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Lo demás es historia: 50 años de Hyundai Pony


Yo tengo un Hyundai, pero la historia viene de mucho más lejos. En 1975, Hyundai presentó el primer vehículo de producción desarrollado en Corea del Sur. Cincuenta años después, el legado del Pony permanece como punto de partida y como hito fundacional de Hyundai


Concebido para democratizar la movilidad, el Pony, cuyo nombre fue seleccionado tras un concurso nacional de cinco semanas que recibió cerca de 60.000 propuestas, trascendió el mercado local, y también abrió la puerta a la exportación, consolidó capacidades tecnológicas propias y sentó las bases de una trayectoria de innovación continua dentro de la compañía.

A comienzos de la década de 1970, Hyundai Motor Company se propuso un nuevo desafío que era crear un automóvil concebido y fabricado en Corea, capaz de responder a las necesidades de movilidad de un país en plena transformación y, al mismo tiempo, demostrar que la industria nacional podía competir a escala internacional. 


Bajo el liderazgo de su fundador, Ju-yung Chung, la empresa ya había sido clave en la reconstrucción y modernización del país tras la Guerra de Corea, impulsando la creación de carreteras, fábricas e infraestructuras que sostendrían su rápido crecimiento económico. El siguiente paso natural era trasladar ese impulso al ámbito del automóvil, con un modelo que simbolizara el avance tecnológico de Corea del Sur.

Para dar forma al proyecto, la marca reunió talento y experiencia de distintos países combinando ingeniería y producción locales con la tecnología mecánica de Mitsubishi y con el diseño del prestigioso estudio italiano Italdesign, dirigido por Giorgetto Giugiaro.


Con el fin de adquirir experiencia práctica en el proceso de diseño y construcción de carrocerías, la marca envió a diez ingenieros coreanos a las instalaciones de Italdesign en Turín durante un año. Aquella formación permitió al equipo de Hyundai incorporar nuevos métodos de trabajo y establecer la base de su futura capacidad de desarrollo propio. El resultado fue un compacto eficiente y adaptado al entorno coreano.

El Pony se presentó en el Salón del Automóvil de Turín en octubre de 1974, donde destacó como el primer modelo coreano exhibido en un evento internacional. Su producción comenzó un año después, en diciembre de 1975 y se mantuvo hasta 1982. En enero de 1976, inició su comercialización en Corea del Sur, marcando el inicio de una nueva etapa para Hyundai como fabricante integral.


Diseñado como un vehículo de cinco plazas y carrocería compacta, el Pony ofrecía un interior funcional y unas mecánicas eficientes, de fácil mantenimiento. Su carrocería de líneas limpias y proporciones equilibradas proyectaba una imagen moderna y accesible. Además de la versión hatchback, la gama incluyó variantes sedán, pickup y Wagon, destinadas en su mayoría a los mercados de exportación. La facilidad de reparación y la durabilidad fueron claves para su popularidad en un país donde la red de servicios todavía estaba en desarrollo.


El modelo destacaba por su versatilidad interior, con asientos traseros abatibles y un asiento del acompañante completamente reclinable. El portón trasero podía desbloquearse desde el puesto del conductor, y todos los controles eran analógicos.


Para adquirir conocimiento práctico, los ingenieros coreanos desarmaron un vehículo de muestra y aplicaron técnicas de ingeniería inversa, con las que rediseñaron la suspensión, la dirección, los frenos, los soportes del motor y el escape. Este proceso formativo permitió al equipo comprender en profundidad la arquitectura del automóvil y sentar las bases para futuros proyectos desarrollados en Corea.


El resultado fue un vehículo mecánicamente sencillo, pero de concepción sólida y eficiente. El Pony se ofrecía con dos motorizaciones de gasolina 1.2 y 1.4, ambas con tracción trasera y potencias de 55 y 68 CV, respectivamente. El propulsor de mayor cilindrada podía combinarse con una caja de cambios manual de cuatro velocidades o con una transmisión automática de tres, una rareza en su segmento en aquella época. Su fiabilidad y facilidad de mantenimiento lo convirtieron en una opción asequible y duradera para los conductores coreanos.


