Prueba: Seat León 1.5 eTSI FR
En el marco del Seat León Tour, pudimos comprobar, en una toma de contacto exprés, cómo se las gasta la cuarta generación del Seat León, el compacto por excelencia de la marca española.
Después de probar el nuevo Volkswagen Golf y el nuevo Audi A3 Sportback, el León era el último "primo" al que nos faltaba echar el guante y ponernos a sus mandos, aunque sólo sea en un test tan rápido. Lo de "primo" no lo digo con ningún carácter peyorativo, sino que es indudable que los tres son "familia" y comparten la plataforma MQB.
Si os soy sincero, en ese poco tiempo en el que disfruté el compacto entre mis manos me dediqué más a hacer las fotos que a probar el coche en su más amplio espectro pero, aún así, saqué alguna que otra conclusión sobre el nuevo componente de la gama española que os voy a desgranar ahora.
En cuanto a diseño, debemos decir que con esta nueva generación deja de existir la variante de tres puertas en favor de la versión con 5 o la versión familiar denominada SportsTourer. Adquiere la nueva imagen frontal y los nuevos grupos ópticos que estrenaron con el Tarraco. Eso lo configura con un aspecto agresivo y diferenciado y se adscribe al nuevo lenguaje de diseño de la marca, aunque, personalmente, me llamaba más la estética de la anterior generación por lo menos, en cuanto al frontal se refiere. Mención aparte tienen las nervaduras del capó, que nos vaticinan un carácter muy dinámico y los faros rasgados de tecnología LED, que nos procuran una iluminación excelente en horas nocturnas.
La vista lateral nos sorprende con unas proporciones clásicas y un capó delantero alargado. La tendencia natural es la proyectarnos una visión neutra y no contiene muchas líneas laterales de tensión, aunque hay ligeras reminiscencias en la zona baja del conjunto que es un poco más abultada y tiene un cierto carácter ascendente. Otra tendencia es la de procurarnos un pilar C más grande, que se "funde" con las puertas traseras. Por último, nuestra edición FR viste una llantas multiradio de 18 pulgadas.
La zaga es quizás la zona más original. Adquiere una visión agresiva, pero más madura, con un amplio portón de acceso al maletero con ciertos pliegues y líneas que simulan pequeños alerones aerodinámicos y unos nuevos pilotos de tecnología LED, unidos entre sí por una banda luminosa, que le proporciona una luminosidad muy característica y muy reconocible. Las letras "León" ahora se nos muestran en cursiva, dándonos un toque mayor de modernidad y, por último, al ser la edición más deportiva FR, disponemos de una doble salida de escape trapezoidal muy atractiva y con pretensiones muy claras.
Abrimos el maletero y nos encontramos con un espacio disponible de 380 litros, dentro de la media de lo que se estila en el segmento de los compactos. Esa capacidad se verá reducida hasta los 270 litros en el caso de adquirir el León e-Hybrid, teniendo en cuenta que la batería va alojada en esa zona. Pero no era nuestro caso.
Ha ganado enteros en materia de habitabilidad para un vehículo de 4,37 metros de longitud. El anterior Seat León era bueno en ese aspecto, pero está claro que la nueva generación es mucho mejor. Cuatro ocupantes se instalarán perfectamente en su interior. Las plazas traseras son holgadas y los pasajeros tendrán mucho espacio disponible para las piernas y en cuanto a altura, aunque no podemos decir lo mismo de la anchura y un tercer ocupante haría que los tres pasajeros fueran incómodos. Así que mejor dos en las plazas posteriores.
Delante nos reciben unos asientos con un gran mullido y un buen agarre lateral, sin necesidad de ser extremadamente deportivos. Antes de incorporarnos nos reciben unos marcos retroiluminados con el símbolo FR, bastante atractivos y originales en horas nocturnas.
El cockpit es minimalista, una especie de moda que se lleva ahora en todos los modelos nuevos. No hay botones como tal en la mayoría de la superficie del cuadro de mandos, sino que todo es táctil y está concentrado en la gran pantalla de 10" situada en el centro. Esa pantalla tiene una visión excelente en todo momento y está situada a buen nivel a la altura de nuestros ojos, pero me pasa lo de siempre; tiene tantas funciones que es inevitable desviar ligeramente la vista del asfalto si queremos activar cualquier cosa. Soy firme defensor de los mandos físicos y, que tenga que activarlo todo por medio de una pantalla táctil me incomoda bastante. Pero me pasa con todos los coches modernos. Llamadme jurásico.
Lo bueno que tiene el nuevo Seat León es que su equipo de infoocio es bastante intuitivo de usar y la pantalla central se puede dividir en tres subpantallas para que los gadgets más utilizados los tengamos siempre a mano. Los botones con los que contamos en el volante, con un tacto agradable y el tamaño justo, nos ayudan sobremanera a la hora de utilizar ese equipamiento más habitual y, algunas funciones del sistema de control por voz también nos facilitan mucho la tarea, por ejemplo, de cambiar la temperatura del climatizador o la emisora de radio, pero mejor configurarlo todo de antemano y parados para evitarnos ciertos sustos innecesarios.
Detrás del volante, además de las levas para actuar de forma secuencial sobre el cambio de 7 velocidades, disponemos de un cuadro de instrumentación digital, plenamente configurable, con varias pantallas a elegir, que nos ofrece una información muy relevante y perfecta en todo momento, resguardado de la posible incidencia de los reflejos del sol y una calidad visual encomiable.
