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Presentación en Burgos del Skoda Enyaq iV (Toma de contacto)


A expensas de probar "in situ" el primer SUV eléctrico de Skoda, tuvimos la ocasión de ver, tocar y montarnos en el atractivo Skoda Enyaq. Lo hicimos gracias al tour de la marca en el que están enseñando a potenciales clientes (y a la prensa) el nuevo SUV electrificado cuya venta ya está en ciernes.


Sin lugar a dudas sacaremos mayores conclusiones una vez que pase por nuestras manos, pero como primera toma de contacto no estuvo nada mal y las explicaciones que recibimos de manera, casi, exclusiva, no tienen parangón. Nos citamos en la concesión burgalesa a la hora del café vespertino y, cómo no, nos tomamos uno. Más tarde el especialista en el Enyaq nos estaba esperando para contarnos sus novedades a los pies del nuevo modelo de la marca checa que, no ponemos en duda, será todo un superventas.


Es un SUV eléctrico 100%, con varias baterías a elegir que varían su potencia y su autonomía. Es el primer modelo de serie del fabricante de automóviles checo que se basa en la Plataforma Modular de Propulsión Eléctrica (MEB) del Grupo Volkswagen y nos ofrecerá tracción trasera o a las cuatro ruedas, junto con una autonomía para el uso diario, que cubre hasta los 520 km, que era la batería que montaba la unidad que tuvimos la suerte de observar. El especialista en el Enyaq iV me comentó que, para una mayor tranquilidad en el mantenimiento en condiciones reales a lo largo de la vida útil del vehículo, la batería no se cambia cuando se deteriora, sino que el ordenador de la marca nos señala qué celda o celdas están averiadas y se sustituyen, abaratando costes. Como curiosidad, para aumentar ese carácter dinámico y aerodinámico, los bajos están panelados y son totalmente planos, algo que favorece la canalización del flujo del aire y también sirve de protección para la batería.


Existen (o existirán) 4 versiones diferentes: el 60, con 179cv, tracción trasera y 400 Km de autonomía; 80, con 520 Km de autonomía y 204cv, ambos de tracción trasera y el 80X con 265cv y 420 Km de autonomía pero con tracción total y el futuro y deportivo RS, con unos 300cv de potencia y, obviamente, con tracción total. Para obtener esa tracción total, estas versiones tienen un motor eléctrico delantero que gira a menos revoluciones que el trasero y que mueve a ese eje. Se activa cuando el eje trasero pierde motricidad o cuando se demanda mayor potencia, aunque en condiciones normales, el Enyaq iV actuará como un tracción trasera.


El diseño general del Enyaq iV es emotivo, poderoso y dinámico y se caracteriza por tener unas proporciones perfectas y una amplitud extraordinaria. Con una longitud total de 4,65 metros, es 5 cm más corto que un Kodiaq, aunque tiene una silueta mucho más deportiva debido a su aspecto general y a su techo ligeramente inclinado hacia la zaga. Eso sí, no pierde su lenguaje reconocible e inconfundible de Skoda.


Delante nos llama la atención una atractiva y gran parrilla opaca, ya que al ser un eléctrico no necesita mucha refrigeración y se supedita a un pequeño radiador situado en la zona baja. Los faros pueden ser LED, Matrix-LED o Láser, adaptativos siendo, cualquiera de ellos, muy efectivos y proporcionándonos una visión espectacular en horas nocturnas sin temor a deslumbrar al resto de los usuarios de la vía. El paragolpes es bastante grande y envolvente, además de contar con un diseño muy elaborado en pos de una menor resistencia aerodinámica. De hecho; disponía de dos aberturas laterales para canalizar el aire hacia los laterales del vehículo. También llama la atención las nervaduras y líneas de tensión con las que cuenta el capó y que le aportan un aire muy dinámico al conjunto.


La trasera es quizás la zona más convencional, con unos pilotos característicos en forma de punta de flecha de tipo LED, un paragolpes profuso y una pequeña luneta trasera coronada por un alerón que hace las veces de aplique aerodinámico. El portón de acceso al maletero era bastante grande y tenía accionamiento eléctrico, aunque la boca de carga nos dio la impresión de que quedaba un poco elevada respecto al suelo. La capacidad total es enorme y muy aprovechable, por lo que nos encontramos ante uno de los maleteros más capaces del segmento con unos descomunales 585 litros. Por supuesto, cuenta con las míticas soluciones de cubicaje de objetos Simply Clever.



Accedemos a las plazas traseras de una forma muy cómoda y casi sin tener que inclinar demasiado la cabeza ya que, aunque es un SUV con unos tintes dinámicos inconfundibles, no es un modelo coupeizado y el techo tendido hacia la zaga no es un problema en nuestro caso. El único problema que nos podemos encontrar es el que las enormes puertas no se abren tanto como lo que podríamos esperar.


Las plazas traseras son espectaculares y, aunque no destacan por anchura, sí lo hacen respecto a altura y de una manera muy sorprendente, en cuanto a longitud disponible para nuestras piernas. Delante nos reciben unos asientos muy envolventes y cómodos cuyo tapizado es hasta vegano. Sí, habéis leído bien, vegano, aunque no es comestible por mucho que se lleve esa moda "foodie". Ofrece una cantidad similar de espacio interior como un Skoda Kodiaq, a pesar de ser más corto que un Skoda Octavia.


Por su parte, el habitáculo del Enyaq iV es muy acogedor y rezuma calidad por los cuatro costados, algo que parece común el los Skoda de última hornada. En el salpicadero y en las puertas delanteras hay amplias zonas tapizadas en piel o en tela, mientras que la mayoría de los plásticos que quedan a la vista tienen un ligero acolchado, muy agradable al tacto y a la vista. Además, muchos de los huecos portaobjetos tienen un fondo de goma o de moqueta para que los enseres no hagan ruido al moverse. Por su parte, los ajustes parecen muy sólidos y dudo mucho que aparezca algún tipo de crujido futuro.


Ante nosotros, el salpicadero tiene un diseño similar al del nuevo Octavia, con una pantalla enorme de 13" que incluye todo tipo de gadgets, incluido el sistema de climatización o la radio. Ya sabéis que no soy nada simpatizante de ese sistema, pero Skoda ha recurrido a una pantalla de grandes dimensiones para ajustar, activar y desactivar la mayoría de las funciones del vehículo. Bajo dicha pantalla hay una superficie táctil que sirve para modificar el volumen del sistema de sonido o el zoom de los mapas del sistema de navegación.


La instrumentación también se muestra en una pantalla, aunque en este caso es una mucho más pequeña, con 5,3". Se ve bien y muestra información esencial como la velocidad y las indicaciones del sistema de navegación en caso de llevar una ruta activa. En opción hay disponible un sistema de información proyectada en el parabrisas con realidad aumentada que superpone indicaciones sobre la calzada relativas al navegador y los asistentes a la conducción.


No os dejéis engañar por su imagen alargada y esa gran longitud, porque, sin probarlo aún, nos aseguraron que el radio de giro es menor que en un Skoda Fabia y que, al estar la batería en los bajos del habitáculo, el equilibrado del conjunto es espectacular y el centro de gravedad se nos sitúa muy bajo, proporcionándonos una agilidad en marcha de referencia para tratarse de un gran SUV.


Estamos ansiosos de probar las "mieles" de semejante vehículo en el que Skoda ha echado el resto. Pero mientras tanto y como primera toma de contacto, aunque haya sido visual, podemos afirmar que es un producto redondo y que nos aproxima mucho más a una electrificación plena y real en el mundo del automóvil, aunque quedan muchos pasos que dar al respecto.



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