Brabham BT62. Como el Ave Fénix

Muchos de vosotros no lo sabréis, pero Brabham es una marca histórica en las carreras y su administrador actual, David Brabham, ha querido que esa marca o se pierda en el olvido. Sobre la base de un notable pedigrí de carreras de 70 años, anunció el regreso de Brabham a la fabricación de coches en un evento en el centro de Londres, con el lanzamiento mundial del primer producto de Brabham Automotive, el impresionante BT62.

El lanzamiento tuvo lugar en Australia House en Londres, sede de la Alta Comisión Australiana, en medio de un impresionante conjunto de vehículos históricos de carreras Brabham y trazan los notables éxitos del ilustre pasado de la firma.

En su presentación al gran público fue decorado en celebración del BT19 verde y dorado de Jack Brabham y su histórica victoria en el Gran Premio de Francia de Fórmula 1 de 1966 en Reims, el año en que hizo historia al convertirse en el primer (y hasta la fecha único) piloto en ganar un Campeonato Mundial en un automóvil de construcción propia.

El Brabham BT62 continúa la legendaria nomenclatura 'BT' establecida por los fundadores Jack Brabham y Ron Tauranac en la década de 1960 y honra el legado de los coches más grandes y memorables de la marca.

El nuevo Brabham es un deportivo de pura raza, de los que ya no existen (sí que existen, pero para carteras muy llenas) para un circuito y capaz de establecer tiempos de vuelta vertiginosos. El BT62 cuenta con una relación peso-potencia de 730 CV por tonelada y un par máximo de 667 Nm , un peso en seco de solo 972 kg y tiene un motor 5.4 V8 atmosférico de fabricación propia. 

Diseñado desde cero y con una serie de detalles de ingeniería únicos, el Brabham BT62 se basa en la vasta experiencia del equipo para crear un automóvil sin igual. Hecho de fibra de carbono, la superficie exterior del BT62 y el agresivo paquete aerodinámico se combinan para lograr el equilibrio óptimo entre la ergonomía y la forma. Es un coche para aquellos que quieren desafiarse a sí mismos y a sus limitaciones para experimentar una conducción en estado puro.

Aquellos que tengan la suerte de poseer un Brabham BT62 por, aproximadamente, 1.350.000 euros, de nada; se unirán al programa de desarrollo de conductores de Brabham, donde su capacidad física y determinación se elevarán a un lugar donde el potencial de rendimiento tanto del conductor como del vehículo se puede explotar juntos.

Antes de las opciones, la producción del Brabham BT62 se limitará a solo setenta coches, reconociendo la herencia de 70 años de Brabham; los primeros treinta y cinco de los cuales celebrarán las treinta y cinco victorias de Grand Prix ganadas por Brabham durante sus treinta años de reinado en la Fórmula 1.

Las primeras entregas del vehículo terminado se esperaban  para finales de 2018. No sé cual ha sido el devenir de esta marca y, obviamente, no lo probaré nunca (bueno, no lo sé), pero el desarrollo y el vehículo en sí ahí está y gracias a ello, podemos disfrutar de un vehículo de calle espectacular de una marca con un gran bagaje en competición y una gran historia.