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Mercedes-AMG C 63 S E Performance. Lo más del Clase C


El nuevo Mercedes-AMG C 63 S E Performance es un auténtico cambio de rumbo en los 55 años de historia de AMG, ya que se trata de un vehículo híbrido. Inaudito.


Posee un motor eléctrico situado en el eje trasero que apoya al motor 2.0 turbo que monta, con 476 CV, convirtiéndose en el cuatro cilindros de serie más potente del mundo. El desarrollo de la potencia y el aumento del par motor son instantáneos, el apoyo eléctrico del turbocompresor de gases de escape elimina el retraso del turbo del motor de combustión, mientras que al mismo tiempo el motor eléctrico impulsa con fuerza desde el momento de ponerse en movimiento.


La potencia combinada del sistema es de 680 CV y el par máximo combinado del sistema es de 1.020 Nm y al igual que en la Fórmula 1, la batería está diseñada específicamente para una rápida producción y absorción de energía, con una autonomía eléctrica de 13 kilómetros.


De esta manera, existe una aceleración hasta los 100 km/h en tan solo 3,4 segundos para la berlina y el estate. Alcanza una velocidad máxima de 280 km/h controlados electrónicamente (en el caso de los vehículos de serie, 270 km/h, en ambos casos con el paquete AMG Driver’s Package opcional).


La transmisión está encomendada a la caja de cambios automática de 9 relaciones AMG SPEEDSHIFT MCT 9G, en el que un embrague húmedo para el arranque sustituye al convertidor de par convencional. Este componente contribuye a reducir el peso y mejora con su menor inercia de masas la respuesta a las órdenes transmitidas mediante el pedal acelerador.

El motor eléctrico genera por si sólo 204 CV y se sitúa junto al eje trasero, en donde se combina con una transmisión de dos marchas con acoplamiento eléctrico y el diferencial de bloqueo del eje trasero con regulación electrónica para configurar una unidad de propulsión eléctrica de dimensiones compactas.


Esta disposición compacta aporta numerosas ventajas: 
  • El motor eléctrico actúa directamente sobre el eje trasero y, por lo tanto, puede convertir de forma inmediata la potencia en fuerza de propulsión, y ejercer así un efecto boost al ponerse en marcha, al acelerar o al adelantar.
  • Tal como corresponde a las características de un motor eléctrico, el par motor máximo está disponible desde parado, lo que permite un comportamiento especialmente ágil.
  • Además, gracias al diferencial de bloqueo con regulación electrónica, el conductor experimenta sin ningún tipo de retardo un incremento sensible de las prestaciones. El modelo híbrido acelera con gran agilidad a la salida de las curvas, ofrece una tracción óptima y, por tanto, también más seguridad en la conducción.
  • Si patina el eje trasero, la potencia del motor eléctrico también se transfiere a las ruedas delanteras según sea necesario para obtener más tracción. Esto es posible gracias a la unión mecánica entre la tracción integral completamente variable y las ruedas delanteras.
  • La disposición de la unidad de propulsión junto al eje trasero mejora la distribución del peso y de la carga sobre los ejes del vehículo.
  • El concepto de AMG garantiza un rendimiento muy elevado durante la recuperación de energía en las frenadas, pues el principio en que se basa este sistema reduce al mínimo las pérdidas mecánicas e hidráulicas del motor y la transmisión.
  • La transmisión de dos marchas hace posible un amplio escalonamiento de marchas, desde la transmisión de un par motor elevado al ponerse en movimiento, hasta el despliegue de una potencia continua al circular a alta velocidad. Un actuador eléctrico cambia a la segunda marcha al alcanzarse una velocidad aproximada de 140 km/h, que corresponden a un número de revoluciones máximo del motor eléctrico de unas 13.500 rpm.
  • Junto al aumento de la potencia gracias al motor eléctrico adicional, se ha mejorado también el rendimiento energético del vehículo completo, lo que redunda en una reducción de las emisiones y del consumo de combustible.

Una de las premisas asumidas durante la fase conceptual de la estrategia de electrificación era desarrollar en las instalaciones de AMG todos los componentes esenciales de la propulsión. El desarrollo de la batería se inspira en tecnologías que ya han demostrado su eficacia en los coches de carrera híbridos de Fórmula 1. A lo largo del proceso de desarrollo tuvo lugar un intenso intercambio de conocimientos entre los expertos de la fabricación de motores de Fórmula 1 en Brixworth y de Mercedes-AMG en Affalterbach.


