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Prueba: Subaru Forester 2.0i ecoHYBRID Executive



El Subaru Forester es un todo terreno de los de verdad, de los que ya no quedan, que tiene muchas virtudes, aunque a veces, están infravaloradas por el gran público o, simplemente, la memoria es muy frágil y se olvidan. Es uno de los todo terreno más auténticos, tiene un excelente equipo de serie y unos acabados premium realmente espectaculares, pero su estética un tanto conservadora y su apariencia un tanto más desfasada, hacen que muchos clientes no lo tengan muy en cuenta a la hora de la compra.


Pero además de ser uno de los todo terreno más capaces del mercado, también es uno de los vehículos más orientados para viajar y disfrutar haciéndolo, con un excelente grado de confort de marcha y una seguridad muy actualizada y adaptada a los tiempos que corren ya que lo uno no quita a lo otro.


Ahí no acaba la cosa, ya que para este 2020 (en realidad comenzó su andadura en el 2019); los chicos de Subaru han defenestrado y descatalogado cualquier tipo de indicio a una mecánica de ciclo diésel y tan sólo comercializan un tipo de motorización para todas las versiones. Se trata de un solvente motor 2.0 de gasolina con la ayuda de un motor eléctrico de apoyo, algo que le aporta el sobrenombre de ECO Hybrid o en otros mercados, e-Boxer, por la configuración de sus cilindros opuestos, marca indiscutible de la marca (o del Porsche 911). Respecto a la generación que ya conocíamos tampoco cambia en exceso, uno de los condicionantes muy importantes a la hora de la compra, ya que lo primero por lo que nos entra un coche es por la mirada. No obstante; mantiene un diseño ecléctico .


Su frontal cambia mínimamente, pero lo hace con un tono más premium y avanzado. Incorpora unos nuevos faros, con tecnología LED y luces diurnas muy características, además de un nuevo paragolpes, con toberas laterales cromadas, que incluyen unas nuevas luces antiniebla alargadas y verticales, también de iluminación LED. Por otra parte, y como no podríamos esperar menos en un vehículo tan capaz fuera del asfalto, dispone también de una plancha de protección para los bajos en diferente color al de la carrocería. Por último, y completando una imagen frontal poderosa, tenemos un capó delantero con unas nervaduras y líneas de tensión muy marcadas, que le aportan mucho más carácter.


En su visión lateral, obtenemos una imagen convencional en este tipo de vehículos. Es grande y voluminoso, con una línea ligeramente ascendente hacia la zaga por debajo de las ventanillas y unos pasos de rueda muy marcados, que nos da alguna pista de sus capacidades off road. Esos neumáticos, calzan unas llantas de 17 pulgadas y nos llama la atención una altura libre respecto al suelo de 22 cm, algo que no se suele estilar en los vehículos contemporáneos del mismo segmento, ya que suelen ser más bajos.


La zaga será la zona que más cambios ha sufrido, ya que para empezar, destacamos unos pilotos de nuevo diseño, unidos por un perfil en negro que recorre la zona inferior de la luneta trasera. Encima, tenemos un gran alerón que le aporta un cierto toque de dinamismo al conjunto y, para finalizar, tenemos también un nuevo paragolpes trasero, más profuso y rotundo, que contiene una protección específica en su zona inferior, pintada en diferente color que el resto de la carrocería.


Abrimos el portón del maletero , de accionamiento eléctrico, y nos descubre una zona de carga muy aprovechable de 509 litros, con varias perchas en sus zonas laterales para colgar bolsas o tomas de 12V para enchufar algún elemento eléctrico de viaje si así lo deseamos. Es un espacio de carga diáfano, con un perfil y una boca de carga relativamente bajos, que se agradece a la hora de cargar objetos pesados o voluminosos, tan sólo condicionado por unos pasos de rueda que se perciben muy claramente, pero que están situados muy adelantados, así que no nos condicionan en exceso a la hora de poder ubicar nuestro equipaje. También disponemos de sendos botones para poder abatir los asientos traseros sin esfuerzo y de esa manera, obtener un espacio de carga de hasta 1.779 litros.



