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Prueba: Renault Symbioz esprit Alpine E-Tech Full Hybrid


Fue una auténtica sorpresa para mi, ya que no me esperaba este coche. Resulta que los chicos de la marca de rombo, siguiendo la tónica general, han sustituido un vehículo como el Renault Kadjar y lo han hecho amoldándose a los nuevos tiempos.


El Renault Symbioz es el encargado de suplantar en el tiempo a todo un SUV superventas como el Kadjar
, al que la verdad, no le ha ido nada mal y ha tenido una gran aceptación por parte del público.


Tuvimos la fortuna de probar un alto de gama con cierta orientación deportiva, ya que tenía un acabado Alpine bastante apetecible, aunque no es que sea deportivo, sino que contaba con varios aditamentos estéticos que, visualmente, gustarán a muchos potenciales clientes. Otra baza con la que juega el Renault Symbioz es su ajustado precio, ya que podremos adquirir uno desde 29.700 euros, lo que es una cifra muy importante tratándose de una carrocería de este tipo que está muy de "moda", teniendo una pegatina ECO, dada su condición de híbrido y un equipo tecnológico de primer orden.


Comenzamos hablando de su diseño, que se asemeja al de un nuevo Renault Captur, pero con una carrocería más grande. De hecho, es un Renault Captur en esencia con un voladizo trasero más amplio, que lo hace alcanzar una longitud de 4,4 metros. En su frontal tenemos un paragolpes bastante profuso que incluye la rejilla del radiador del motor en la zona más baja y sendas luces diurnas, que emulan un posible símbolo del rombo (si las juntamos) en los laterales y camuflan dos aberturas que canalizan al aire frontal hacia los flancos del conjunto. Debajo del radiador principal, dispone de una especie de protección para los bajos, pintada en color gris, aunque realmente no es un todoterreno, pero queda muy bien en un SUV con pretensiones como éste.


En la parte superior, observamos una especie de entramado que simula ser un radiador muy fino, pero que no lo es e incluye el nuevo gran logotipo de la marca en el centro y dos faros de tecnología LED, que iluminan muy bien en horas nocturnas, a pesar de su diseño, relativamente "fino". Encima cubre un capó con sendas líneas profusas que le aportan cierto carácter al conjunto.


Pasamos a su visión lateral y lo primero que nos llama la atención son unas increíbles llantas específicas de 19" de una tonalidad oscurecida que hace más énfasis respecto a la deportividad que quieren desprender con este acabado. En las aletas delanteras tenemos una placa que reza esprit Alpine y nos deja claro que estamos ante una edición con cierta deportividad. Las carcasas de los retrovisores son de color negro, lo que fomenta su deportividad y, a pesar de que no sea todo-terreno, su altura libre respecto al suelo es de algo más de 16 cm.


Detrás nos encontramos con un paragolpes prominente que incluye en la parte baja las luces de marcha atrás, aunque no es tan alto como para acceder mal a la boca del maletero. En los laterales nos encontramos sendas aberturas, pero son "fakes" y no sirven para ninguna función, tan sólo existen para coordinarse con el diseño delantero. Se juntan con los pilotos traseros de tecnología LED, con cierto diseño rasgado, que están situados en una parte superior para verse muy bien en horas nocturnas. Pasando al techo, termina en un pequeño alerón que proyecta una mayor sensación deportiva y tiene una cierta incidencia respecto a la penetración aerodinámica. Debajo nos encontramos una luna trasera, en cierta manera, testimonial, ya que es bastante pequeña y el limpialuneta trasero lo es aún más. No me acaba de convencer.


Obviamente desde ahí abrimos el portón que nos da acceso al maletero, que tiene accionamiento eléctrico. Es un maletero con 434 litros de manera oficial, pero si desplazamos los asientos traseros hacia adelante, podemos cubicar 548 litros, en ese margen, podemos "jugar" con la capacidad que queramos. Es un maletero bastante cúbico y aprovechable además de que en un lateral disponemos de un gancho para colgar algunas bolsas y, por supuesto, una pequeña luz de cortesía. Y si tenemos que hacer una pequeña mudanza, los respaldos de los asientos traseros se dividen el dos secciones 40/60 y nos descubren un espacio de 1.582 litros.


