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Lo demás es historia: Familiares de Peugeot


¿Os acordáis de que la Renault Espace fue una pionera en Europa, gracias a que en E.E.U.U. existía la Chrysler Voyager?. Pues Peugeot hizo lo mismo con versiones familiares de sus berlinas En su primer modelo desarrollado y lanzado después de la Segunda Guerra Mundial, el Peugeot 203, el león no dudó en dar un paso hacia lo desconocido e incluir una versión al estilo de los Station Wagon americanos. Por aquella época, los Estados Unidos empezaban a explorar una modernización del concepto de Station Wagon, unas versiones alargadas de sus automóviles que, desde 1910, llamaban la atención por su capacidad de carga y su carrocería de madera. En 1946, se introdujo el primer modelo de estas características en el mercado estadounidense con carrocería metálica.


Y es que desde 1950 en nuestras latitudes, las carrocerías familiares han estado siempre presentes en el catálogo Peugeot, ofreciendo más espacio interior y, en muchas ocasiones, más plazas que las berlinas de la marca. A lo largo de las décadas, han sabido imponerse frente a segmentos emergentes como los monovolúmenes o los SUV, de los que ha sabido tomar ideas (o viceversa), como la modularidad o la polivalencia.


Del Peugeot 203 se fabricaron 61.000 unidades de esta versión entre 1950 y 1956. Entre sus principales ventajas, contamos que tenía tres filas de asientos para acoger hasta 8 pasajeros y un práctico portón de apertura lateral para acceder al maletero. Con la misma carrocería, se puso a la venta una versión comercial, dotaba de suspensión de ballestas para adaptarse a cargas más pesadas.


Este tipo de vehículos había llegado para quedarse, como demostró el Peugeot 403 Familiale, que llegó al mercado en 1957 y ofrecía espacio para nueve personas en tres filas de asientos y seguía la receta del 203 con un motor mejorado 1.5 y 58 CV que podía alcanzar una velocidad de 125 Km/h. En octubre de 1959 llegaría la motorización diésel 1.8 de 48 CV, capaz de llegar a los 105 Km/h.


En la década de los 60, Peugeot afianzó su oferta de carrocerías familiares llevándola a nuevos segmentos. En 1963 se presentó el 404 Familiar, que mantenía las tres filas de asientos y presentaba una gama de motores con dos gasolina 1.6 de 72 CV y 85 CV, respectivamente, y dos diésel, 1.8 y 55 CV y 2.9 de 68 CV. Tres años después, se presentaba el Peugeot 204 Break y tracción delantera. Con la misma distancia entre ejes y longitud que la berlina (3,97 m), ofrecía mayor espacio interior.


1971 fue el año de lanzamiento de los Peugeot 504 Break y Familiale, las primeras rancheras de la marca comercializadas en España desde 1980, que llamaron la atención por su enorme tamaño para los estándares del mercado español de aquella época. Diseñado por Pininfarina, estaba disponible en dos versiones, el Break, con dos filas de asientos y Familiale, con 3 filas. También en 1971, llegaría a Francia el Peugeot 304 Break, una evolución del 204 más larga y con una estética más moderna.


Con la llegada de los años 80 aterrizaría en el mercado el Peugeot 305 Break. Apenas comercializado en España, presentó, en primicia para la marca, una banqueta trasera partida para aumentar su polivalencia.


El Peugeot 505 Break comenzó su trayectoria comercial en 1982. Pasó a la historia por varios motivos, ya que fue el último modelo del León de propulsión trasera y también supuso el final de la opción “familiar” y su tercera fila de asientos, pero también se convirtió en el primer Break de Peugeot en contar con motor turbodiésel y también el pionero en ofrecer tracción 4x4 a través de Dangel.


Su sucesor, el Peugeot 405 Break de 1988 incorporó una suspensión hidroneumática en sus versiones 4x4. Fue la única vez que el León recurrió a esta tecnología en uno de sus modelos. Por su parte, el Peugeot 406 Break de 1996 fue el primer modelo de la marca en utilizar el multiplexado, además de estrenar un diseño vertical en la zaga.


Con el Peugeot 306 Break de 1997, la firma francesa volvía a tener una doble oferta en este segmento, impulsada por el éxito de los automóviles familiares en mercados del Norte y el Centro de Europa.


