Peugeot 208. El heredero
Cualquier tiempo pasado fue mejor. Es una afirmación que a mí me gusta porque yo conocí un auténtico hito automovilístico. Y es que el Peugeot 205 ocupa un lugar de honor en la historia de la marca. Abrió una nueva identidad joven, con una estética moderna y vocación deportiva. Además, inauguró rasgos de diseño que siguen estando muy presentes actualmente. Hoy, el nuevo Peugeot 208 sigue su estela en muchos aspectos y hereda su espíritu con un diseño dinámico e innovaciones en materia de ayuda a la conducción y tecnología eléctrica.
En 1983, Peugeot estaba considerada como una marca fiable y sólida (ahora no tanto), centrada en berlinas tradicionales. Una imagen conservadora y algo aburrida con la que se ganó el apodo de “el coche de los notarios” en Francia. Todo eso cambió con el lanzamiento del Peugeot 205.
Gérard Welter dio con los ingredientes de una auténtica revolución estilística que haría triunfar a la marca en el segmento de los utilitarios. Una silueta redondeada, una amplia superficie acristalada y un aspecto ligero y simpático se unieron para crear un modelo de éxito.
Como su antecesor, el nuevo Peugeot 208 da un golpe en la mesa en materia de diseño, adoptando un estilo deportivo, con unas líneas felinas que rinden homenaje al León que identifica a la marca. El renovado logotipo aparece tanto en el centro de una calandra que evoluciona hasta fundirse con la carrocería. Este animal también aparece en la firma luminosa, con las características tres garras en las luces diurnas delanteras y en los faros Full LED de la parte trasera.
Por su parte, el puesto de conducción i-Cockpit evoluciona desde el acabado de acceso a la gama con una pantalla táctil central de 10”, que se complementa con los i-Toggles Switches (accesos rápidos en forma de teclas de piano) y el sistema Mirror Screen inalámbrico. Ante el conductor se despliega un innovador cuadro de instrumentación digital de 10” 2D de serie en el acabado Allure y 3D "Quartz" con efecto holográfico de serie en el acabado GT.
Las funciones de ayuda a la conducción refuerzan la seguridad y las prestaciones de este utilitario. Según acabados, incorpora cámara de visión trasera de 180º asociada a sensores de aparcamiento delanteros y traseros. También cuenta con el Pack Safety, que incluye la frenada automática de emergencia diurna y nocturna con reconocimiento de peatones y ciclistas.
También puede disponer de control de velocidad de crucero adaptativo con función Stop and Go; alerta de cambio involuntario de carril con corrección, alerta de detección de fatiga y control pasivo de ángulos muertos. El sistema de reconocimiento y visualización de señales de tráfico en los cuadros de instrumentos digitales está mejorado con la detección de señales de stop, sentido único, prohibido adelantar y fin de prohibición de adelantamiento, que se suman a las señales habituales relacionadas con la velocidad.
En materia de conectividad, despliega, como opción en toda la gama, la tecnología Peugeot i-Connect Advanced que engloba navegación conectada Tom Tom con información en tiempo real y reconocimiento vocal OK PEUGEOT.
Pero el salto entre ambos modelos se nota en el apartado de la electrificación, ya que el Peugeot 205 ni siquiera se comercializó con versión eléctrica, pero fue clave para el desarrollo de esta tecnología. Ya en 1982, Peugeot empezó a trabajar con 20 unidades, equipadas con baterías Alstom, que tenían los inconvenientes del plomo. Estas experiencias sirvieron para comercializar una versión eléctrica del Peugeot J5: 50 vehículos que fueron adquiridos para la flota de la petrolera ELF.
Por su parte, el nuevo Peugeot E-208 incorpora un motor eléctrico de 156 CV con hasta 566 Km de autonomía en ciclo urbano y por sus reducidos tiempos de recarga. Se mantiene la versión eléctrica de 136 CV de potencia que puede alcanzar los 340 Km de autonomía.
Además, estrena dos cadenas de tracción híbridas de 48 V que desarrollan, respectivamente, 100 CV y 136 CV. Sus cifras de consumo y emisiones de CO2 suponen un 15% de reducción respecto a un motor gasolina de prestaciones similares y su sistema de recarga con frenadas y deceleraciones permiten rodar en modo “0 emisiones” durante más de la mitad de los trayectos urbanos.
El catálogo se completa con dos alternativas gasolina PureTech de 75 CV y 100 CV con cambio manual de 5 y 6 velocidades, respectivamente. Su antepasado el Peugeot 205 contaba con mecánicas gasolina que ofrecían potencias de entre 45 CV y 103 CV, con un consumo que oscilaba, dependiendo de la cilindrada y las prestaciones, entre los 5,9 l/100 Km a los 8,2 l/100 Km. En el apartado de los diésel, los motores 1.8D y 1.8D Turbo desarrollaban entre 60 CV y 78 CV con consumos de entre 5,6 l y 6,1 l /100 Km.
Han pasado varios lustros, pero la esencia fundamental está ahí y, exceptuando la electrificación, el 205 y el 208 tampoco se diferencian en tanto.
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