Entramos a sus plazas posteriores y disponemos de un suficiente espacio vital, tanto en anchura (su cota más discreta), como en altura como en distancia de los respaldos delanteros respecto a nuestras rodillas. Su habitáculo es amplio, aunque deriva directamente del más pequeño Renault Captur. La verdad es que son unas plazas muy confortables y disponen en la consola central de dos puertos USB para poder cargar los móviles.


A pesar de que cuente con un techo solar panorámico, la altura libre respecto a nuestras cabezas es bastante notable respecto a una estatura estándar. Ese techo solar panorámico (opcional) contaba con el sistema denominado "Solarbay". No se abre ni tiene una cortina que lo cubre por debajo, sino que por medio de unos pequeños impulsos eléctricos se oscurece o despeja a nuestra voluntad por secciones gracias a un botón similar al de un techo solar convencional situado en la consola del techo.



Antes de entrar a la posición de conducción (o de copiloto), nos recibe una placa con la nomenclatura Alpine en el umbral de la puerta. Una vez sentados en los cómodos asientos delanteros con regulaciones eléctricas y que "sujetan" muy bien nuestros cuerpos, nos agarramos al volante de cuero con costuras azules, blancas y rojas que quieren emular a la bandera francesa, que es de donde procede este coche. También tenemos una pequeña bandera francesa cosida en la parte del salpicadero de la zona del copiloto y banderas francesas en los laterales de los asientos para que sepamos siempre de donde procede este coche. Para culminar esa sensación deportiva de este vehículo, en los reposacabezas delanteros tenemos una A serigrafiada haciendo alusión al acabado Alpine que atesora este modelo que tenemos entre manos.


En ese volante tenemos algunos mandos que controlan algunos parámetros importantes en este conjunto, como el control de velocidad de crucero o el cambio de visión de la instrumentación digital. Este volante también cuenta con un botón que cambia los modos de conducción, pero está integrado y no separado como ocurre con el resto de los vehículos de la marca.

Hay varios modos de conducción a elegir, que varían la respuesta de la dirección y la entrega de la mecánica, aunque es más efectista y la sensación que da al conductor, que efectivo en si. Podemos elegir entre cuatro niveles de conducción como ECO, Comfort, Sport y Perso, en el que podemos elegir como tienen que actuar los diferentes parámetros que nos ofrece el coche. Cada modo de conducción va asociado a un color específico de la iluminación ambiente del vehículo.


Detrás del volante nos encontramos una instrumentación digital configurable de 10,3". Es más efectista que otra cosa, pero sea cual sea la configuración que elijamos, nos aseguramos una carga de información estupenda, muy legible y bastante ordenada. Esa instrumentación la podemos configurar por medio de un botón situado en el volante.


En el centro tenemos una gran pantalla digital de 10,4" correspondiente al equipo de infoocio. Es táctil y tiene una gran visibilidad, con múltiples menús a elegir con información a tiempo real. Desde ahí, podemos visionar las diferentes cámaras de ayuda al aparcamiento situadas alrededor del vehículo, con una vista bastante nítida.


Debajo de esa gran pantalla tenemos una fila de botones físicos con los que podemos activar diferentes parámetros más utilizados de una manera bastante ergonómica, como la temperatura del climatizador bizona, la velocidad del sistema, las lunas térmicas o los dos intermitentes de emergencia. Los asientos calefactados y el volante calefactado, están supeditados a la pantalla, pero no tenemos que buscar en ningún menú, así que son bastante fáciles de activar sin apartar la visión de la carretera.


