Prueba: Kia XCeed 1.0 T-GDI Tech
La marca coreana está sorprendiendo con unos diseños realmente atractivos y el nuevo XCeed no se escapa de esta tendencia. Y no es que no se escape, sino que será, probablemente, uno de los SUV compactos más atractivos del momento.
También se apunta a esa tendencia natural y evolutiva que es la de los SUV con cierto carisma coupé y su carrocería, plasma de lleno ese movimiento en el mercado y esa evolución del segmento, presentándonos a un coupé en toda regla, pero más elevado y con una orientación SUV muy marcada, que al fin y al cabo, es lo que se lleva.
Con la nueva generación del Kia Ceed han llegado unas sustanciales y atractivas novedades. Además de un gran diseño, sin perder la imagen personal del modelo, han cambiado de nombre (antes se denominaba Cee´d), han reinventado miembros que en su momento no tuvieron el éxito esperado, como el atractivo y polivalente Kia ProCeed y han creado componentes nuevos como el objeto de nuestra prueba de hoy; el XCeed.
Y es que la marca no es ajena al fenómeno de los SUV. De hecho, el Kia Sportage es (y seguirá siendo) uno de los SUV más vendidos de la actualidad y han querido plasmar su buen hacer en un nuevo componente de la gama derivado del exitoso Ceed, aunque sólo comparte con él las puertas delanteras como mucho y lo han hecho, además, con ese tono divertido y coupeizado que encandilará a un público joven al que un compacto, sin más, se le pueda quedar insulso.
Su carrocería es compacta, con 4,4 metros de longitud y un marcado aspecto coupé, en donde la zaga cobra un enorme protagonismo, aunque también encontramos cambios en la zona frontal respecto al convencional Ceed del que deriva.
Para empezar observamos unos faros que, si bien mantienen los cuatro puntos LED característicos del resto de la gama como luces de iluminación diurna, son de nuevo diseño y nos muestran una imagen mucho más atractiva, emocional, moderna y agresiva. También nos llama la atención un paragolpes específico, mucho más profuso y elaborado, con embellecedores de efecto cromado en los laterales, que desembocan en las luces antiniebla, y una gran boca de refrigeración con protección en su zona inferior de diferente color al de la carrocería.
Aunque si hay una cosa de su imagen frontal que realmente me llamó la atención es su parrilla delantera. La parrilla denominada "Tiger Nose", que formaba parte del lenguaje de diseño de todos los componentes de la gama coreana, ha evolucionado y ahora se nos muestra más agresiva, más marcada y con una rejilla en forma de panal de abeja. No sé si será el primer modelo de la marca que empiece con ésta nueva tendencia o simplemente, corresponde tan sólo a el modelo que nos ocupa, pero la verdad es que es una evolución que le sienta realmente bien.
En su vista lateral, nos percatamos, además de su atractiva silueta, con una caída pronunciada del techo hacia la zaga, la altura libre al suelo es bastante generosa (18,5 cm), a pesar de que estamos hablando de un modelo que no tiene tracción total. Bueno; ni este ni ninguno, ya que todas las versiones del Kia XCeed son de tracción delantera. Todo ese lateral está protegido en los bajos con un perfil de plástico duro y un embellecedor cromado. También nos gustan y nos llaman mucho la atención, las espectaculares llantas de 18 pulgadas que monta nuestra unidad por defecto.
La visión trasera es, quizás, la más original y la que más miradas furtivas atraerá sobre el modelo. La luneta trasera está muy inclinada y está flanqueada por un gran y profuso alerón en su parte superior y un pequeño "labio" inferior en forma de pliegue del portón trasero que también hace las veces de alerón y que aporta un tono muy dinámico a la zaga.