Nos metemos ya con la habitabilidad y comenzamos desde las plazas posteriores. Estamos en un vehículo muy grande, por lo que disponemos de un gran espacio en todas las cotas. Dos personas, sean de la envergadura que sean, se podrán acomodar perfectamente en sus plazas y no tendrán ningún tipo de problema ni por anchura, ni por altura y, ni mucho menos, por espacio para las piernas, una cota en la que seguro vayamos más "sobrados" que en la mayoría de los coches que probemos. La plaza central es un poco más estrecha y está condicionada por un túnel de transmisión un tanto voluminoso, así que mejor destinar esa plaza a niños pequeños o bien, utilizarla de forma circunstancial.


En las plazas delanteras nos reciben unos asientos grandes y muy cómodos, con una buena sujeción lateral y algunos ajustes eléctricos. Una de las pocas diferencias que existen entre el acabado de nuestra prueba y el más alto de la gama es la tapicería de cuero, algo que en su totalidad no me parece confortable, así que el tapizado de tela y cuero de nuestra unidad me parece más apropiado.


Encontramos la postura de conducción muy rápido y ante nosotros se nos presenta un salpicadero que no llama la atención, pero en el que está todo muy ordenado, de una manera lógica, con una calidad de factura sublime y unos muy buenos ajustes generales. Los plásticos utilizados son atractivos y sólidos, con muy buen tacto, pero que no llegan a tener un aspecto premium, algo que no importa demasiado si tenemos en cuenta que, probablemente, lo que más prime en un coche de estas características no es el efecto, sino la efectividad y la durabilidad.


La capilla de relojes es analógica y nos ofrece una información correcta, con una pantalla LCD central correspondiente al ordenador de a bordo y desde la que podremos visionar diferentes parámetros del funcionamiento de nuestro vehículo en tiempo real.


Por otra parte, el volante contiene muchos pulsadores que aglutinan muchos gadgets del vehículo y su activación sin la necesidad de tener que apartar la vista de la carretera. Uno que hace diferenciar a algunos modelos de Subaru del resto es el que tiene la nomenclatura S/I. ¿Qué hace este botón?. Pues básicamente varía la curva de potencia y de entrega en un momento puntual y quiere decir Sport e Intelligent, posición que se activa por defecto y es el propio sistema el que gestiona la entrega y demás. Con el modo Sport activado notamos una entrega de potencia algo mayor, pero es una percepción muy ligera y, prácticamente, creo que podrían haber prescindido de ese botón perfectamente.


En la consola central, observamos sendas pantallas. Una es la correspondiente al equipo de infoocio, situada en una posición accesible, táctil y de 8 pulgadas, con una correcta calidad de imagen y desde la que podremos visionar diferentes informaciones, como las imágenes de la cámara de ayuda al aparcamiento trasera, con detección de tráfico cruzado, el equipo de audio o las imágenes de navegación o App,s de nuestro Smartphone, ya que no cuenta con sistema de navegación propio, sino que es compatible con los protocolos Apple Car Play y Android Auto y desde nuestro móvil, podremos visionar esos recursos en la pantalla gracias a la posibilidad Mirror Link.


Otra de las pantallas que observamos es mucho más pequeña y está situada sobre el propio salpicadero. Desde ahí podremos ver algunos parámetros más especializados que nos ayudarán en diferentes momentos y circunstancias de nuestra conducción. En esa pantalla podremos ver, por ejemplo, el grado de inclinación o giro de las ruedas, cuando estamos realizando una conducción off road; los ángulos ventral, de ataque y de salida además de la profundidad de vadeo a tiempo real, informaciones más destacadas del ordenador de a bordo y, una cámara lateral derecha, que podemos activar desde la consola adicional situada entre los dos asientos delanteros. Supongo que será una ayuda para aparcar..., o cuando estamos circulando por un desfiladero con un barranco enorme, para que no quepa la posibilidad de que giremos más de la cuenta y nos despeñemos... Realmente no sé del todo cual es la función de esa cámara.


