McLaren Elva. Arma letal
El McLaren Elva es un vehículo muy exclusivo y de colección, pero eso no impide para que la marca lo anuncie más a bombo y platillo con la participación del piloto de IndyCar JR Hildebrand conduciendo uno de ellos, en el que demuestra la emoción que provoca el conducir el nuevo vehículo de la serie McLaren Ultimate.
Está diseñado para la comunión perfecta entre hombre y máquina, la conducción pura, el compromiso y el disfrute. El Elva es el vehículo más ligero de la firma inglesa, centrado en el conductor y muy en la línea de otros modelos de McLaren.
Está propulsado por un motor V8 biturbo de 804 CV y, por supuesto, es tracción trasera. De esta manera, el Elva es capaz de brindarnos una aceleración feroz y un manejo que es explotable y accesible al gran público (bueno, al gran público que tenga el dinero y los contactos para obtener una de estas joyas de la automoción), puntos en los que JR está totalmente de acuerdo.
Disponible con un parabrisas, como el conducido por el piloto de la Indy, o con el innovador Sistema de Gestión Activa del Aire, el McLaren Elva está limitado a solo 149 ejemplares. Con posibilidades casi ilimitadas de personalización ofrecidas por McLaren Special Operations (MSO), cada Elva será único, pero todos ellos ofrecerán una experiencia de conducción verdaderamente inolvidable y única.
Mientras que los Senna y Senna GTR han nacido para implicarnos en la pista con totales garantías y una explosión de prestaciones, el Elva es un coche específico para sentir la conducción en la más estricta y pura definición de la palabra sentir. Este coche no es para todos, ni lo es para todas las situaciones. Si se construyera para el máximo confort y usabilidad, tendría ventanas, un techo convertible y algunos huecos prácticos para vaciar, al menos, los bolsillos.
Ha nacido para eso, para proporcionar a los afortunados conductores la más pura sensación de conexión con la carretera, excitar todos los sentidos desde el olfato, hasta el gusto, y proporcionar las mejores sensaciones al volante. Es la máquina más increíble para viajar del punto A al punto B. Simplemente salir y conducir como si nada más importa.
El piloto de la Indycar JR Hildebrand así lo corrobora. ¿Quién somos nosotros para ponerlo en duda?. Es la máquina definitiva.
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