Los pilotos traseros son de nuevo diseño y no se habían conocido antes en ningún otro modelo de la marca. Son alargados y están colocados altos para favorecer una gran visibilidad. Contienen las luces de posición y los intermitentes, pero no las luces de la marcha atrás que están situadas en el paragolpes, envolvente y profuso, junto con las luces antiniebla. Ese paragolpes dispone de una zona baja que actúa a modo de protección y difusor, de diferente color al de la carrocería, y que contiene una especie de doble salida de escape. No es así, es un "trampantojo", pero hay que reconocer que le aporta una presencia mucho más deportiva y le queda muy bien al XCeed.
Ya que estamos en la zona posterior, abrimos el maletero y nos encontramos con una boca de carga suficiente, aunque un poco angosta y con el perfil alto. La capacidad de carga es de unos polivalentes 426 litros, una capacidad correcta para un vehículo de estas características, pero que no destaca sobremanera entre otros componentes del segmento. Dispone de toma de 12V, ganchos y un hueco para dejar los utensilios más utilizados y que no rueden por el maletero todo el rato.
Nos incorporamos a las plazas posteriores y, exceptuando la entrada que está condicionada por unas puertas pequeñas y una caída del techo pronunciada, disponemos de bastante espacio vital para dos personas adultas, aunque una tercera en el asiento central, haría que esos asientos y esas plazas no fueran tan cómodas, ya que en cuanto a medidas, adolece un poco de falta de anchura.
Están muy bien en cuanto a distancia de los respaldos delanteros respecto a nuestras rodillas y también muy bien de altura aunque, curiosamente, tiene menos que un Kia Ceed, ya que la caída del techo en si, tiene que decir mucho al respecto. Delante nos reciben unos asientos cómodos, con buena sujeción lateral, tanto a la altura de nuestra espalda, como a la altura de nuestras caderas y la postura de conducción está muy lograda, yendo un poco más altos que en un compacto y en una posición de cierto privilegio respecto al resto del tráfico rodado.
Ante nosotros, un cuadro de mandos conocido, o por lo menos, bastante recurrente en el seno de la marca, con unos acabados y materiales correctos y bien ajustados entre si, por lo menos en apariencia. Sin lugar a dudas, la ergonomía es un factor importante en los productos de la marca coreana y a la vista está que todos los mandos, pulsadores y actuadores del diferente equipo de serie están muy al alcance de la mano. De hecho, si os fijáis, el salpicadero está ligeramente orientado al conductor, algo que nos facilita mucho la tarea de actuar sobre los equipos mientras vamos conduciendo.
La capilla de relojes, en nuestro caso, era analógica, compuesta por dos relojes y la pantalla del ordenador de a bordo entre ellos. Existe una nueva pantalla digital de 12,3 pulgadas para ese menester, pero no era nuestro caso. No obstante, la información percibida era suficiente y correcta, muy visible al primer golpe de vista y con el ordenador de a bordo sobre el que podíamos actuar desde un mando situado en el volante multifunción para elegir lo que queríamos visionar en todo momento.
En el centro disponíamos de la gran pantalla del equipo de infoocio, que en nuestro caso, con el acabado Tech, era táctil y con 10,25 pulgadas. La gran pantalla con buena calidad de imagen y muy sencilla de visionar en casi cualquier tipo de circunstancia, corresponde al nuevo sistema operativo denominado UVO Connect. Es un sistema que no destaca especialmente por su rapidez de respuesta, pero tiene un uso bastante sencillo y la calidad gráfica de la pantalla es bastante aceptable.
Con este sistema, compatible con los protocolos Android Auto y Apple Car Play, podemos saber desde nuestro teléfono móvil parámetros como el estado de algunos componentes del coche, la autonomía o podemos abrir o cerrar las puertas de forma remota, por poner unos ejemplos. También dispone de navegador (por defecto) que calcula cual va a ser nuestro recorrido y el estado del tráfico en ese momento o la previsión meteorológica, mandando los datos a nuestro Smartphone si es necesario.