En la visera de esa pantalla vemos también una especie de perfil con una finalidad muy concreta. Es un perfil que nos registra las facciones de la cara y adecúa los parámetros en la memoria de los asientos y retrovisores a cada tipo de conductor registrado y grabado en el sistema. También nos "lee" la cara mientras vamos conduciendo y en el momento en el que el sistema reconozca que nos estamos despistando o estamos cerrando los ojos por somnolencia o para "descansar la mirada" más tiempo del deseado, nos avisa con una alerta auditiva. Es un sistema que es una auténtica primicia y que avanza un paso más sobre la seguridad, pero que deberían de ajustar un poco más, ya que me advirtió en dos ocasiones en las que estaba atento a la conducción (o eso creía yo...).


No obstante, y aunque no lo parezca, el Subaru Forester dispone de muchísima tecnología y en nuestra unidad de prueba, teníamos un equipamiento extensísimo con elementos que incluían, ordenador de a bordo, climatizador bi-zona, llantas de 17 pulgadas, cámara trasera de ayuda al aparcamiento con detección de tráfico cruzado, luces delanteras LED, aviso de vehículo en ángulo muerto, frenada de emergencia con detección de peatones y ciclistas, asistente de arranque en pendiente, equipo de infoocio con pantalla táctil de 8 pulgadas, control de velocidad de crucero adaptativo con limitador, control de presión de neumáticos, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, sensores de luces y lluvia, volante multifunción con levas, aviso de cambio involuntario de carril, cámara de visión lateral, llamada de emergencia, arranque y acceso si llave, asientos eléctricos con memorias, SI-Drive, Start/Stop o X-Mode, entre otras muchas más cosas.


La batería de botones por la cual gestionamos el X-Mode está situada entre los dos asientos delanteros. Este sistema sirve y nos ayuda en una conducción fuera del asfalto y dispone de 3 posiciones: Normal, que es el propio sistema el que gestiona todos los parámetros del vehículo en una conducción normalizada; Snow/Dirt, orientado a una conducción sobre nieve o arena suelta, en el que el sistema adecúa al vehículo para este tipo de piso deslizante y por último D-Snow/Mud, que sirve en los momentos más delicados y cuando se nos presenta un terreno realmente difícil y complicado, bien sea con el piso con mucha nieve, con mucho barro o rocas. El X-Mode prepara, de forma automática la tracción, la respuesta del motor y del cambio y, si es necesario, el sistema de control de descensos, que se activará automáticamente cuando el vehículo detecte una inclinación más allá de lo normal.


Su única opción mecánica es un 2.0 de gasolina y un motor eléctrico muy pequeño de apoyo, asociado a una transmisión automática Lineartronic de variador continuo que ordena y gestiona la fuerza a las cuatro ruedas, ya que por defecto, el Subaru Forester es de tracción total permanente.


Con esta configuración, el todo terreno japonés arroja 150cv al asfalto, con 194 Nm de par máximo y unas prestaciones finales correctas de 190 Km/h de velocidad máxima, una aceleración de 0-100 Km/h en unos discretos 11,8 segundos y un consumo homologado de 8,1 l/100 Km.


No consume poco, ya que al tener tracción total, pesar casi 2 toneladas y una mecánica de gasolina, es un poco "tragoncete" respecto a sus competidores directos, con características similares. Por su parte, también es cierto que gracias a ese pequeño motor eléctrico, el Forester consume bastante menos que su predecesor y es por ese motivo por el que tenemos una nueva determinación denominada ECO Hybrid. 


