Lo demás es historia: 60 Años del Maserati Quattroporte

En este año se cumplen 60 años del nacimiento de uno de los Maserati más míticos y extraños del panorama mundial. En 1963, el Salón del Automóvil de Turín, abrió las puertas de su 45ª edición y el Maserati Quattroporte hizo su aparición estelar. 

El Quattroporte engloba en un solo automóvil un viaje a una de las partes más exclusivas del automovilismo. La berlina deportiva de lujo ha representado durante mucho tiempo a una sección transversal de la sociedad detrás del volante, además de ser un importante segmento del sector automoción.

La primera generación del Quattroporte fue pionera, con su motor de 8 cilindros derivado de las carreras, realzado por un diseño dinámico pero elegante, y por supuesto sin olvidar el refinamiento de los interiores, típico de Maserati. A lo largo de los años, se fue posicionando en la mente de los clientes como una limusina con espíritu de carreras (la versión inicial podía alcanzar los 230 km/h). 

Frua trazó el diseño inicial, seguido por otros maestros del calibre de Bertone, Giugiaro, Gandini y Pininfarina, hasta el Maserati Centro Stile, hogar de la última y actual generación del Quattroporte. Mientras tanto, para toda una familia de ingenieros, mecánicos, pilotos de pruebas y diseñadores que lo llevan de los planos a la carretera, el Quattroporte ha sido y sigue siendo una de las joyas de la corona del Tridente y un hito importante.

En el caso de la segunda generación podría hablarse de un reto más audaz, pero quizás no tan memorable; el famoso Quattroporte III fue un éxito rotundo; pero también se le recuerda como un nuevo reto que se superó plenamente hacia finales de la década de 1990; un modelo que rompió lazos con el pasado sin dejar de ser fiel a su fórmula como lo hizo la generación de 2003.

El Quattroporte fue un pilar del panorama automovilístico en el siglo XX y sigue siéndolo en el nuevo milenio. Sesenta años después y tras recorrer innumerables kilómetros, continúa su andadura como protagonista de su tiempo (aunque sea, muchas veces, olvidado).