Debajo de esa pantalla, nos encontramos con los mandos físicos del sistema de climatización bizona y un espacio destinado para dejar nuestro móvil y que se recargue por inducción. Más abajo, existe también un vaciabolsillos con tapa y entre los dos asientos, obviamente, la palanca de cambios, manual con 6 relaciones, algunos botones para desactivar el Star/Stop o el freno de mano eléctrico y otro hueco portaobjetos con tapa corredera, que certifica la gran ergonomía y polivalencia del modelo, a pesar de su aparente simplicidad y minimalismo.
Y es que nuestro acabado denominado Tech está muy bien equipado. Entre otras cosas, disponíamos de navegador, pantalla táctil de 10,25 pulgadas, ordenador de a bordo, sensores de aparcamiento traseros con ayuda de cámara trasera, advertencia de colisión frontal, llantas de 18 pulgadas, aviso y asistente de cambio involuntario de carril, sensores de luces y lluvia con luces LED inteligentes para todas las funciones, control de presión de neumáticos, asistente de arranque en pendiente, control de velocidad de crucero, climatizador bizona, freno de mano eléctrico o Start/Stop, por poner unos pocos ejemplos.
La mecánica que probamos en esta ocasión era un motor de tres cilindros gasolina 1.0 con turbo, que arrojaba 120cv de potencia con un par máximo de 170 Nm. Tranquilos, que en unas semanas os ofreceremos la prueba de una de las versiones diésel para que podáis comparar. En nuestro caso estaba asociado a un cambio manual de 6 relaciones, con unos cambios precisos y un buen escalonamiento entre marchas.
Con esta configuración, obtenemos unas prestaciones máximas de 185 Km/h de velocidad punta, una aceleración de 0-100 Km/h en 11,3 segundos y un consumo en ciclo mixto de 6,6 litros, aunque en condiciones normales de conducción, es bastante poco probable que bajemos de los 7 l/100 Km.
Generalmente es un motor rumoroso, tanto a baja como a alta velocidad. Supongo que será porque no se han esmerado lo suficiente en el aislamiento del interior, ya que en el Kia Ceed no pasaba con la misma mecánica. No obstante, no es para nada molesto, aunque sí que se percibe con claridad.
Es una mecánica voluntariosa, que mueve muy bien al conjunto y que da lo mejor de si por encima de las 2.000rpm. Una vez que las sobrepasamos, el XCeed nos ofrece un "tirón" importante y es muy activo, pero es una sensación que se agota y disipa relativamente rápido. De todas formas, 120cv dan mucho de si para mover al conjunto.
El esquema de suspensiones es bastante firme, pero no supone ningún problema en materia de confort de rodadura y absorben muy bien las imperfecciones del asfalto, además de contener de manera notable, las posibles derivas del conjunto en una sucesión de curvas. No es un vehículo muy específico para realizar tramos de montaña a "tumba abierta", pero la verdad es que tampoco se siente demasiado incómodo. El único "hándicap" podría ser que al tener una estructura algo más elevada, la inclinación de la carrocería en las curvas más cerradas a alta velocidad se hace más evidente.
La dirección es directa y precisa, aunque un poco artificial, algo que agradeceremos en una conducción urbana, pero a la que deberemos acostumbrarnos un poco más cuando salgamos a carretera. Por su parte, el sistema de frenos detiene muy bien al conjunto y no tienen mucha pinta de acusar un desgaste prematuro por un uso intensivo.
Sin duda, en Kia han dado en el clavo con un producto como el XCeed. Además de tener una imagen diferenciadora y muy atractiva, dispone de toda la polivalencia que nos ofrece un auténtico SUV, una posición más acertada de conducción, una buena ergonomía, un equipamiento correcto y un dinamismo suficiente que hará que disfrutemos de los trayectos sobremanera, además de ser un "atrapamiradas" allá por donde pasemos. Kia ha creado un SUV diferente para gente diferente, ¿no creéis?.
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