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Prueba: Mitsubishi Eclipse Cross 150T Spirit


Aún tenemos reciente la épica participación y finalización de Cristina Gutiérrez en el Dakar 2020. Es su cuarto Dakar consecutivo y es el cuarto Dakar que finaliza siendo, sin lugar a dudas, la mejor piloto actual del mundo mundial. No lo digo por que es burgalesa, ni lo digo por peloteo ni nada de eso. Cristina Gutiérrez ha demostrado y sigue demostrando que es un valor seguro dentro del mundo de la competición y es respetada por los más afamados pilotos del planeta con los que compite siempre de tú a tú.


El "arma" que utiliza para batirse en duelo con estos pilotos procede, desde hace algunos años, de una de las marcas con más historia en el Dakar; Mitsubishi. Después de participar el primer y segundo año con el incombustible Mitsubishi Montero, los dos últimos lo ha hecho con el atractivo y original Eclipse Cross, más evolucionado y tecnológico que uno de los "jurásicos" de la competición, que era indestructible, pero que ya había dado todo lo que tenía que dar en una prueba tan dura como el Dakar.


Lo que está claro es que, tanto el uno como el otro, son extremadamente fiables y duros, ya que permitir a Cristina completar en cuatro ocasiones y por terrenos tan diferenciados, una competición tan sumamente complicada y destructiva para las monturas, es una auténtica proeza y una gran prueba de fuego para cualquier marca, que no dudarán en utilizar soluciones de sus vehículos de competición en los coches que están o pasarán a la producción en masa.


La base sobre la que ha conducido y surfeado sobre las dunas de Arabia Saudí, es el vehículo de nuestra prueba de hoy; el Mitsubishi Eclipse Cross. Este modelo ya ha pasado por nuestras manos en varias ocasiones, con motor de gasolina y diésel, con tracción delantera o total... Pero el modelo que probamos hoy es la esencia (bueno, un poco más que la esencia), ya que Spirit es la segunda opción de acabado de la gama y disponíamos de tracción delantera y cambio manual de 6 relaciones.


Obviamente; la montura de nuestra piloto de cabecera está muy evolucionada, con tracción total, suspensiones específicas, carrocería de fibra, un motor mucho más potente y todos los gadgets que la ayudan a conseguir sus objetivos. Pero la base fundamental es este Mitsubishi Eclipse Cross que tenemos aquí hoy y, poco a poco, vamos a ir desgranando las diferencias con otros de los modelos que ya han pasado por nuestras manos.


Como siempre, empezaríamos hablando de su diseño exterior, pero considero que, su controvertida imagen ya es conocida por todos, con ese frontal afilado y esa zaga con forma truncada. Es rompedor y como siempre pasa en este tipo de modelos y vehículos que se salen de la norma, o te encanta o no te gusta nada, pero está claro que no deja indiferente a nadie.


Abrimos ese original portón del maletero y disponemos de un espacio de carga aceptable (aunque es uno de los más pequeños de su segmento) de 378 litros, con un espacio correcto para colocar nuestros enseres, tan solo "roto" por los voluminosos pasos de rueda, que al estar el eje trasero tan retrasado, quitan un poco de espacio diáfano para la carga. 


Si desplazamos los asientos traseros a su posición más adelantada, dispondríamos de 485 litros, pero deberíamos cortarnos las piernas si vamos ha viajar en esas plazas con esas condiciones. Pero bueno; es un pequeño precio que tenemos que pagar por tener un vehículo tan único y capaz como el Mitsubishi Eclipse Cross.


En las plazas posteriores, nos encontramos con un buen espacio vital aunque, debido a la forma de la carrocería, el acceso no es precisamente demasiado cómodo y además, las puertas traseras son bastante pequeñas. Una vez dentro, dos ocupantes de cierta envergadura se encontrarán perfectamente holgados, con una buena altura respecto al techo y una gran distancia de los respaldos delanteros hasta nuestras rodillas.


