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Lo demás es historia: BMW i8


El pionero del diseño futurista y del placer de conducir dinámico y sostenible, el BMW i8 Coupé y el BMW i8 Roadster, se acercan al final de su producción. El primer modelo híbrido enchufable de BMW pasará a la historia de la marca bávara como el automóvil deportivo electrificado más exitoso del mundo.


Sin lugar a dudas, se convertirá en uno de esos clásicos modernos que en unos años, veremos (verán) con admiración las futuras generaciones y lo contemplarán embobados, convertido en un auténtico hito, en los salones de clásicos o en eventos de renombre como el Concurso de Elegancia Villa D´este en el Lago Como, con una cotización estratosférica, seguramente. Y es que seis años después de su lanzamiento al mercado, el BMW i8 finaliza su ciclo de vida.


El BMW i8 comenzó su historia de éxito mundial como una simbiosis única de diseño futurista y tecnología pionera, siendo el primer modelo híbrido enchufable de BMW, que allanó el camino para el placer de conducir, que fue tan dinámico como sostenible y se convirtió en el punto de inflexión y de referencia de la fascinación de conducir un vehículo con tecnología de propulsión electrificada. Fue una especie de avanzadilla o experimento, con el que sentaron las bases para la amplia gama de modelos híbridos enchufables de BMW en la actualidad. Al mismo tiempo, el BMW i8 se convirtió en el vehículo deportivo más exitoso del mundo con un sistema de propulsión electrificado. Con más de 20 000 unidades vendidas desde 2014, logró mayores ventas que todos los competidores juntos en su segmento.




Partía de la base del concept BMW Vision EfficientDynamics, que ya era una perspectiva muy atractiva para el futuro de la movilidad individual. El estudio conceptual presentado en el Salón Internacional del Automóvil en Frankfurt en 2009 representó la promesa de combinar el distintivo placer de conducir de BMW y un diseño inspirador con una sostenibilidad única en su clase. El estudio de un vehículo deportivo de 2 + 2 plazas con puertas de ala de gaviota, una reinterpretación del lenguaje de diseño de BMW, un sistema híbrido enchufable y tracción integral, con un enorme grado de estética y una gran eficiencia, recibió una respuesta abrumadora por parte del gran público. Con el anuncio de que las características centrales de su diseño y tecnología serían transferidas a un vehículo de producción de la nueva marca BMW i, comenzaría una nueva era en BMW que provocó unas reacciones increíbles y un deseo expreso de ver todas esas soluciones plasmadas en un vehículo de producción.  


El BMW i8 hizo su estreno mundial en 2013 junto con el BMW i3. El doble debut fue la señal de partida para implementar una estrategia integral de electrificación y crear una submarca denominada "i", con la cual BMW estableció el curso temprano y consistente para un programa modelo dirigido hacia el placer de conducir, propio de los modelos de la marca, pero además, de manera sostenible. Hoy en día, la compañía es uno de los principales proveedores mundiales de vehículos con sistemas de propulsión electrificados.



Además del BMW i3, el BMW i3s y del MINI Cooper SE puramente eléctricos, los modelos híbridos enchufables están disponibles en todos los segmentos relevantes, desde la clase compacta y mediana, pasando por los modelos BMW X, hasta deportivos y berlinas de lujo. Así pues, BMW planea expandir su gama para incluir 25 modelos electrificados para 2023, de los cuales más de la mitad funcionarán solo con energía eléctrica.


Como pionero, el BMW i8 fue el medio ideal para experimentar desde el principio, siendo el primer vehículo deportivo del mundo que se ha desarrollado teniendo en cuenta la sostenibilidad desde el principio y hasta el final. La combinación de una celda de pasajeros hecha de polímero reforzado con fibra de carbono (CFRP) con un chasis de aluminio fue tan revolucionaria como la interacción controlada de forma inteligente del motor de combustión y el motor eléctrico. El concepto de vehículo de 2 + 2 plazas, el diseño aerodinámicamente optimizado, el peso ligero y el innovador concepto de funcionamiento fueron diseñados para resolver la contradicción entre dinámica y eficiencia, muy estudiada y dinamizada en la actualidad por todas las marcas, ofreciendo el rendimiento de un deportivo, pero con el consumo de un coche pequeño.


El control de su sistema híbrido enchufable fue diseñado tanto para la entrega de potencia como para la interacción más eficiente de los dos motores. El motor de combustión con tecnología BMW TwinPower Turbo transfiere su potencia a las ruedas traseras, mientras que el motor eléctrico impulsa las ruedas delanteras. El resultado es una tracción integral híbrida específica con una influencia notablemente positiva sobre la tracción, que se distribuye en un ratio 50/50 por cada eje. Todos esto parámetros, sumados a la entrega instantánea de potencia del motor eléctrico con un par máximo de 250 Nm, se traducen en una sensaciones increíbles, magnificando el carácter deportivo del BMW i8, que también se caracteriza por su conducción puramente eléctrica, hasta los 120 Km/h y, por lo tanto, libre de emisiones. 


En cuanto a dinámica de conducción y eficiencia, son dos conceptos que se ven reforzados por la arquitectura, denominada LifeDrive, típica de los modelos BMW i. El principio de diseño del BMW i8 estaba orientado completa y exclusivamente a una unidad híbrida conectable desde la partida del proyecto. Por ejemplo, la celda del pasajero (Life Module) hecha de polímero reforzado con fibra de carbono (CFRP) y el módulo de propulsión de aluminio, que además de los motores, la electrónica de potencia y el chasis también incluyen las funciones estructurales y de choque, no sólo permitieron un peso en vacío de menos de 1.500 kilos, sino que también, como os habíamos indicado, una distribución equilibrada de la carga por eje, con una tracción distribuida al 50% por cada eje. Y como la batería de alto voltaje se colocó centralmente y de manera baja, el centro de gravedad se desplazó hacia abajo, confiriendo al i8 un carácter de conducción muy deportivo.


