio automático, nos encontramos con una batería de accionadores como los botones correspondientes a la elección de los diferentes modos de conducción; ECO-Pro, Comfort y Sport, que configuran motor, suspensión (si montamos la opcional neumática) y dirección según cual hayamos elegido, desconexión de algunos elementos como el sonido de los sensores de aparcamiento, el asistente de arranque en pendientes o el sistema Start/Stop y el freno de mano eléctrico, además del botón de arranque. 


Existe también un mando giratorio denominado iDrive y que, en teoría sirve para movernos más cómodamente por el sistema operativo del vehículo y que simplifica las órdenes que podamos realizar sobre él. Hombre, está muy mejorado respecto a la primera edición del sistema pero, aún así, hay que acostumbrarse a él, saber donde está todo y no es tan intuitivo como parece en un principio. 


Y es que podría estar un buen rato desgranando el poderoso equipamiento con el que contaba nuestra unidad de prueba, pero os contaré parte de él, ya que montábamos tanto de serie como de manera opcional elementos como el navegador con autoaprendizaje, asistente de arranque en pendiente, sensores de aparcamiento delanteros y traseros con cámara de ayuda al aparcamiento trasera con detección de tráfico cruzado, HUD, lector de señales de tráfico, ordenador de a bordo, llantas de 19″, aviso de vehículo en ángulo muerto, asistente de cambio involuntario de carril, climatizador bizona, asientos delanteros calefactados de corte deportivo, sensores de lluvia y luces, luces delanteras y traseras LED, iluminación ambiente interior, instrumentación digital con pantalla de 10,25″, apertura y arranque sin llave, control de velocidad de crucero adaptativo, equipo de infoocio con pantalla táctil de 8,8″, frenada de emergencia con detección de peatones, control de presión de neumáticos, control de frenada en curva, cargador inalámbrico de Smartphone, elementos deportivos M Sport en el interior y aditamentos en la carrocería o Start/Stop entre otra infinidad de equipamientos disponibles.


Nuestra unidad correspondía a la denominación 220d y montaba una mecánica de combustión diésel 2.0, con 190cv y 400 Nm de par máximo, con el que podíamos conseguir unas prestaciones muy contundentes de 235 Km/h y una aceleración de 0-100 Km/h en 7,5 segundos, atesorando unos consumos de, tan solo, 4,9 l/100 Km en ciclo mixto, homologados por la marca. 


Está asociado a un cambio automático de 8 velocidades que realiza los cambios de manera imperceptible, con unas relaciones muy bien estudiadas y desde el que podemos actuar de manera secuencial con las levas que tenemos detrás del volante. Transmite la potencia al eje delantero porque, aunque tradicionalmente deberíamos hablar de que los BMW son tracción trasera, como está construido sobre la base del nuevo Serie 1, en este caso es tracción delantera. 


Tiene un rodar muy confortable, ya que su habitáculo está muy bien aislado a pesar de que las ventanillas no tienen marco. Sabemos lo que ocurre con este tipo de configuraciones y el ruido que se genera por este hecho, pero en el BMW Serie 2 de nuestra prueba la verdad es que ajustaban muy bien y, a no ser que vayamos a una alta velocidad, no se genera ningún tipo de ruido aerodinámico.


Y hablando de aerodinámica; el Serie 2, a pesar de que deriva directamente del Serie 1, es bastante más aerodinámico y, en igualdad de mecánicas, acabados o condiciones, siempre va a tener un plus mayor de prestaciones puras gracias a este hecho. Es más bajo, más afilado y cuenta con varios aditamentos de canalización del aire o el alerón posterior sobre la tapa del maletero que hacen que corte mejor el viento y que gestione mejor su incidencia. 


Su conducción, en general, es muy dinámica, con una dirección muy directa, aunque poco comunicativa y un esquema de suspensiones específico de tarado firme, pero no incómodo, que absorbe bien las imperfecciones del asfalto, aunque se dejan notar un poco en el interior y contiene muy bien las posibles derivas de la carrocería, soportando estoicamente los cambios de dirección continuados y ofreciéndonos unas reacciones muy nobles y predecibles. 


La mecánica no me entusiasmó, ya que aunque tiene una potencia considerable, un consumo ajustado y unas prestaciones muy notables sobre el papel; no tiene ese toque deportivo que se le supone a un miembro de la familia coupé y, sobre todo, no tiene ese toque deportivo que se le supone a un miembro de la familia BMW


No me malinterpretéis. Es un vehículo precioso, llamativo, polivalente, prestacional y, encima, no gasta mucho. Pero no es pasional.


La incorporación de la mecánica 2.0d es un acierto en materia de consumos y emisiones, además de que nos ofrece unas grandes prestaciones, pero no acaba de convencerme para un coche con una clarísima orientación deportiva. Sus reacciones son notables, pero «cojea» un poco si le exigimos unas ciertas recuperaciones o una aceleración puntual que nos deje las cuencas de los ojos vacías y los ojos en el cogote. Es muy progresivo y priman más los consumos que las sensaciones.


Sin lugar a dudas, el BMW Serie 2 Gran Coupé nos ofrece un punto superior en cuanto a prestancia, imagen y es un «acapara-miradas» pasemos por donde pasemos. Pero su extremadamente bella carrocería coupeizada y con aditamentos dinámicos correspondientes al paquete M; no me cuadra con un motor potente y prestacional, pero convencional y con unas reacciones tan progresivas.


Es una buena opción para todo aquel al que un Serie 3 le parezca del montón y que necesite tener una visión más dinámica y deportiva de su coche. Una persona a la que le prime el confort y la imagen, además de una batería de soluciones tecnológicas y un extensísimo equipamiento, que le guste conducir y disfrutar haciéndolo y que necesite tener unos consumos aquilatados y justos. Si buscas un coche que le de una vuelta de tuerca al, también atractivo, pero más convencional Serie 3, este es tu coche. Si lo que buscas son sensaciones y pasión, entiendo que las mecánicas más poderosas de gasolina colmarán todas vuestras expectativas. 


Datos técnicos:

Motor: 2.0 diésel

Potencia: 190cv

Vel Máx: 235 Km/h

Acel 0-100: 7,5 seg

Cons: 4,9 l/100 Km

Precio: Desde 41.500 euros (versión probada)



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