Adolece un poco de anchura, ya que en ese rango no destaca entre los demás competidores de su segmento, pero teniendo en cuenta que el espacio destinado a la plaza central es más estrecho e incómodo (en la mayoría de los coches) no supondrá ningún problema para los ocupantes de las plazas laterales.


Delante nos encontramos ante una de las mejores posiciones para conducir y una de las más cómodas que hemos probado en los últimos tiempos. La posición de conducción es natural, bastante erguida, algo que nos permitirá viajar con un grado de confort destacado y realizar viajes largos sin desgastarnos físicamente. Por su parte, los asientos son confortables, con una buena sujeción lateral (aunque no es un vehículo muy específico para realizar una conducción dinámica de montaña) y una buena anchura muy apropiada para todo tipo de contornos.


En el cockpit todo es muy sencillo y fácil de utilizar e interpretar y los materiales utilizados para su construcción son de buena factura y con buenos ajustes. En Mitsubishi también huyen de artificios en la instrumentación y la información percibida es clara, sencilla y concisa, con velocímetro, cuentarevoluciones y una pantalla digital en el centro en donde podemos ver la información imprescindible e inherente al consumo y un par de cosillas más, procedente del ordenador de a bordo.


En el centro de un salpicadero original y con forma de cascada, además de tener una posición de privilegio, nos encontramos con la pantalla del equipo de infoocio de 7 pulgadas, con menús muy sencillos y botones muy grandes, con la que podemos interactuar por medio de un touchpad situado entre los dos asientos. Sus grafías son simples y desde ahí, podremos actuar sobre todos los equipamientos que tengamos disponibles según acabados.


Las grafías son correctas y su visualización es, relativamente, buena, ya que puede sufrir, y está bastante expuesta, a las incidencias de los rayos solares. No obstante, en nuestro sistema no disponíamos de navegador, pero no hay que preocuparse, ya que es compatible con los protocolos Apple Car Play y Android Auto. Aunque este sistema es mejor que el que puedan montar otros componentes de Mitsubishi y tiene un funcionamiento bueno, no destaca precisamente por rapidez. También podíamos visionar las imágenes de la cámara de ayuda al aparcamiento trasera, pero tampoco es que sea una ejemplaridad de definición y por dónde está situada, es bastante probable que se emboce de barro y salpicaduras si realizamos alguna conducción fuera del asfalto.


Debajo nos encontraremos con el sistema de climatización bi-zona y más abajo, en un plano diferente, algunos conectores USB y el botón ECO que, cuando lo pulsamos, limita las reacciones del motor y es muy recomendable para ahorrar combustible en una circulación ciudadana.


También en un lateral, situados en una posición menos lógica y ergonómica (no sé porqué), observamos los botones que activan y desactivan los sistemas de alerta de mantenimiento de carril, el Start/Stop, el ESP o el sistema de mitigación de colisión frontal con detección de peatones.

De todas formas, a pesar de ser (casi) un modelo de acceso a la gama, la terminación denominada Spirit, estaba muy bien equipada de serie, con 9 airbags, alerta de cambio involuntario de carril, climatizador bi-zona, cámara de ayuda al aparcamiento trasero, ordenador de a bordo, sistema de mitigación de choque frontal con detección de peatones, asistente de arranque en pendiente, llantas de 18 pulgadas, control de velocidad de crucero con limitador, detección de presión de neumáticos, apertura y arranque sin llave, sensores de luces y lluvia o Start/Stop entre otras cosas. Me llamó la atención el hecho de que no disponía de sensores de aparcamiento delanteros y traseros, pero está claro que hay que ahorrar en la factura de algún sitio.