Entre los dos asientos, disponemos de un pequeño selector del cambio con el que podremos seleccionar la marcha a la que queremos ir y, por supuesto, tenemos una posición B (brake) con la que la frenada regenerativa es más intensa, muy apropiado en puertos de montaña de bajada o en ciudad, ya que recupera energía de forma latente y actúa como freno motor. Con ligeros matices, al igual que su habitáculo, el salpicadero también es "heredado" del Renault Captur.


Nuestra versión esprit Alpine venía muy bien equipada de serie e incorporaba algunas opciones con climatizador bizona, navegador, lector de señales de tráfico, instrumentación digital con pantalla de 10,3", equipo de infoocio con pantalla táctil de 10,4", sensor de presión de neumáticos, asistente de cambio involuntario de carril, detector de fatiga, aviso de vehículo en ángulo muerto, cámaras de ayuda al aparcamiento, llantas de 19",faros de tecnología LED, control de velocidad de crucero con limitador, techo "Solarbay", ordenador de a bordo, modos de conducción, volante multifunción, arranque y acceso sin llave, equipo de audio Harman Kardon, ayuda de arranque en pendientes, freno de mano eléctrico, sensores de lluvia y luces, asientos delanteros y volante calefactados, portón del maletero eléctrico, aviso de emergencia o pedales de aluminio entre otras muchas cosas.


La mecánica era híbrida, con una batería auto recargable que alimentaba un motor eléctrico de 49 cv que era capaz de mover por si sólo al vehículo en entornos urbanos, existía otro motor eléctrico de unos 20 cv para alimentar a los elementos auxiliares del vehículo alimentado por la energía de la misma batería y el motor de 49 cv estaba asociado a un motor de combustión 1.6 de 94 cv que juntos, arrojaban al eje delantero una potencia máxima de 143 cv.


La transmisión era automática de variador continuo que es muy fiable, pero hay que saber conducir el coche y entenderlo. Generalmente proporciona una conducción muy suave y silenciosa, pero debemos tener en cuenta que si no hacemos una conducción progresiva o afrontamos una cuesta con la mayor potencia disponible, el sonido del motor se hace muy evidente en el interior y comenzarán a subir las revoluciones de una manera inusitada, aunque en términos generales, es un habitáculo bastante neutro y silencioso.

El esquema de suspensiones es de tarado blando y favorece el confort, aunque tenga esa estética deportiva. Tiene su sentido, ya que es un vehículo que, aunque deriva directamente del Captur, al ser más grande, es menos ágil.


A la hora de conducirlo es un conjunto liviano en todos los aspectos. La dirección es bastante ligera, aún con la configuración Sport activada. Es un coche en el que prima el confort general y con el que se puede hacer un viaje largo, ya que posee un motor de combustión con una inyección de potencia de un motor eléctrico y es muy cómodo en ciudad porque podemos mantener una conducción muy relajada y en total y absoluto silencio sin emisiones locales gracias a ese motor eléctrico. Pero mejor ir muy relajado con este coche, ya que se notan mucho las inercias en los virajes más cerrados si los tomamos ciertamente fuertes. Además, la dirección es cómoda y tampoco invita a ir "a fuego" en un circuito.


En conclusión, aunque se parezcan, cada Renault tiene una funcionalidad diferente y el Symbioz es un coche confortable en cualquiera de sus variantes. ¿Qué tiene una estética deportiva?. Si, pero sólo es estética, así que sigue siendo un vehículo confortable a todas luces, con una gran tecnología y un rodar muy cómodo. ¿Tiene pequeños "flecos" que podrían mejorar?. Pues como todos los coches, pero en general, es un conjunto muy atractivo y redondo que se diferencia de su hermano pequeño Captur por su comodidad y por su amplitud, por lo demás es bastante parecido.


Datos técnicos:

Motor: 1.6 y eléctrico

Potencia: 143 cv

Vel Máx: 170 Km/h

Acel 0-100: 10,6 seg

Cons: 4,7 l/100Km

Precio: Desde 33.500 euros (versión probada)

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