La batería de alto rendimiento ofrece una capacidad de 6,1 kWh, 70 kW de potencia continua y 150 kW de potencia máxima durante diez segundos (efecto boost). El bajo peso, de solo 89 kilogramos, conduce a una densidad de potencia muy elevada de 1,7 kW/kg. Para la carga se utiliza el cargador de 3,7 kW instalado en el vehículo, que se conecta a una estación de carga, a una Wallbox o a una caja de enchufe doméstica. La batería está dimensionada para un intercambio rápido de potencia y no para una autonomía especialmente amplia, como sucede en otros modelos. No obstante, la autonomía eléctrica de 13 kilómetros permite un radio de acción práctico, por ejemplo para conducir de forma tranquila y sin emisiones en nuestro día a día.


Un requisito para el elevado rendimiento de la batería AMG de 400 voltios es la innovadora refrigeración directa. Por primera vez, un refrigerante de alta tecnología basado en un líquido no conductor de la electricidad fluye alrededor de las 560 células y las enfría individualmente. Si el acumulador de energía se enfría o se calienta en exceso, desciende sensiblemente su rendimiento, o puede ser necesario limitar la entrega de potencia para que el calor desarrollado no cause daños a la batería.


Por lo tanto, el control de la temperatura de la batería tiene una influencia decisiva en su rendimiento, vida útil y seguridad. Los sistemas convencionales de refrigeración, que operan solamente con aire, o que refrigeran de forma indirecta con agua el paquete completo de baterías, están limitados. Si la gestión térmica no asume su tarea con fiabilidad, existe peligro de envejecimiento prematuro de la batería.


Para poder implementar la refrigeración directa, los especialistas de AMG han tenido que desarrollar nuevos módulos de refrigeración de pocos milímetros de ancho. Los 14 litros de líquido refrigerante circulan de arriba hacia abajo con ayuda de una bomba eléctrica de alta potencia desarrollada específicamente para este fin y atraviesan la totalidad de la batería, pasando junto a cada una de las células, y atraviesan además un intercambiador de calor de aceite y agua montado directamente junto a la batería. Este intercambiador transmite la energía térmica a uno de los dos circuitos de baja temperatura del vehículo, y de ahí al radiador de baja temperatura situado en el frontal del vehículo, que disipa la energía térmica. El sistema está dimensionado para asegurar en todo momento una distribución homogénea del calor en la batería. De esta manera, el sistema de baterías es especialmente liviano y compacto, lo que contribuye al bajo peso del conjunto.


Como consecuencia, la batería opera siempre en un rango ideal de temperatura media de servicio de 45º, tanto si se carga como si se descarga. Los sistemas convencionales de refrigeración no pueden garantizar esta eficacia, lo que impide que la batería pueda desarrollar plenamente su rendimiento. Este acumulador de energía conserva en todo momento su capacidad de rendimiento, incluso al conducir rápidamente en modo híbrido en un circuito, con fases frecuentes de aceleración (en las que se descarga la batería) y de deceleración (en las que se recarga la batería).


Durante la fase de carga de la batería en movimiento, se genera un momento de frenado elevado, con lo que disminuye el desgaste de los frenos de las ruedas que, en función de la situación del tráfico y el nivel de recuperación, ni siquiera necesitan intervenir (modo «one pedal»). Otra ventaja de la recuperación es que el vehículo no se acelera al bajar cuestas empinadas, ya que el sistema actúa como un freno motor, pero recupera al mismo tiempo energía y la envía a la batería. Además de esas ventajas, hay que detener un potencial tan grande, así que se monta de serie el sistema de frenos AMG de alto rendimiento con pinzas fijas de 6 pistones delante y pinzas de 1 pistón en la parte trasera. El sistema de frenos cerámicos de alto rendimiento AMG está disponible como opción.


