Ferrari 499P. De vuelta a Le Mans
El nuevo reglamento técnico de la FIA (Fédération Internationale de l'Automobile) y del ACO (Automobile Club de l'Ouest) para la categoría Hypercar ha llevado a la marca italiana a emprender un camino de innovación y desarrollo para producir un Hypercar de Le Mans (LMH) fiel a la tradición, que ve el circuito como el terreno ideal para desarrollar soluciones tecnológicas que luego se integrarán en sus coches de calle.
La carrocería del prototipo está esculpida a partir de una superficie plana, de la que se desarrollan armoniosamente las vainas laterales y los pasos de rueda. Los flujos aerodinámicos pasan por las vainas laterales sobre los huecos entre las crestas principales que rodean el habitáculo, refrigerando los radiadores ocultos bajo la carrocería. En el Ferrari 499P, la superficie de los pasos de rueda, un sello de Ferrari, se caracteriza por grandes rejillas, destinadas a reducir la presión en el interior de los alojamientos de las ruedas. Junto con los grupos de faros, imprimen al morro una sensación de carácter y expresividad, con sutiles referencias a los rasgos de estilo introducidos por primera vez en el Ferrari Daytona SP3.
En la zaga, una sutil piel de fibra de carbono cubre las distintas funciones, dejando completamente visibles las ruedas y la suspensión. La cola se caracteriza por un doble alerón horizontal; el alerón principal y los flaps superiores se han diseñado para garantizar la carga aerodinámica necesaria y lograr el máximo rendimiento.
El alerón inferior también cuenta con una "barra de luces" que enriquece el diseño trasero con un toque minimalista, pero efectivo. Por último, en una posición dominante sobre el coche se encuentra una toma de aire múltiple que alimenta la admisión del motor V6 y suministra refrigeración a la batería y la caja de cambios.
Construido sobre un chasis monocasco de fibra de carbono totalmente nuevo, el Ferrari 499P presenta soluciones que representan la vanguardia del automovilismo moderno. La geometría de la suspensión de tipo push-rod, da como resultado unas cualidades extraordinarias de rigidez de la amortiguación, cuyos beneficios son evidentes tanto en la velocidad máxima como en las curvas. Los sistemas electrónicos se han desarrollado a partir de la experiencia adquirida en el mundo de las carreras de GT, pero convenientemente mejorados.
No menos sofisticado es el sistema de frenado, que integra un sistema brake-by-wire necesario para permitir la recuperación de energía cinética por parte del eje eléctrico delantero en las frenadas. El sistema se ha desarrollado para combinar precisión y rapidez de respuesta, además de ser muy fiable y duradero, aspectos complementarios que son una de las claves del éxito en las carreras de resistencia. El eje delantero eléctrico utiliza la energía recuperada durante la frenada, almacenándola en la batería de alto voltaje antes de transmitir el par a las ruedas delanteras cuando se alcanza una determinada velocidad, contribuyendo así a mejorar el rendimiento total del conjunto.
El prototipo con tracción a las cuatro ruedas cumple con el reglamento técnico y los requisitos de la categoría Hypercar de Le Mans con motor híbrido (un motor eléctrico para el eje delantero y uno térmico para el eje posterior), V6 biturbo, entregando una potencia máxima de 680cv. El tren motriz está acoplado a una caja de cambios secuencial de siete velocidades, con un peso mínimo de 1.030 kilos.
Veremos, más adelante, cual es la evolución de hypercar como este, pero de momento, no pinta mal la cosa. Bueno, pinta de "rosso".
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