Ese motor eléctrico hace que el Subaru gaste menos combustible, pero realmente, es una solución insuficiente como para denominarlo ECO. Me explico. Ahora es lo que hay y las nuevas normativas están dando lugar a este tipo de soluciones, pero en el caso que nos ocupa, hablamos de un motor eléctrico que si bien, puede mover el vehículo por si mismo sin generar ningún tipo de emisión, lo hace durante muy poco espacio de tiempo y siempre y cuando circulemos a menos de 40 Km/h. 


Siempre que arranquemos lo haremos en modo eléctrico, pero una vez que hagamos casi cualquier acción, daremos paso al motor de combustión. De hecho, incluso cuando adelantamos o debemos afrontar algún tipo de eventualidad en la que debamos utilizar la fuerza, siempre lo hará por medio del motor de combustión y el eléctrico no actuará ni como apoyo. 


Tampoco nos ayuda una transmisión de variador continuo, que es una transmisión perfecta para el tipo de vehículo que estamos probando siempre y cuando nuestra circulación sea relajada, constante y progresiva. Si demandamos mayor potencia con el pedal del acelerador, el sonido del motor revolucionado se nos torna muy evidente desde dentro del habitáculo y además, la sensación de que suena más de lo que nos entrega también es muy latente. 


No me malinterpretéis, el Subaru Forester nos brinda siempre un rodar muy cómodo, previsible y seguro, pero sólo si sabemos dosificar el pedal del acelerador y circulamos de una manera relajada, previsora y progresiva sin demandar mucha potencia instantánea, momento en el cual, el motor se revoluciona hasta el infinito y nos produce una sonoridad muy acusada desde el interior. 


El esquema de suspensiones, nos aísla a la perfección de cualquier tipo de irregularidad, ya sea dentro de la carretera como fuera de ella y además, contiene muy bien las posibles derivas de la carrocería, que "haberlas hailas", pero que si no circulamos haciendo mucho el "cafre", el conjunto soporta muy bien las inclinaciones que podemos sufrir en curva. Por su parte, los frenos son diligentes y la dirección es muy directa y comunicativa, algo que se agradece en un vehículo así.


Sin lugar a dudas el Forester es un gran producto. Es confortable, muy equipado, muy capaz, muy tecnológico y muy versátil, pero adolece de ciertos detalles que no lo hacen ser uno de los más demandados por el grueso de los probables consumidores. Su diseño es muy correcto y poderoso, pero un tanto anodino y clásico y su tándem mecánica-transmisión es muy aceptable para este coche, pero no soporta muy bien los cambios de ritmo, haciendo que debamos ser muy progresivos al volante. 


Está destinado, claramente, a un perfil de conductor muy tranquilo, que sea muy relajado a la hora de conducir y que disfrute del paisaje en su ruta, que le guste hacer algún "pinito" fuera de la carretera, que valore la seguridad y el confort sobre todas las demás cosas y que quiera disponer de un vehículo sólido, fiable y solvente durante muchos años. El sobrenombre de ECO Hybrid pues bueno, queda muy bien de cara a la galería, pero sinceramente, me parece un "parche" por los tiempos que nos está tocando vivir. No deja de ser un Subaru Forester con un motor de gasolina y que como curiosidad, dispone de un pequeño motor eléctrico que sirve para arrancar y poco más. 


Pero independientemente de los tecnicismos y demás; el modelo que hemos probado para todos vosotros es un gran todo terreno, muy confortable en carretera, con mucha tecnología disponible en materia de seguridad y ayudas a la conducción, un acabado superlativo y un cierto ambiente premium, que sabrán valorar los entendidos del mundo del automóvil que saben lo que compran. 


Datos técnicos:

Motor: 2.0 + eléctrico

Potencia: 150cv

Vel Máx: 190 Km/h

Acel 0-100: 11,8 seg

Cons: 8,1 l/100 Km

Precio: Desde 35.650 euros (Versión probada)




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