Por su parte, el conductor puede accionar la tecla AMG en el lado derecho del volante para elegir entre diferentes potencias de recuperación. Esto se aplica en todos los programas de conducción, con excepción de «Calzada resbaladiza», si bien la recuperación puede variar según el programa de conducción activo.
  • Nivel 0: el vehículo se comporta como un modelo convencional con motor de combustión y cambio manual en el que el conductor pisa el embrague; es decir, continúa rodando con mínima resistencia mecánica. La potencia de recuperación es muy reducida, y contribuye solamente a asegurar la alimentación eléctrica del vehículo. Si está apagado el motor de combustión interna se reducen al mínimo las pérdidas por fricción en la cadena cinemática.
  • Nivel 1: este ajuste es el estándar, en el que el conductor percibe la recuperación, correspondiente aproximadamente a la deceleración de un motor de combustión embragado.
  • Nivel 2: recuperación intensa; no es prácticamente necesario accionar el pedal de freno al desplazarse en el tráfico fluido.
  • Nivel 3: máximo nivel de recuperación energética. En este nivel es posible la conducción «One-Pedal», como en un vehículo exclusivamente eléctrico. En función de la situación de conducción, es posible devolver a la batería más de 100 kW de potencia.

Particularidad del programa de conducción RACE:
en el modo de circuito de carreras, el conductor desea extraer al máximo el tiempo de frenada. En el programa de conducción «RACE» se fija automáticamente la recuperación al nivel 1 con el fin de permitir un comportamiento reproducible del vehículo al límite.


Los ocho programas de conducción AMG DYNAMIC SELECT «Electric», «Comfort», «Battery Hold», «Sport», «Sport+», «RACE», «Smooth» e «Individual» están adaptados a la nueva tecnología de propulsión y ofrecen así una experiencia de conducción muy variada.


Estos programas de conducción adaptan parámetros importantes del vehículo, como la respuesta de la propulsión y la transmisión, la dirección, la amortiguación y la sonoridad. El efecto boost del motor eléctrico también depende del programa de conducción seleccionado.


De serie, el híbrido de altas prestaciones arranca de forma silenciosa en el modo de conducción «Comfort» al conectarse el motor eléctrico. El cuadro de instrumentos muestra el icono «Ready», que indica que el vehículo está en marcha. Al mismo tiempo, a modo de confirmación acústica de que el vehículo está preparado para iniciar la conducción, se emite un sonido Start-Up, característico de AMG, que se reproduce en el habitáculo por medio de los altavoces del vehículo. A partir de ese momento, basta con pisar levemente el pedal acelerador para que el modelo híbrido se ponga en movimiento.


Con el programa de conducción «Electric» se otorga prioridad a la conducción eléctrica hasta los 125 km/h, con el motor de combustión siempre apagado. Gracias a la unión mecánica con los componentes de AMG Performance 4MATIC+, la tracción integral está siempre disponible. Si se agota la carga de la batería, o si el conductor solicita más potencia, la regulación inteligente de la operación cambia automáticamente al programa de conducción «Comfort», con lo que arranca el motor de combustión interna y asume la propulsión del conjunto.


En el programa de conducción «Comfort» la puesta en marcha se realiza generalmente en modo eléctrico y el motor de combustión interna y el motor eléctrico operan en función de la situación. La potencia de boost del motor eléctrico es de un máximo de alrededor del 25% de la potencia total que se suma a la que ya tiene el vehículo.


«Battery Hold», al igual que en el programa de conducción «Comfort», el motor de combustión y el motor eléctrico funcionan según la situación, pero la mayor diferencia es que se mantiene constante el nivel de carga de la batería. Por ejemplo, si la batería está al 75% de carga, se mantiene en nivel en «Battery Hold», por lo que el uso del motor eléctrico se limita y se optimiza para una baja entrega de energía, que se compensa, por ejemplo, con la recuperación de la misma. De esta manera, el conductor puede decidir cuándo volver a utilizar completamente la carga de la batería simplemente cambiando el programa de conducción.


Y vamos con lo más interesante, ya que no dejamos de hablar de AMG, así que con el programa de conducción «Sport», obtenemos una puesta en marcha con el motor eléctrico y el motor de combustión. Se libera más impulso del motor eléctrico, hasta alrededor del 65% así que la impresión del conductor adquiere un cariz más deportivo mediante una respuesta más ágil a los requerimientos del acelerador, tiempo de cambio de marcha más breves y cambio a una marcha inferior más temprano. Vamos; que es una conducción más dinámica.


Con el programa de conducción «Sport +» se hace la puesta en marcha con el motor eléctrico y el motor de combustión, existiendo una interacción de ambos propulsores en función de la situación. Tiene un carácter extremadamente deportivo gracias a una reacción aún más ágil al pedal acelerador e intervención precisa en el par motor al cambiar a una marcha más larga mediante inhibición selectiva de cilindros para una transición aún más breve. También existe un aumento del número de revoluciones desde el punto muerto para un arranque más rápido. El tren de rodaje, la dirección y la cadena cinemática presentan un ajuste aún más dinámico.