El uso extensivo de CFRP en la estructura de la carrocería y las medidas claramente visibles para reducir la resistencia del aire, establecieron nuevos estándares en las áreas de construcción de peso ligero inteligente y aerodinámica. Junto con el BMW i3, el vehículo deportivo híbrido conectable allanó el camino para tecnologías de fabricación innovadoras, con las cuales BMW se convirtió en pionero en el uso de CFRP en la producción de vehículos producidos en serie. La experiencia adquirida en BMW i con este material, se ha utilizado posteriormente en el desarrollo de componentes CFRP para otros modelos de BMW.


Si hablamos de diseño, sus dinámicas proporciones y las puertas con forma de ala de gaviota que se abren hacia adelante todavía llaman la atención, ya que es una solución que emplean los deportivos más reputados y de altos vuelos. La parte delantera plana, la parrilla en forma de riñón BMW casi completamente cerrada, las cortinas de aire en el faldón delantero, la parte inferior cubierta, las faldas laterales contorneadas, las líneas de la sección lateral conocida como Stream Flow y los conductos de aire entre las luces traseras y el marco del techo también permiten al viento ser dirigido de manera específica. No sólo da como resultado un coeficiente aerodinámico bajo de 0,26 Cx, sino también un equilibrio excepcionalmente favorable y se logra sin ningún tipo de aplique, aditamento o alerón en todo el vehículo. Sólo con sus esculpidas formas. La selección de materiales para el interior también la podemos considerar sublime, además de que  continúa con esa tendencia a la sostenibilidad. 



El cuero utilizado para las superficies de los asientos y el panel de instrumentos está curtido con un extracto de hojas de olivo y el material de partida para los materiales textiles es un granulado de poliéster, que proviene de PET reciclado, entre otras cosas. De esta manera, la proporción de polímeros reciclados no sólo es excepcionalmente alta, sino que la mayor parte del aluminio utilizado en el BMW i8 también se obtiene reciclando o produciendo con energía regenerativa. Además, la electricidad requerida para la producción del BMW i8 Coupé y el BMW i8 Roadster en la planta de BMW en Leipzig proviene de cuatro turbinas eólicas en las instalaciones de la planta y la energía eléctrica requerida para la producción de fibra de carbono en Moses Lake en el estado de Washington, Estados Unidos, se genera 100% a partir de energía hidroeléctrica. De esta forma, se puede afirmar que la producción completa del i8, representa también un hito de sostenibilidad que se extiende a todos los niveles.


En su lanzamiento al mercado, el BMW i8 fue pionero en nuevas tecnologías y fue el primer vehículo producido en serie del mundo equipado con faros láser innovadores. Después de su estreno mundial en el BMW i8, la luz láser BMW también se introdujo en otros modelos, primero en las berlinas de lujo, como el BMW Serie 7 y luego en numerosos modelos más. La luz láser de BMW proporciona una iluminación particularmente intensa de la carretera y un aumento considerable en alcance. Al mismo tiempo, el consumo de energía vuelve a reducirse significativamente, incluso en comparación con los faros LED ya particularmente eficientes.


También fue el pionero de una nueva generación de motores de combustión. Un nuevo motor de gasolina de 3 cilindros con tecnología BMW TwinPower Turbo y 1.5 litros de cilindrada, se utilizó por primera vez en el BMW i8. Se caracterizó tanto por un diseño particularmente compacto como por una potencia de salida específica excepcionalmente alta, con 154cv de potencia. 



En otoño de 2017 se estrenó la versión Roadster del i8 que se caracterizaba por tener las mismas aptitudes y cualidades que el i8 convencional, pero con el que podíamos disfrutar de esa conducción dinámica y sostenible a cielo abierto. Asociado al estreno de la versión Roadster la capacidad de la batería aumentó de 20 a 34 Ah y su capacidad total pasó a 11,6 kWh. Al mismo tiempo se optimizó la potencia del motor eléctrico hasta los 143cv lo que, sumado a la potencia engendrada desde el motor de combustión, aumentaba hasta un total de 374cv, lo que les permitía acelerar de 0-100 Km/h en 4,4 segundos para la versión coupé y 4,6 segundos para la versión Roadster. Ambos modelos alcanzan una velocidad máxima de 250 km/h y el alcance eléctrico ahora es de 55 kilómetros para el BMW i8 Coupé y 53 kilómetros para el BMW i8 Roadster.


Se utilizaron procesos de producción innovadores en la construcción de la capota de lona para el Roadster ya que, por primera vez, las partes de conexión de aluminio del mecanismo de capota a la carrocería se fabricaron utilizando un nuevo tipo de proceso de impresión 3D. Este proceso de fabricación de componentes de aluminio permite producir puntales que no serían posibles utilizando métodos de fundición convencionales y garantiza un equilibrio óptimo entre la rigidez y el peso.


La planta de Leipzig está produciendo actualmente los 200 vehículos de la edición limitada Ultimate Sophisto Edition del BMW i8, aunque uno de los modelos de esta edición ya se fabricó en diciembre de 2019 como la unidad número 20.000 del modelo híbrido enchufable. Con este volumen de producción, el BMW i8 ya ha superado con creces a muchos de los legendarios deportivos BMW, pero durante este año, veremos como su producción se ve extinguida totalmente. 


Fue bonito mientras duró, pero en BMW se preparan para una nueva era, y el i8, fue un excelente punto de partida que pasará a los anales de la apasionante historia de la marca. Sin duda. 


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