La atención al detalle también se extendió a la seguridad y al confort, ya que desde su concepción, el Pony integró frenos de disco delanteros, columna de dirección colapsable, reposacabezas en todas las plazas y cinturones de seguridad para los cuatro ocupantes. 


Antes de su lanzamiento, el modelo fue sometido a exhaustivas pruebas de resistencia estructural, incluyendo impactos frontales a 30 km/h y ensayos de vuelco. Estas pruebas marcaron el inicio del compromiso de Hyundai con la seguridad como eje de desarrollo.

En marcha, el Pony destacaba por una conducción equilibrada y confortable, gracias a una suspensión ajustada a las carreteras coreanas. Los catálogos de la época elogiaban su estabilidad, maniobrabilidad y bajo nivel de ruido, cualidades que consolidaron su reputación como un vehículo moderno, fiable y adaptado a las condiciones locales.


Todas estas características popularizaron el Pony entre los consumidores nacionales. En su primer año completo de comercialización, vendió 10.726 unidades y alcanzó una cuota del 44% del mercado nacional, consolidándose como el vehículo más popular de Corea del Sur. Su combinación de diseño contemporáneo, fiabilidad de motores y precio competitivo le permitió convertirse en el primer “coche propio” de miles de hogares coreanos, y en un referente del desarrollo industrial del país.


A partir de 1976, Hyundai inició la exportación del Pony a varios mercados internacionales. El Reino Unido fue el primero en recibirlo, convirtiéndose en enero de 1976 en el primer mercado extranjero en comercializar un automóvil coreano. Posteriormente, el modelo se introdujo en Bélgica, Grecia, los Países Bajos, Ecuador, Colombia y Egipto, entre otros destinos.


El éxito internacional del Pony consolidó a Hyundai como fabricante global y situó a Corea del Sur en el mapa de la industria automovilística mundial. Entre 1976 y 1985, la compañía exportó más de 67.000 unidades del Pony y su evolución.


Este crecimiento internacional preparó el terreno para la presentación, en 1982, de la segunda generación del modelo original, cuya producción se prolongaría hasta 1990, incorporando mejoras en diseño, confort y calidad de materiales. Como parte de su estrategia de expansión en Norteamérica, Hyundai desarrolló el Pony 2 CX para el mercado canadiense, con paragolpes “de 5 millas” que cumplían con las normativas de seguridad locales, allanando el camino para su posterior llegada a Estados Unidos.


En 1986, el Pony Excel se convirtió en el primer automóvil coreano exportado a Estados Unidos, logrando un éxito histórico y consolidando la presencia de Hyundai en uno de los mercados más exigentes del mundo. Medio siglo después, el Pony sigue representando la filosofía de Hyundai que es el de acercar la movilidad y el progreso a más personas, sin perder de vista su esencia original.


Y es que, el Hyundai Pony fue mucho más que el primer coche de producción coreano ya que se convirtió en un símbolo de progreso y diseño que seguiría inspirando a la marca durante las décadas siguientes. Su espíritu pionero y su estética funcional dejaron huella en modelos como el Ioniq 5, cuya silueta evoca las líneas del Pony original, o el N Vision 74, que reinterpretó el prototipo Pony Coupé Concept de 1974 como laboratorio rodante que se mueve por hidrógeno


Aquel prototipo, obra del diseñador italiano Giorgetto Giugiaro, compartía rasgos estilísticos con otro de sus trabajos más emblemáticos, como el DeLorean DMC-12, y anticipaba un lenguaje de diseño que hoy se considera icónico en la historia del automóvil. Esa misma inspiración sigue viva en proyectos como el Heritage Series Pony, presentado en 2021, o el Inster, que actualiza los valores de accesibilidad y tecnología en un nuevo contexto eléctrico y urbano.

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