La unidad que probamos disponía del motor de gasolina 1.5 con turbo de 163cv y 250Nm de par máximo, asociado a un excelente cambio manual de 6 relaciones. Digo lo de excelente porque, además de tener las marchas muy bien escalonadas y precisas, con recorridos muy cerrados y un guiado entre velocidades muy suave es, probablemente, una de las palancas de cambio manual más cómodas que he probado últimamente, ya que su ubicación y su altura, además de la precisión que os he comentado, invitaban a usarla de una manera continuada. Es una palanca muy cómoda de accionar. También me llamó la atención el hecho de que disponía de palanca de freno de mano, una tendencia que está, poco a poco, sustituyéndose por el freno de mano eléctrico.


Con esta configuración obteníamos unas prestaciones finales muy considerables en un SUV, con 205 Km/h de velocidad punta, una aceleración de 0-100 Km/h en 9,7 segundos y un consumo medio homologado de 7,8 l/100 Km. Es un consumo normal en un vehículo con estas pretensiones y peso, que igual se convierte en un vehículo un poco más "gastón" si nuestra forma de conducir no es la apropiada. Pero es un consumo que no se dispara.


Me encantó el rango de utilización y la respuesta enérgica del motor en todo momento. Es un prodigio mecánico que extrae una potencia notable de un motor contenido y lo mejor de todo, es que su respuesta y recuperaciones, son muy activas en todo momento y la ayuda del turbo, se percibe con nitidez en todas y cada una de las aceleraciones. Eso le proporciona al Eclipse Cross un carisma inigualable y creo que el tándem motor-transmisión está muy logrado. Hacía tiempo que no tenía una sensaciones tan puras con un vehículo de prueba. Mucho menos si hablamos de un SUV...


La sensación de confort es muy plausible en todo momento y estamos hablando siempre de un motor bastante silencioso. Se nos muestra como un coche ideal para realizar largos trayectos por carretera, sin apenas agotamiento, con un silencio de rodadura latente y un clima relajado en su interior. Cuando la carretera se pone un tanto más complicada, el conjunto se comporta de una manera muy neutra en general, aunque nunca debemos olvidar que hablamos de un SUV con una altura libre al suelo considerable y es mejor tomárnoslo con una mayor tranquilidad. No es un vehículo para hacer tramos.


Esa altura libre al suelo, nos da ventaja a la hora de salir del asfalto y nos permite realizar algún que otro ejercicio en zonas un poco más agrestes, con ciertas garantías de éxito, con un ángulo de ataque de 20,3º y un ángulo de salida de poco más de 30º, aunque no debemos olvidar que en nuestro caso, tan sólo disponíamos de tracción delantera. Las suspensiones entienden de compromiso acertado entre dureza y recorrido, ya que en ese sentido, tenemos un vehículo muy capacitado tanto para rodar por carretera como para hacer nuestras incursiones camperas. Las suspensiones absorben muy bien cualquier tipo de imperfección del piso. La dirección por su parte, también se nos muestra muy directa y comunicativa.


En definitiva; el Mitsubishi Eclipse Cross siempre nos ha dejado un buen sabor de boca, sea la versión que sea la que pase por nuestras manos. En el caso de nuestra prueba de hoy, y a pesar de ser una unidad casi de acceso, nos sorprende con un equipamiento notable, un comportamiento muy activo, dinámico y capaz en casi cualquier tipo de situación, asfalto o camino, una mecánica fiable y potente y nos ha encantado esa transmisión manual tan deliciosa, con unos guiados precisos, un escalonamiento de marchas muy acertado y una palanca de cambios perfecta, a una buena altura y muy adictiva a la hora de utilizarla. No me extraña que nuestra campeona haya sido capaz de disfrutar y acabar una prueba tan dura como el Dakar con una base tan lograda, aunque claro; en su caso estamos hablando de un Eclipse Cross muy preparado y evolucionado. Pero la base y la esencia está aquí...


Datos técnicos

Motor: 1.5 T

Potencia: 163cv

Vel Máx: 205 Km/h

Acel 0-100: 9,7 seg

Cons: 7,8 l/100 Km

Precio: Desde 27.750 euros (Versión probada)


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