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Prueba: Citroën C5 Aircross E Series Plug In Hybrid



Había pasado por nuestras manos la edición anterior del Citroën C5 Aircross, una suerte de SUV con un diseño muy atractivo, original y muy solvente. Pues bien ha nacido una nueva generación, con ligeros cambios, sobre todo en su imagen frontal, ya que adquiere nuevos pilotos, nuevo logotipo corporativo y nuevos acabados, amén de tener una configuración mecánica un tanto diferente y con cierto respeto hacia el medio ambiente, ya que estamos hablando de una mecánica híbrida.

Sin duda, la carrocería SUV está "pegando" muy fuerte en el mercado, porque a los usuarios les da una cierta sensación de seguridad, un cierto halo de todoterreno y un cierto espacio. pero seamos serios, ni es tan seguro, porque su centro de gravedad está más alto, ni es un todoterreno puro, aunque tenga ciertas ayudas a la conducción offroad (algunos) y en cuanto al espacio de maletero, es mucho más espaciosa una berlina con carrocería familiar.


Pero no vamos a "discutir" con la mayoría y el C5 ha pasado de ser una gran berlina de postín a adquirir el "apellido" Aircross y convertirse en un crossover. Bueno, también existe el Citroën C5 X, pero eso es otra "movida"


De toda formas, mantiene una actitud de vehículo de postín, ya que por sus acabados, como por sus motorizaciones, como por su equipo de serie, no tiene nada que envidiar a muchos análogos en su segmento.


Pero de momento, vamos a hablar de su aspecto exterior que no ha cambiado mucho respecto a lo que ya conocíamos, pero sí debemos hacer una reseña importante en su imagen delantera, ya que para empezar, adquiere el nuevo logotipo de Citroën (que siguen siendo los dos chevrones) y unos nuevos grupos ópticos, con tecnología LED y forma, más o menos de V, que iluminan muy bien en horas nocturnas.


Delante, nos encontramos con una imagen diferente que le da mayor profundidad y anchura al conjunto, con una nueva imagen corporativa que engloba a los chevrones en un circulo y cómo los coches híbridos y eléctricos no necesitan mucha refrigeración, cambia sustancialmente el espacio dedicado para los radiadores del motor térmico, que ahora son lamas de aspecto metálico que van a desembocar en las luces diurnas que contienen estos nuevos grupos ópticos.


Esos grupos ópticos son nuevos y con forma visual diferente, con tecnología LED y que cambian un poco la imagen de las aletas delanteras. Bueno, no las cambian en exceso, simplemente se inmiscuyen lateralmente a los nuevos faros. Tienen dos zonas diferenciadas limitadas por las luces diurnas, aunque no vamos ha observar esas cosas. La parrilla frontal no es excesivamente grande, pero el paragolpes de debajo es bastante más amplio para refrigerar al motor térmico con una placa frontal que incluye debajo de ella los diferentes sensores necesarios para los diferentes equipamientos del coche. Esa parte es de plástico duro que incluye las luces antiniebla en los extremos con función "cornering", aunque creo que están muy expuestas a pequeños golpes de otros coches o de diferentes objetos, ya que está situadas bastante bajas.


En el paragolpes y, algo que se está convirtiendo costumbre en este tipo de vehículos eléctricos o híbridos, tenemos en los extremos unas aberturas que no son "fakes" y el aire frontal no se pierde. sino que contribuye a estabilizar al conjunto y hacer pasar más flujo de aire por el lateral del vehículo. Por su parte el capó delantero, mantiene una especie de hendiduras que no están abiertas, pero que le dan un aspecto diferenciador.

Lateralmente, no vemos muchos cambios, con una impresionante altura respecto al suelo de unos 23cm y los conocidos Airbumps, que se han convertido en un referente estético, pero que "nacieron" con la finalidad de que la carrocería de los Citroën no sufriese. Según el color exterior y el acabado, el Airbump de la zona delantera, adquiere un color en el borde diferente y, en nuestro caso, era de color gris. Bueno, también es que la carrocería era blanca.


No obstante, para destacar y hacer contraste, contábamos con unas llantas específicas de este acabado de 19", además de ser negras, al igual que la carcasa de sus retrovisores. También nos encontramos, en sendos laterales, una tapa para cargar el depósito de gasolina y en el otro lateral, una tapa que esconde el enchufe para cargar la batería.


Detrás nos encontramos con una imagen conocida, con pilotos de tipo LED, como los del modelo anterior, pero que son totalmente nuevos en su interior y un paragolpes que combina la pintura blanca de la carrocería con un inferior en plástico duro que "casa" con las protecciones alrededor del vehículo e incluyen las luces catadióptricas y dos salidas de escape para darle un toque deportivo. También existen unas hendiduras en ese paragolpes, pero para estar en conformidad con la delantera, aunque en este caso son "fakes" ya que están cerradas.


Abrimos el maletero, que en nuestro caso es de apertura eléctrica, y nos encontramos con un espacio de carga de 460 litros, que no es que sea un gran cofre de carga para un vehículo de 4,5 metros, indudablemente, lastrado por el espacio que ocupa la batería, pero tampoco está mal y lo que es cierto que el espacio, la habitabilidad y la modularidad del conjunto, es muy buena. Dentro nos encontramos un enchufe de carga de serie.


En las plazas traseras, nos encontramos con tres asientos independientes, que se pueden regular longitudinalmente cada uno para favorecer un mayor espacio de carga. No encontraremos problemas ni por espacio para las piernas, ni en anchura ni en altura.


