Lo demás es historia: 50 años del ciclomotor Peugeot 103
Presentado a finales de 1971, el ciclomotor Peugeot 103 ha marcado a varias generaciones convirtiéndose en un icono de las dos ruedas.
En 50 años, este ciclomotor, creado inicialmente para unas funciones utilitarias, se transformó en un símbolo de libertad y un verdadero icono de moda y lifestyle. También permitió a Peugeot alzarse con el primer puesto de los constructores franceses y el segundo de los constructores de ciclomotores mundiales de la época.
Tras los numerosos modelos de ciclomotores de marchas o de motor auxiliar con las series 101, 102 y 104, el modelo 103 fue capaz de encontrar el equilibrio técnico y económico perfecto para ser el 2 ruedas de 50 cc de motor de 2 tiempos más fabricado en el mundo a día de hoy.
Empieza discretamente su carrera retomando la parte mecánica original de su hermano mayor, el 104. Con su brazo trasero articulado a nivel del motor, su admisión de válvula y una potencia de 1,9 CV a 5 500 rpm, el 103 seduce y se desmarca de la competencia.
En 1974, tres años después de su lanzamiento, el 103 bate todos los récords de ventas con más de 550 000 unidades vendidas, y se convierte, automáticamente, en un auténtico icono juvenil.
Robusto, sencillo de usar y de mantener, diseño reconocible, precio asequible; el Peugeot 103 es el ciclomotor más logrado producido por Peugeot a partir de 1971. Con los años, el 103 siguió evolucionando para adaptarse a las nuevas normas e incorporando constantemente nuevas mejoras técnicas y estéticas: líneas más finas, nueva óptica para una mejor visibilidad, motor más potente (que pasó de 1,9 CV a 2,3 CV), nuevo cárter de aluminio de protección, etc. La marca francesa supo aprovechar la gran acogida de este modelo por parte de la clientela francesa y europea para desarrollar su actividad internacional y alcanzar cifras récord.
A principios de los años 80, la reglamentación permite desarrollar modelos sin pedales y los volúmenes vuelven a subir con los 103 SP, SPX y RCX. Incalculables versiones profesionales llegaron a equipar a distintas administraciones a través de toda Europa y, en 1993, ni siquiera el moderno Peugeot Fox y su motor de scooter conseguirá destronar al famoso ciclomotor.
Tras el éxito de las versiones Peugeot 101, 102 y 103, la marca del León es la marca industrial más conocida por los franceses, ya que es fácil encontrar alguno o varios de sus productos en cada casa: corta setos, robot de cocina, plancha para la ropa, el Peugeot 404 y muchos otros objetos que se coleccionan ahora.
Con la subida del nivel de vida, la aparición de normas antipolución y el desarrollo del scooter moderno, las ventas de ciclomotores se han reducido considerablemente hoy en día, pero el 103 sigue siendo un icono para todos los franceses y europeos y un objeto muy cotizado por parte de coleccionistas y apasionados.
No obstante, el Museo de la Aventura Peugeot en Sochaux (Francia) es una meca para todos los que tienen curiosidad o interés en conocer la historia del constructor francés. Desde los primeros molinillos de café hasta concept cars más futuristas, el museo revive los más de dos siglos de la increíble saga de la marca del León sin olvidar los míticos ciclomotores como el 103.
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