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Mercedes-AMG S 63 E Performance. La clase deportiva e híbrida


La Clase S siempre ha desempeñado un papel importante para Mercedes-AMG.
Hace más de 50 años, los fundadores ya demostraron que podían transformar una berlina de lujo en un vehículo muy deportivo ya que en 1971 nacía AMG con el Mercedes-Benz 300 SEL 6.8 AMG. Hoy, el nuevo Mercedes‑AMG S 63 E PERFORMANCE con tecnología híbrida AMG vuelve a marcar la pauta en el segmento.


Combina el motor 4.0 V8 biturbo que en este caso produce 612 CV con un eficiente motor eléctrico. Proporciona un par máximo de 900 Nm, que está disponible en un amplio rango de velocidad pero con un sistema híbrido (que es lo que se lleva) y una batería que alimenta al motor eléctrico que nos proporciona una autonomía de 33 Km.


Pero aunque es híbrido, no es un híbrido al uso tal y como lo conocemos, ya que genera una descomunal potencia total de 802 CV y un par motor de 1.430 Nm. La aceleración de 3,3 segundos hasta los 100 km/h y la velocidad máxima (con el paquete AMG Driver) de 290 km/h subrayan la superioridad de la conducción dinámica y sistemas como el tren de rodaje AMG RIDE CONTROL+, la estabilización antivuelco AMG ACTIVE RIDE CONTROL y la dirección del eje trasero de serie garantizan un amplio margen entre dinamismo y confort.


El motor eléctrico de 190 CV está situado en el eje trasero, donde se integra en una compacta Unidad de Accionamiento Eléctrico junto con una caja de cambios de dos velocidades de accionamiento eléctrico y el diferencial de deslizamiento limitado del eje trasero controlado electrónicamente. El conjunto está asociado a un cambio automático específico AMG de 9 relaciones.


Ese motor eléctrico actúa directamente sobre el eje trasero de forma inmediata y, por lo tanto, puede convertir de forma inmediata la potencia en fuerza de propulsión, y ejercer así un efecto boost al ponerse en marcha, al acelerar o al adelantar.


En caso de deslizamiento en el eje trasero, la fuerza motriz del motor de combustión y del motor eléctrico se transfiere también a las ruedas delanteras, según sea necesario. Esto permite la conexión mecánica de la tracción total totalmente variable y también hace posible la conducción puramente eléctrica con tracción a las cuatro ruedas.


La batería de alto rendimiento del S 63 E PERFORMANCE ofrece una capacidad de 13,1 kWh y suministra 70 kW de potencia continua y 140 kW de potencia máxima (durante diez segundos) al motor eléctrico. La base del alto rendimiento de la batería de 400 voltios es la refrigeración directa, por medio de un refrigerante basado en un líquido no conductor de la electricidad, que circula alrededor de las 1.200 células y las enfría individualmente. Alrededor de 30 litros de refrigerante circulan de arriba a abajo por toda la batería pasando por cada célula con la ayuda de una bomba eléctrica


Las impresionantes prestaciones del Mercedes-AMG S 63 E PERFORMANCE se expresan también en su diseño exterior. Por primera vez, un Clase S lleva la parrilla del radiador específica con rejillas verticales y una gran estrella central (observaréis que muchas de las fotos no las llevan, pero para que os hagáis una idea).


En la vista lateral destacan las llantas forjadas AMG de hasta 21" y los paneles laterales específicos de AMG. En la parte trasera se aprecian rasgos de diseño característicos de los modelos del 63, como los embellecedores trapezoidales y estriados del tubo de escape doble o el amplio difusor.


En el interior se combina el equipamiento increíble de la Clase S con elementos específicos de AMG, como los asientos con gráficos especiales y costuras distintivas. Los colores exclusivos y los distintos tapizados de cuero napa con el escudo AMG en relieve en los reposacabezas delanteros acentúan el lado deportivo o lujoso. A ello se suman los elementos de adorno específicos y el volante AMG Performance de serie con botones en el volante.


Por su parte, el sistema de infoentretenimiento MBUX incluye varias pantallas y funciones específicas de AMG e híbridos. Se trata de las pantallas del cuadro de instrumentos, de la pantalla central multimedia vertical de la consola central y del head-up display opcional.


La vista de la instrumentación puede personalizarse con diferentes estilos de visualización y vistas principales seleccionables individualmente. El Head-Up Display también ofrece estilos de visualización propios de AMG.


El volante AMG Performance, con su característico diseño de radios dobles y los botones de la palanca de cambios perfectamente integrados, también contribuye al aspecto típico de la marca. Los niveles de recuperación de la propulsión híbrida también pueden seleccionarse mediante los botones del volante.


No obstante, la autonomía eléctrica de 33 kilómetros permite un radio de acción práctico para realizar los quehaceres diarios. Es una berlina lujosa, deportiva, tecnológica e híbrida. ¿Qué más podemos pedir?. A sí, que sea más barata. 

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