Por último, el programa de conducción «RACE» está muy orientado para la conducción en circuitos cerrados al público. En este modo, todos los parámetros están optimizados para permitir máximas prestaciones, con una puesta en marcha con el motor eléctrico y el motor de combustión, e interacción de ambos propulsores en función de la situación. La potencia «boost» del motor eléctrico se eleva hasta el 80%.


Hay una recarga intensa de la batería si el conductor no solicita mucha potencia para asegurar la máxima disponibilidad eléctrica. Además, el «Modo Boost» se puede activar a través del botón izquierdo del volante, aunque se limita entonces a un máximo del 30% para conservar las reservas de energía.


También existe un programa de conducción denominado «Calzada resbaladiza», que está optimizado para circular sobre superficies de baja adherencia, con potencia reducida y una curva de par menos acorde. Con este programa se desactivan la conducción en modo eléctrico exclusivo y el reglaje de la recuperación de energía.


Por supuesto, existe el programa de conducción «Individual» con una adaptación individual de la propulsión, transmisión, AMG DYNAMICS, el tren de rodaje, la dirección y el sistema de escape.


Otras ventajas de la propulsión híbrida surgen para el control de la dinámica de conducción. En lugar de una intervención en los frenos al activarse el ESP, el motor eléctrico puede regular la tracción en el momento en que se advierte un patinaje excesivo en una rueda. Como consecuencia, el ESP no tiene que intervenir, o puede hacerlo más tarde. Las ventajas son evidentes.


El diseño del nuevo C 63 S se diferencia de la Clase C de Mercedes-Benz habitual por sus proporciones más musculosas. Se basa en una carrocería AMG ampliamente modificada, de ahí sus trazos mucho más rotundos. La parte delantera es 50 milímetros más larga, los guardabarros delanteros son más anchos y el Estate (carrocería familiar) es 83 milímetros más largo.

Una nueva característica distintiva y exclusiva del C 63 S es la estrecha salida de aire en el centro del capó, que transiciona elegantemente hacia las dos cúpulas de potencia que monta. También un detalle pequeño, pero muy relevante y curioso es que, por primera vez en un modelo de serie de Mercedes-AMG, un distintivo redondo con el escudo negro de AMG reemplaza a la estrella de Mercedes con corona de laurel en el capó.


Pero los elementos más típicos siguen siendo la parrilla del radiador específica de AMG y el faldón delantero AMG en diseño de ala de jet. Por su parte, las ranuras, las grandes entradas de aire y las cortinas de aire dirigen el flujo a sus diversas funciones. Dos paneles de aire controlados electrónicamente permiten regular el aire de acuerdo a los requerimientos.

Si pasamos a la vista lateral, nos encontramos la placa distintiva E PERFORMANCE y el C 63 S también rueda sobre llantas de aleación AMG y neumáticos de serie de 19″ de cualidades mixtas. Las combinaciones opcionales de llantas y neumáticos están disponibles en formato de 20″, también con neumáticos de tipo mixtos, incluyendo una nueva llanta forjada.


Por otra parte, los faldones laterales hacen cobertura al faldón trasero con un gran difusor que incluye las preciosas salidas de escape específicas. Entre los detalles exclusivos de la parte trasera se encuentran el alerón concreto de la tapa del maletero (spoiler de techo en el Estate), la tapa del enchufe y la designación del modelo resaltada en rojo.


También hay numerosos detalles de pintura y equipamiento disponibles para una mayor individualización en nuestro modelo. Por ejemplo, el acabado de pintura mate gris grafito magno está disponible exclusivamente para el C 63 S y es específico. El diseño exterior puede acentuarse aún más con los paquetes exteriores de fibra de carbono AMG I y II, los paquetes nocturnos AMG I y II o el paquete aerodinámico AMG, entre otros.

Otros aspectos destacados de la nueva serie de modelos, que se lanzan simultáneamente como Berlina y Estate es que, por primera vez en un C 63, la tracción integral totalmente variable AMG Performance 4MATIC+ transmite la fuerza motriz a la carretera, incluyendo el modo drift. A esto se añade la dirección activa del eje trasero de serie, otra característica única en este segmento (algo parecido existe en el BMW M5, pero es otro segmento).