Delante nos encontramos (al igual que detrás) con unos asientos extremadamente cómodos, aunque con poca sujeción lateral. Es indudable que el Citroën C5 Aircross es un coche cómodo en su más amplio espectro de la palabra, ya que desde los asientos hasta el esquema de suspensiones, así nos lo hacen entender.


Los asientos de alta gama están diseñados bajo el paraguas de Advanced Comfort, que incluye unos cm3 más de espuma y es una patente de la marca. Las butacas delanteras tenían (en nuestro caso) regulación eléctrica y eran calefactadas si así lo deseamos.


Ante nosotros, se nos presenta un volante multifunción, con ciertos botones de regulación, con las funciones más utilizadas en sus brazos laterales, para no tener que soltar las manos. En lateral, nos encontramos el mando de la regulación de velocidad de crucero (que el el Grupo Volkswagen lo tienen así y no me acaba de convencer). Detrás, hay una pantalla digital del equipo de instrumentación de 12,3", que nos muestra toda la información necesaria para nuestra conducción, además de que podemos configurarlo con información adicional, según cual sea la motivación que queramos ver de manera principal. El único "pero" que podemos achacar a esa instrumentación es que para algunas acciones tardaba un poco.


En el centro y en una posición privilegiada tenemos la pantalla táctil del equipo de infoocio, en este caso de 10", curiosamente más pequeña que la pantalla de la instrumentación. No obstante tiene una gran calidad de imagen y es más que suficiente para mostrarnos la información que deseemos. Nos ofrece información real del ordenador de a bordo, amén de las imágenes de la cámara de visión trasera de ayuda al aparcamiento, el climatizador o el equipo de navegación, por ejemplo.


Debajo tenemos unos botones desde los que podemos activar los asientos delanteros calefactados y algunas funcionalidades del sistema del equipo de infoocio, lo que simplifica mucho la tarea de acceder a algunos menús. Debajo nos encontramos algunos botones que acceden a algunas funcionalidades rápidas de sistema de climatización.


Más abajo, existe un espacio para colocar nuestro smartphone, aunque la función de recarga y "mirror link" en Apple Car Play se hace sin cable y en Android Auto se conecta al coche por medio de cable.


Entre los dos asientos delanteros no existe un selector del cambio. En su lugar con encontramos una especie de pestaña, con la que podemos elegir la marcha que queramos insertar. A un lado tenemos un botón para seleccionar los diferentes modos de conducción divididos en tres, que son Hybrid, Electric y Sport. Cada modo tiene una función específica y realmente se nota el cambio entre una modalidad u otra.


La versión que pasó por nuestras manos era la más alta de la gama, lo que se notaba en unos muy buenos acabados además de que tenía un excelso equipo de serie con, climatizador bizona, asientos delanteros calefactados y con ajustes eléctricos, instrumentación digital, lector de señales de tráfico, sensor de presión de neumáticos, llantas de 19", equipo de infoocio con pantalla táctil de 10", ordenador de a bordo, aviso de vehículo en ángulo muerto, luces LED, modos de conducción, apertura y arranque por botón, portón trasero eléctrico, cámara de ayuda al aparcamiento trasero, sensores de proximidad perimetrales, techo panorámico abrible, navegador, control de velocidad de crucero, alerta de cambio involuntario de carril con corrección, alerta de fatiga del conductor, cambio automático de luces cortas y largas, levas del cambio detrás del volante multifunción, ayuda de arranque en pendiente, pedales de aluminio o llamada de emergencia, entre otros muchos elementos.


Combina un motor térmico de gasolina 1.6 de 180cv con un motor eléctrico de 110cv, generando una potencia total de 225cv. Con esos parámetros consigue una velocidad máxima de 225 Km/h, una aceleración de 0-100 Km/h en 8,7 segundos y unos consumos homologados de 1,5 l/100, lo que le otorga la etiqueta 0 de la DGT.


En ámbitos urbanos siempre va a circular de manera eléctrica, con una autonomía total, que ha aumentado, de hasta 65 Km, gracias a que tiene una batería más grande situada en los bajos y la trasera del conjunto y que se puede recargar en 2 horas con un enchufe opcional de 7 kWh y en unas 4 horas en un enchufe doméstico de 3 kWh, para lo que incluye un cable de serie. No obstante, contamos con la ayuda de las frenadas regenerativas, que aportan algo de electricidad extra, pero que no noté que aumentaba la carga en exceso en una conducción normal, ni con el modo B (Brake) activado.


La conducción de este mastodonte del asfalto se podría denominar como muy cómoda. El esquema de suspensiones hidráulico, algo en lo que siempre ha destacado la marca, nos brinda una conducción muy placentera en todo momento y, aunque tenga el peso de las baterías bastante bajo, la inercia del vehículo es bastante grande y si sumamos el tamaño y unas suspensiones de tarado blando, tenemos un vehículo muy poco ratonero. No se le "atragantan" las curvas, pero mejor si circulamos a un ritmo tranquilo.


Podemos hacer viajes largos con este tipo de vehículo, ya que, además de su habitabilidad, tenemos un maletero muy aprovechable, es cómodo y podemos reservar la energía eléctrica para las ciudades mientras viajamos placenteramente con el motor térmico.


Es versátil, consume poco y muy cómodo a todos los niveles, además de tener un gran equipo de serie y mucha tecnología en su haber. El Citroën C5 Aircross Plug In Hybrid es una buena compra y la unidad que probamos con el acabado más dotado E Series, no lo podríamos calificar nada más que como sublime.


Datos técnicos

Motor: 1.6 + eléctrico

Potencia: 225cv

Vel Máx:
225 Km/h

Acel 0-100: 8,7 seg

Cons: 1,5 l/100 Km

Precio: Desde 48 700 euros (versión probada)

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