BMW M5 y M5 Competition. Más mítico que nunca.
El BMW M5 siempre ha copado y protagonizado mis sueños más húmedos y es una de mis "espinitas" clavadas a fuego y uno de mis sueños por los que lucho día a día. Da igual la generación que sea, que el M5 siempre es una berlina sorprendente y en esta ocasión, la división BMW M ha convertido a sus BMW M5 y BMW M5 Competition mejor que nunca en berlinas de elevado rendimiento con diversos ajustes estilísticos y un concepto de control perfeccionado.
Las prestaciones de ambos son de bandera y un referente en el mundo de las berlinas ya que el M5 acelera de 0 a 100 km/h en sólo 3,4 segundos y alcanza los 200 km/h en tan solo 11,1 segundos. El BMW M5 Competition supera por una fracción ambas marcas, alcanzando los 100 km/h desde parado en 3,3 segundos y los 200 km/h en 10,8 segundos.
Incorpora el conocido motor V8 de 4.4 litros con tecnología BMW M TwinPower Turbo que desarrolla 600 CV en el BMW M5 y 25 más en el caso de la edición Competition. La caja de cambios automática M Steptronic de ocho velocidades con Drivelogic se ofrece de serie, al igual que la consabida tracción total M xDrive, que también incluye un ajuste 2WD para una tracción trasera pura.
Por su parte, el BMW M5 Competition dispone de una nueva generación de amortiguadores, heredados del BMW M8 Gran Coupé, y una nueva puesta a punto del chasis, por lo que nos ofrece una conducción y dinamismo al límite aún mejores, combinados con unos niveles de confort superlativos. Es siete milímetros más bajo que el BMW M5 "normal" e incluye ajustes específicos de suspensión y muelles. Esta configuración tiene en cuenta la potencia extra de su motor y se nota claramente al rodar en circuito.
Por supuesto, y al igual que en la nueva gama del BMW Serie 5, la actualizada parrilla de doble riñón es más grande y voluminosa, descendiendo hacia el faldón delantero, con unas tomas de aire más grandes a los laterales y una enorme parrilla delantera que alimenta de aire el gran radiador además, su perfil cromado está diseñado como una sola pieza que enmarca ambos elementos e incorporan barras dobles M específicas y el distintivo M.
Muy llamativos son los haz de luz que dibujan los nuevos faros adaptativos de tecnología LED. Como opción, podremos adquirir los faros denominados Shadow Line que añaden un tono más sombrío, exclusivo y amenazante a la vista frontal del M5 o la impresionante luz láser de BMW. Por otra parte, los pilotos traseros también son de tecnología LED y nos proyectan la característica firma lumínica en forma de L de la marca.
Comprobamos que las llantas M de 20" con radios dobles en Gris Orbit pulido, conocidas del BMW M8, ahora también están disponibles como opción en los M5 y los frenos compuestos M de serie ahora se pueden pedir con pinzas pintadas en Negro de alto brillo o Rojo de alto brillo como alternativa al acabado azul ya existente.
En el interior, observamos que la pantalla más grande de 12,3" y un nuevo concepto de control que también procede del BMW M8. Ese nuevo concepto de control, con dos botones en la consola central se denomina M Mode y nos permite cambiar rápidamente entre los ajustes Road y Sport. El mando de configuración accede directamente al menú de la pantalla central, en donde también se puede seleccionar una configuración personalizada de conducción. El BMW M5 Competition además ofrece el modo Track, para experimentar en circuito una experiencia M total sin filtros.
Por último, las pinturas metalizadas Gris Brands Hatch y Rojo Motegi son nuevas, así como las BMW Individual Azul Tanzanita II metalizado, Rojo Aventurine II metalizado y Frozen Bluestone mate metalizado. El Champagne Quartz metalizado se ha rebautizado como Gris Alvit metalizado.
Sin lugar a dudas, este ligero lavado de cara les ha sentado muy bien, pero seamos serios; el BMW M5 es como una mujer de belleza inusitada, es una berlina de bandera se ponga lo que se ponga...
Comentarios
Publicar un comentario