El tren de rodaje con muelles de acero AMG RIDE CONTROL de serie con amortiguación regulable adaptativa combina un dinamismo de conducción claramente deportivo con el confort para trayectos largos típico de la marca. El diseño de la dirección también contribuye a aumentar el dinamismo y el confort. La dirección de tres niveles trabaja con una desmultiplicación variable en geometría de la dirección, que se adapta automáticamente al programa de conducción seleccionado en cada momento.


Por su parte, la dirección del eje trasero de serie funciona con un ángulo de giro máximo de 2,5º. Esta es la cota máxima que pueden bascular las ruedas del eje trasero en sentido antagonista al giro de las ruedas delanteras hasta una velocidad de 100 km/h (variable, en función del reglaje elegido para AMG DYNAMICS). Esto conduce a una reducción virtual de la distancia entre ejes, lo cual redunda a su vez en una respuesta más ágil a la dirección, una disminución del ángulo de giro en el volante y una mayor maniobrabilidad. Con ello se acorta asimismo el diámetro de giro.

En cambio, a velocidades superiores a los 100 km/h (variable en función del ajuste AMG DYNAMICS), las ruedas traseras giran en paralelo a las delanteras, hasta un máximo de 0,7º. Esto repercute positivamente en la estabilidad de marcha, permite un aumento más rápido de la fuerza de guiado lateral al cambiar de dirección y, por consiguiente, a una reacción más directa del vehículo a las órdenes recibidas mediante el volante.


En el interior, los asientos deportivos AMG con gráficos especiales y un patrón de costuras distintivo contribuyen a ese carácter individual que podemos plasmar en este vehículo. El asiento AMG Performance de segunda generación, completamente rediseñado, está disponible como opción. Su característica especial son los cojines laterales con aberturas que ahorran peso y también permiten una mejor ventilación. Cuando están equipados con cuero de napa, también se acentúan en un color de contraste. El logotipo AMG se sitúa ahora entre las aberturas cromadas mate bajo el reposacabezas integrado.


También hay muchas opciones individuales disponibles para ese interior. Por ejemplo, los colores exclusivos y los distintos tapizados de cuero de napa con el emblema AMG en relieve en los reposacabezas delanteros.


Por supuesto, el sistema de infoentretenimiento MBUX incluye varias pantallas y funciones específicas de AMG y la circulación híbrida. Entre esos menús se cuentan representaciones propias en el cuadro de instrumentos, en el visualizador multimedia central de formato vertical y en la consola central, así como en el Head-up-Display opcional, si se ha elegido este equipo.


El cuadro de instrumentos puede personalizarse con diferentes estilos de visualización y vistas principales seleccionables individualmente. El estilo Supersport, específico de AMG, ofrece la posibilidad de mostrar diversos contenidos y entre ellos, se encuentra un menú con temperaturas específicas de los híbridos o un menú de configuración que muestra los ajustes de la suspensión o de la transmisión en ese momento. Además, el conductor puede disponer de un mapa de navegación o de los datos de consumo en ese estilo superdeportivo.


El Head-up Display también ofrece estilos de visualización específicos de AMG y se puede acceder a ellos a través del menú principal del cuadro de instrumentos. En el MBUX, también se pueden visualizar menús específicos de AMG, por ejemplo, la velocidad, la potencia, el par y la temperatura del motor eléctrico, así como la temperatura de la batería, amén de más cosas.


A esto se suma la tecla de acceso directo para los programas de conducción AMG DYNAMIC SELECT. También está integrado el AMG TRACK PACE, el registrador específico de datos opcional para su uso en el circuito.


El software registra más de 80 datos específicos del vehículo, como la velocidad, la aceleración, el ángulo de la dirección y el accionamiento del pedal del freno, diez veces por segundo mientras se conduce por un circuito. Además, se muestran los tiempos por vuelta y por sector.


Otro equipo que aporta un valor añadido es el volante AMG Performance incorporado de serie con su llamativo diseño de radios dobles y botones integrados. Las teclas AMG redondas en el volante impresionan con sus brillantes visualizadores integrados y su perfecto esquema lógico de manejo. Con estos mandos pueden controlarse funciones importantes del vehículo y todos los programas de conducción sin necesidad de retirar las manos. Una novedad es la posibilidad de seleccionar los niveles de recuperación de energía de la propulsión híbrida mediante las teclas en el volante.


Realmente, es impresionante conocer un AMG híbrido y cómo lo han sabido hacer desde la nada.

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