La iluminación ambiente interior puede elegirse entre varios colores y consta de una línea envolvente que recorre todo el perfil superior de los marcos de las puertas y el salpicadero. Dentro de esa luz ambiente, tenemos el aviso de vehículos en ángulo muerto, que en vez de situarse en el retrovisor exterior, queda mucho mejor incorporado en la iluminación interior, mostrándonos la alerta con una luz anaranjada intermitente muy vistosa y efectiva aunque no giremos la cabeza para mirar. Buena solución.
Y es que el equipamiento de nuestra unidad de prueba era de bandera. La pobre chica a la que le tocó "sufrirme" durante la toma de contacto tuvo que estudiar mucho para poder explicarme todo el equipamiento de entretenimiento y seguridad con el que contábamos que, entre otras cosas, incluía sensores de aparcamiento delanteros y traseros, sensores de lluvia y luces, luces delanteras y traseras de tipo LED, navegador, llantas de 18", instrumentación digital, control de velocidad de crucero adaptativo y predictivo, lector de señales de tráfico, alerta de cambio involuntario de carril, detector de vehículo en ángulo muerto, asistente de arranque en pendiente, cámara de ayuda al aparcamiento trasero con detector de tráfico cruzado, modos de conducción, asistente de salida del habitáculo, control de presión de neumáticos, equipo de infoocio con pantalla táctil de 10", llamada de emergencia, cargador inalámbrico de smartphone, detector de fatiga, ordenador de viaje, apertura y arranque sin llave, climatizador trizona, luz ambiente o Start/Stop, por poner unos pocos ejemplos.
La mecánica que quisimos probar fue el 1.5 TSI de 150cv con tecnología Mild Hybrid. Es un motor voluntarioso que ya "catamos" en otras de nuestras pruebas. No os dejéis engañar por la nomenclatura "e", ya que sí que cuenta con un pequeño apoyo de un motor eléctrico para salir de los semáforos, las aceleraciones más fulgurantes o al arrancar, pero básicamente funciona siempre con el motor de combustión de gasolina.
Eroga unas prestaciones muy aceptables de 220 Km/h de velocidad punta, una aceleración de 0-100 Km/h en 8,4 segundos, un par máximo de 250 Nm y unos interesantes consumos de 5,8 l/100 Km en ciclo mixto homologados por la marca. Realmente consume un poco más en condiciones normales y la ayuda eléctrica está, básicamente, para portar la pegatina ECO sobre su parabrisas, pero no hace las veces de vehículo híbrido, ni mucho menos.
Se le nota un motor bastante progresivo, para tratarse de una versión de talante deportivo como lo es la versión FR que tenemos en nuestras manos y nunca, nos dejará la espalda pegada al respaldo del asiento. Silencioso; bastante. Prestacional; bastante, pero también bastante comedido en reacciones, con un pequeño retraso entre que hundimos el pedal del acelerador, hasta que el coche empieza a cobrar "vida".
Las versiones ECO y a partir de 150cv de potencia, van relacionadas por defecto con la caja de cambios automática DSG de 7 relaciones, con ese original selector que está inspirado en el que produjo Porsche en su día y que están utilizando todos los componentes automáticos del Grupo Volkswagen. Es una transmisión imperceptible en transiciones aunque, depende qué tipo de conducción tengamos activa en ese momento, actuará de una manera o de otra, aguantando la marcha hasta casi el corte de inyección, o cambiando rápidamente a la velocidad más larga.
En cuanto a comportamiento se refiere, no puedo hablaros con certeza ya que sólo pude realizar un tramo corto con curvas y el asfalto en malas condiciones. En ese corto lapso de tiempo, me pareció un coche de reacciones bastante nobles y con una guiabilidad extremadamente buena. En la edición FR contábamos con una suspensión específica de talante deportivo, con un esquema de suspensiones de tarado firme, que absorbía muy bien esas imperfecciones de la carretera, pero que no transmitía sacudidas incómodas hacia el interior del habitáculo. La dirección era directa, pero tampoco trasmitía con fidelidad lo que ocurría debajo de los neumáticos.
En ese corto espacio de tiempo, me pareció un compacto de bandera, que ni tecnológicamente, ni por seguridad, ni por imagen; tiene nada que envidiar a cualquiera de sus "primos". Es más; a falta de probarlo con más detenimiento, se intuye que el nuevo Seat León es una gran alternativa para todo tipo de uso, bien para realizar viajes largos de la manera más confortable y segura posible o bien, para realizar tramos de montaña a una velocidad media elevada y provocándonos una amplia sonrisa cuando bajemos del vehículo. Intentaremos hacer una prueba con más tiempo y pediremos alguna unidad según la disponibilidad de la concesión burgalesa pero no obstante; podemos asegurar que el nuevo Seat León es una alternativa muy considerable a la hora de la compra, sea la versión que sea. Más maduro, más dinámico y con una tecnología de bandera. Así es el nuevo León de cuarta generación.
Datos técnicos:
Motor: 1.5 TSI
Potencia: 150cv
Vel Máx: 220 Km/h
Acel 0-100: 8,4 seg
Cons: 5,8 l/100 Km
Precio: Desde 29.750 euros (Versión probada)
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