El siglo XXI supuso un cambio de nomenclatura en esos tipos de vehículos. Los Breaks de los años 80 y 90 pasarían a identificarse bajo las siglas SW, toda una vuelta a los orígenes de una silueta a la que estaban plantando cara los monovolúmenes y los primeros SUV.


El Peugeot 307 SW de 2002 trasladó a un automóvil familiar la modularidad de las nuevas propuestas convirtiéndose en un éxito de ventas. Aprovechó su mayor altura al suelo y sus 4,4 metros de longitud para ofrecer un techo de cristal panorámico como gran primicia, además de la posibilidad de contar con 7 asientos en 3 filas.


El mismo año, llegó a la calles el Peugeot 206 SW, el primer break de la marca en el segmento B. Con apenas 4 m de largo, se diferenciaba de la berlina por su mayor longitud, una suspensión trasera específica y unas puertas traseras con los tiradores ocultos en los montantes. El sucesor del 206, el 207 SW de 2006, ya incorporó en Europa el acabado campero Outdoor, precursor de los SUV modernos y fue reemplazado en la gama por la primera generación del Peugeot 2008.


En categorías superiores, el Peugeot 407 SW (2004) fue la primera versión familiar en ser diseñada como un automóvil aparte y no como el derivado de una berlina. Estrenó una innovadora suspensión con paralelogramo deformable y fue pionero entre los familiares de Peugeot en equipar un motor de más de cuatro cilindros, concretamente un V6.


Al mismo tiempo, el León perseveraba en su estrategia de la doble oferta con el primer Peugeot 308 SW (2008), que insistía en las tres filas y el techo panorámico que le habían permitido luchar frente a los monovolúmenes. Por su parte, el Peugeot 508 SW de 2011 planteaba un nuevo lenguaje de diseño e introducía la tecnología híbrida, combinada con el diésel, en su versión RXH. La segunda generación del Peugeot 308 SW de 2014, incorporaba una amplia gama de equipamientos tecnológicos como la pantalla táctil o funciones a la ayuda a la conducción, entre otras cosas.


La actual hornada del Peugeot 308 SW agrupa carrocerías como los break, tourer y station wagon por su diseño dinámico, su alto nivel de equipamiento tecnológico y la presencia de las nuevas señas de identidad de la marca, que ahondan en su faceta premium. Este modelo incorpora un innovador motor eléctrico de 156 CV que ofrece una autonomía de 413 kilómetros.


Dispone de un maletero de hasta 608 litros de capacidad, una cifra destacable en un automóvil de 4,6 m de largo y 1,8 m de ancho. Esta capacidad, además, se multiplica gracias a su modularidad sobresaliente.


Por su parte, el nuevo Peugeot 508 SW llama la atención por su nuevo frontal, que incorpora luces Matrix LED y en el que el motivo de la calandra se funde con el paragolpes. En el apartado tecnológico, renueva su puesto de conducción PEUGEOT i-Cockpit, desde el que se manejan la funciones de ayuda a la conducción más avanzadas. Bajo el capó, completa su gama PHEV con el nuevo motor Plug-In Hybrid 180. A la mecánica Plug-In Hybrid 360 con tracción total reservada al 508 Sport Engineered se suman la cadena Plug-In Hybrid 225 y al nuevo motor Plug In Hybrid de 180 CV


El 508 SW PEUGEOT Sport Engineered es un automóvil deportivo propulsado con tecnología electrificada que incorpora toda la experiencia en aerodinámica, componentes mecánicos y prestaciones desarrolladas en competición.


El motor que mueve al 508 PEUGEOT Sport Engineered no sólo permite la combinación de su motor gasolina PureTech 200 y sus dos mecánicas eléctricas, situadas, respectivamente, en el eje delantero y trasero, logran una potencia total de 360 CV, con 4 ruedas motrices, sino que también hace posible poder elegir cuatro modos de conducción: Sport, Electric, Confort, Hybrid y 4WD.


Para el futuro más inmediato, encontraremos al Peugeot E-5008, un SUV que llegará al mercado en los próximos meses, adoptará muchos elementos que han formado parte del ADN de los automóviles familiares Peugeot.

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