Un pedazo de historia

Hace treinta años, una orgullosa nueva propietaria condujo su recién estrenado Skoda Favorit a casa desde un concesionario de Atenas. Era la primera vez en mucho tiempo que la conductora se ponía al volante de un coche. Recorrió los 34 kilómetros del concesionario a su casa sin problemas. Pero después de aparcar el coche, decidió que conducir no era lo suyo. Durante las tres décadas siguientes, el cuentakilómetros del Favorit marcó esos 34 kilómetros que separaban el concesionario de su casa.

Así es como un garaje subterráneo de un barrio de Atenas llegó a albergar el que quizá sea el Skoda Favorit mejor conservado del mundo. Hoy el coche está de vuelta en Chequia. Y pertenece a alguien que tiene mucho en común con la marca. Jirí Micánek Junior que sólo tenía siete años cuando este Favorit emprendió su único viaje, ya llevaba sangre automovilística en las venas. Su padre, Jirí Micánek Senior, había pilotado monoplazas en competiciones de Fórmula en la entonces Checoslovaquia y Europa del Este, la mayoría de ellos con motores Skoda. Con ellos logró diez títulos de campeón de Checoslovaquia, tanto en carreras de circuito como en pruebas de subida a montaña.

Jirí Micánek Junior superó la oferta de todos sus rivales y en la última fase sólo quedaban él y otro piloto checo, Boris Vaculík, que ha competido en el Rally Dakar, entre otras pruebas. El coche le costó 24.000 euros, unas 600.000 coronas checas al cambio. Eso es unas seis veces más de lo que costaba en 1993, cuando se fabricó. Pero si tenemos en cuenta la inflación, el precio es casi el equivalente exacto de su valor actual. Lo mantendrá en su estado original, lo que significa que no lo conducirá. Será un recuerdo histórico de su familia de pilotos y de su conexión con la marca en el futuro

Pero vamos al lío. Dos meses después, el Skoda Favorit llegó en un contenedor a Frankfurt, donde lo recogió su nuevo propietario. Con una cincha de remolque, por supuesto, porque una joya como esta no debería deteriorarse en viajes largos. Además, su nuevo propietario no tiene previsto conducirlo mucho, sino mantenerlo en su estado inmaculado el mayor tiempo posible.

Después de pasar treinta años en un garaje, el coche parece salido actualmente de producción. Incluso tiene las fundas de plástico protectoras en los asientos; el compartimento del motor tiene las etiquetas de papel completamente intactas; y la pintura blanca como la nieve de los pasos de rueda demuestra que el Favorit recorrió los 34 kilómetros por una carretera seca.

Aun así, hay algunos pequeños desperfectos. Tres décadas en un garaje del sur de Europa dejaron arañazos en la pintura de otros coches. Son especialmente visibles en los bordes de las puertas, esculpidos por los diseñadores de Bertone en la década de 1980.

El coche pertenece a la generación posterior al facelift de 1993 y, además de su magistral diseño, con el logo antiguo en el frontal, el interior tiene una moderna decoración gris, ya que la versión original con el salpicadero beige reflejaba las tendencias de finales de los 80, cuando el Favorit se lanzó por primera vez en Checoslovaquia y Europa.

El concesionario griego, probablemente a petición del propietario, equipó el coche con algunos accesorios de diseño, como la decoración del salpicadero de imitación madera o las pegatinas de colores, entonces de moda, que copiaban las líneas de los laterales del coche. Por lo demás, es la versión básica, LX. Sus propietarios tenían que prescindir, por ejemplo, del cuentarrevoluciones, cuyo lugar era ocupado por un enorme reloj.

Bajo el capó el motor tiene una cilindrada 1.3 y una potencia de 53 CV. Está controlado por la electrónica Bosch, que sustituyó al carburador original y lo único que el nuevo propietario ha hecho al motor ha sido, por supuesto, cambiar el aceite y los filtros, además de la batería.

Gracias a ello, el nuevo Favorit arranca inmediatamente al girar la llave, y del compartimento del motor sólo sale un leve murmullo. Ni siquiera treinta años han hecho nada por disminuir la sensación de oír un motor recién estrenado.