Dos Porsche de cuatro cilindros
En 2023 cumple 60 años el Porsche 356 C (uno de los precursores del mítico 911) y, en un garaje de Bielefeld, Alemania, se conserva un magnífico ejemplar. No está solo, le acompaña otro Porsche con motor bóxer de cuatro cilindros, un 912 de la misma época.
Este nuevo vehículo parecía estar llamado al éxito, pero hubo un gran problema como el aumento de precio frente a su antecesor. Si el Porsche 356 1600 SC Coupé costaba 16.450 marcos alemanes, el 901 elevó la cifra en 5.450 marcos, hasta llegar a los 21.900. Era como si se hubiera perdido un eslabón en la cadena que conectaba dos épocas. Además, los auténticos amantes de Porsche preferían el motor de cuatro cilindros al de seis y los ingenieros eran conscientes de que un motor de seis cilindros con un anticuado árbol de levas central no resultaba apropiado.
Fue la idea de fabricar un 2+2 puro, con dos asientos abatibles en la parte trasera, lo que mostró el camino a seguir. Esto permitió al equipo diseñar un techo con caída descendente en línea recta. Al final, después de muchas variantes, nació el Porsche 901, todo un icono del mundo del automóvil. Dele a un niño una hoja de papel y pídale que dibuje un coche deportivo y con total seguridad, el resultado se parecerá mucho a este modelo. El 901, poco después del inicio de su comercialización, pasaría a denominarse 911 debido a asuntos legales.
Como puente necesario para aquel momento de transición nació el Porsche 912, que presentaba el diseño y la tecnología del nuevo modelo, pero estaba equipado con el motor de cuatro cilindros de su predecesor. Todo ello por 16.250 marcos alemanes en 1965.
Aparcados uno al lado del otro, es evidente que a estos dos modelos de Porsche los separa una generación. Pero tienen muchos puntos en común y se fabricaron con solo dos años de diferencia (1964 y 1966).
Y aquí comienza la historia de Peter Ellinghorst (el dueño del Porche 356 C y el 912) y su relación de amor con dos Porsche similares pero diferentes. El 356 fue su coche de bodas. La historia fácilmente podría terminar aquí, pero a veces surge el deseo de más. Durante mucho tiempo, Peter había querido tener otro compañero junto a su querido 356, uno que pudiera hacer el mismo trabajo que su primer Porsche y que a la vez fuera capaz de afrontar los grandes kilometrajes de un rallye o unas vacaciones. Un Porsche 912 que decoraba un jardín
Con esta idea en mente comenzó una búsqueda que lo llevó a los Países Bajos, donde un Porsche 911 que había encontrado en un anuncio de internet terminó siendo en realidad un montón de óxido con ruedas. Sin embargo, como un elemento decorativo más, se encontraba un coche accidentado que resultó ser un Porsche 912. Tenía daños severos en la parte delantera derecha y también acumulaba bastante óxido. Pero estaba en buenas condiciones mecánicas y portaba una de las codiciadas matrículas negras de California, dado que era un modelo de importación.
Dejando a un lado los trabajos de reparación, el Porsche 912 resultaba interesante por el buen estado de los cromados, las puertas o el revestimiento del techo. También conservaba el equipamiento, el motor y la caja de cambios originales. El chasis se pudo alinear sin problema y la carrocería no estaba torcida. Así que aquel 912 era la base perfecta para una restauración.
Es sorprendente la cantidad de elementos que tienen en común ambos coches como el sistema de frenos, las llantas (que Peter reemplazó por unas Fuchs de 14"), los espejos retrovisores exteriores e interiores, el motor y muchas piezas menores eran idénticos en los dos coches. Así surgió la idea de pintar los dos coches de un color inusual para Porsche, como un color característico de Jaguar, el denominado Satin Silver.
Pero aunque sean básicamente iguales, el 912 tiene mejor chasis y dirección. Es, evidentemente, más vivo y más moderno, gracias a su potencia y a la más moderna caja de cambios de cinco velocidades. Sin embargo, hay menos separación entre los dos coches de lo que se podría creer. Los asientos, la postura al volante, ese sonido evocador… Ambos son Porsche y se pueden conducir todos los días.
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