Lo demás es historia: Peugeot "Serie 5"
No, no es el Serie 5 de BMW. Para abreviar os contaremos la historia de las berlinas que han compuesto los vehículos 5 de Peugeot. Y es que durante gran parte del siglo XX, Peugeot fue un fabricante especialista en un tipo de automóvil muy concreto: las berlinas. Gracias a ellas, cimentó su reputación de marca fiable, elegante y confortable, con vehículos robustos, que ofrecen un gran placer de conducir y que se adaptan a los terrenos más exigentes.
A finales de los años 60, la marca del León inició la conquista de un segmento superior con la apertura de su “serie 5”, con la llegada del Peugeot 504, un modelo que rompió moldes en su presentación en 1968 por su estética peculiar, firmada por el maestro Pininfarina, que acabaría por dejar su sello en todos los modelos posteriores de la marca. Sus faros trapezoidales, inspirados en los ojos de Sofía Loren (bueno, no sé yo), y la forma de su capó causaron sensación y acabaron imponiéndose en el mercado, como demuestran sus casi cuatro décadas de vida comercial.
Su excepcional comportamiento en carretera cimentó la reputación de Peugeot como garantía de confort y placer de conducir, asociado a unos motores de altas prestaciones y una caja de cambios precisa, suave y de fácil manejo. Unas características que han “heredado” todos los modelos de la marca desde entonces y que le valieron ser “Coche del Año en Europa” en 1969.
En España, el Peugeot 504 fue crucial para la marca, al convertirse en el primer modelo de Peugeot fabricado aquí, dentro de nuestras fronteras, fruto de la creación de Groupe PSA a principios de los años 70. En 1977, el Centro de Vigo recibía en sus líneas de montaje esta berlina, en un periodo en el que se empezaron a automatizar algunas operaciones manuales. Las inversiones en la planta se concretaron, además, con la entrada en funcionamiento de dos nuevas naves. El 504 se ensambló en la planta gallega entre 1977 y 1980, alcanzando las 53.323 unidades producidas.
Su sucesor, el Peugeot 505 hizo historia por ser la última gran berlina de la marca que recurrió a la propulsión trasera y por su comportamiento en carretera y solidez en los terrenos más difíciles. Todo un antecesor del nuevo Peugeot 508, y de la actual gama SUV de la marca.
Con un exterior firmado, también, por Pininfarina, y un interior elegante diseñado por Paul Bracq, conocido por su trabajo en modelos de Mercedes y BMW entre los años 50 y 70, el Peugeot 505 se comercializó entre 1979 y 1997. En estos casi 20 años, superó los 1.300.000 vehículos producidos, logrando un éxito comercial en mercados tan difíciles como el estadounidense. En Vigo, se fabricaron 146.216 unidades entre 1980 y 1987 que le convirtieron en todo un icono de la década de los 80 en España.
Tanto el Peugeot 504 como el 505 contaron con una versión 4×4 Dangel, que sacaba el máximo partido a su robustez y sus cualidades offroad.
Lanzado en 1981, el 504 4×4 Dangel ofrecía tracción total permanente, diferenciales delanteros de deslizamiento limitado y una altura libre de 21 cm respecto al suelo, con unos ángulos de ataque de 53º y 41º de salida. Estaba disponible con un motor 2.0 gasolina de 96 CV y un 2.3 diésel de 70 CV, a los que se sumaría un 2.5 diésel de 93 CV en 1984. A este modelo le corresponde el honor de ser el primer automóvil de la marca que participó en el Rally Dakar en 1982. Sería el primer paso para lograr una saga de 7 victorias y 13 podios en el rally más duro del mundo.
En 1983, con el fin de la vida comercial del 504 en Europa, llegaba el momento de lanzar una nueva generación 4×4 Dangel, esta vez tomando como base el Peugeot 505. Enfocada ya, como los actuales SUV, al gran público y no a un uso estrictamente profesional, como demuestra su gama de motores coincidente con la de la berlina, incluida la mecánica 2.2 de 130 CV de la versión GTi.
En 2011, la marca dio un paso adelante con la primera generación del Peugeot 508, que destacó tanto por un elevado confort de marcha, disfrutando, además, de un comportamiento en carretera de primer nivel.
Unas características que llegarían al máximo con el nuevo Peugeot 508, lanzado en 2018, con líneas afiladas que le acercaban a los deportivos y los coupés del momento.
Su arquitectura, baja y compacta aseguraba un bajo consumo y una aerodinámica de referencia en su segmento. Toda una garantía de sensaciones intensas, reforzada por un ejemplar comportamiento en carretera y una nueva gama de motores de última generación, entre los que figuraba una versión híbrida enchufable que desarrolla 225 CV con un consumo de 1,3 l/100 Km.
Ofrecía, en aquel momento, todo un arsenal de funciones de ayuda a la conducción de última generación. Incorporaba en su gama, entre otros, un sistema de visión nocturna, totalmente novedoso en el segmento, el Lane Position Assist, que mantiene la posición del vehículo en el centro del carril y el freno automático de emergencia y alerta de riesgo de colisión.
El tope de la gama está representado por el 508 Peugeot Sport Engineered, que desarrolla una potencia de 360 CV y una velocidad máxima de 250 Km/h con unas emisiones de tan sólo 42 g/km de CO2. Sus espectaculares aceleraciones de 0 a 100 Km/h en sólo 5,2 segundos se consiguen gracias a un par máximo de 520 Nm. Un mar de adrenalina que sólo emite 42 g/km de CO2 y que puede alcanzar una velocidad máxima de 250 Km/h.
Para los que disfrutan de la ciudad, sus 53 km de autonomía en modo “cero emisiones” permite circular cómodamente en entornos urbanos disfrutando de las ventajas del distintivo Cero de la Dirección General de Tráfico, como el acceso libre a zonas céntricas y el aparcamiento gratuito en la zona azul.
La historia se Peugeot con las berlinas continúa, aunque no sé yo tal y como se plantea el futuro, con coches eléctricos y la vorágine del mundo SUV en detrimento de vehículos más convencionales.
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