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Prueba: Mitsubishi ASX 200 MPI CVP Motion


Es uno de los primeros SUV que pasaron por nuestras manos y también lo ha hecho, casi, en todas sus variables mecánicas y configuraciones de equipamiento. Pero sin duda, a pesar de que los años no pasan en balde para nada ni para nadie, he de reconocer que me sigue pareciendo uno de los SUV más lógicos, versátiles y asumibles del mercado actual.


Han aparecido otros modelos en el seno de la marca que, probablemente, hayan eclipsado en mayor o menor medida a uno de los referentes y decanos de la gama SUV de los tres diamantes. Por ejemplo, el Eclipse Cross (valga la redundancia) ha irrumpido con mucha fuerza, un diseño diferenciador, grandes éxitos deportivos y, a pesar de que se encuentra en un segmento superior, también nos llega con unos precios bastante competitivos. Por su parte el SUV más grande de la gama, el Outlander, puede dispararse un poco en cuestión de medidas o precio (que tampoco es que sea descabellado) respecto a lo que podemos estar buscando, pero nos ofrece una gran tecnología, un buen rodar, una gran versatilidad de uso y, sobre todo, una variable con tecnología híbrida enchufable muy apetecible y una de las pioneras en este segmento tan disputado.


Pero hoy hablaremos de nuevo del "pequeño" de la familia; el ASX. Para este 2020, que hemos comenzado un tanto convulso, el ASX se renueva sustancialmente y, después de muchos años en el mercado con ligerísimos restyling que no suponían apenas diferencias, se nos presenta con una imagen totalmente renovada e incorpora, sin ningún tipo de concesión, el nuevo lenguaje estético de la marca que ya comparte con todos sus hermanos y que lo hace reconocible como todo un miembro de la familia Mitsubishi por pleno derecho.


Entre sus múltiples cambios exteriores, el más evidente se encuentra en su imagen frontal, que adquiere el lenguaje de diseño común de la marca denominado Dynamic Shield. Ahora es una imagen mucho más afilada, con unos grupos ópticos muy rasgados de tecnología Bi-Led, que nos ofrecen una iluminación óptima en las horas nocturnas. Esos faros dan una especie de continuidad a las formas de la parrilla delantera con el gran logo en el centro, que contiene unas lamas gruesas en color gris, combinadas con unos apliques decorativos en negro y que aporta una imagen robusta y poderosa.


Más abajo, en los laterales, nos encontramos con el sello más distintivo y común entre toda la gama de Mitsubishi, ya que disponemos de aditamentos cromados (muy complicados a la hora de hacer fotos, por cierto) que forman una elipse muy atractiva, que parte de la zona inferior de los faros frontales y que, en cierta medida, nos traslada visualmente hacia el centro de la imagen y delimitan, virtualmente, los grupos ópticos de las luces intermitentes y los antiniebla, englobados en un mismo conjunto y que, para esta nueva generación, se dividen en dos secciones.


Para concluir, en la zona baja de ese paragolpes, nos encontramos con las consabidas protecciones para los bajos del vehículo, en esta ocasión en plástico negro y sin ninguna connotación estética. Y es que nunca debemos olvidar que, a pesar de que los SUV actuales están muy orientados a una circulación por asfalto y, como era en nuestro caso, en general suelen ser vehículos de tracción delantera; no deja de ser un Mitsubishi y ya sabéis que la marca, tiene ese punto a favor que es el de dominar también las posibles intervenciones que podamos hacer fuera de la carretera.


Su visión lateral no cambia en exceso. Mide 4,36 metros de longitud con una distancia entre ejes de 2,67 metros y monta, en nuestro caso, unas bonitas llantas de 18 pulgadas. Esas ruedas, como ya pasaba en las anteriores generaciones, se acogen en unos pasos de rueda muy marcados en la carrocería y observamos todo el contorno con una protección de plástico para los bajos. También nos encontramos con un aditamento estético por detrás de los pasos de rueda delanteros, que no cumple ninguna función aerodinámica ni nada de eso pero que, sin lugar a dudas, hace que el nuevo ASX sea aún más distintivo. Por otra parte, la altura libre respecto al suelo es de 19 cm, una altura considerable que nos ofrecerá muchas ventajas a la hora de hacer una conducción Off Road.


La zaga no cambia tampoco en exceso respecto a la generación precedente, pero sí que cuenta con una imagen actualizada y un tanto más "fresca". Por ejemplo, nos encontramos unos nuevos pilotos con tecnología LED con una nueva firma lumínica. También disponemos de un rediseño nuevo del paragolpes trasero, que es más envolvente y nos aporta una imagen más definida, aunque no pierde otra de las notas características del modelo, con la luz antiniebla situada en el centro. También se incluye un nuevo protector de bajos más elaborado y estético.


Entramos en las plazas posteriores y nos encontramos con un buen espacio vital en todas las cotas y cuatro pasajeros podrán viajar sin ningún tipo de problema. La plaza central, obviamente, es más angosta. De hecho, en cuanto a habitabilidad, no notamos diferencias respecto a las generaciones precedentes, ya que la plataforma es la misma y básicamente, el coche también, así que simplemente podemos decir que es bastante buena. El maletero tampoco cambia y nos conformamos con 406 litros, que no es que sea muchísimo, pero entra perfectamente en el rango en el que se mueven sus competidores por tamaño.


Ubicados ya en los asientos delanteros, observamos que son cómodos y sujetan correctamente el cuerpo. No es necesario tener mucho agarre lateral porque es un vehículo muy rutero, pero no es precisamente muy especifico para realizar tramos de montaña a una gran velocidad.


Nos encontramos con un salpicadero coherente, con los mandos más imprescindibles al alcance de la mano y materiales muy sólidos en su ensamblaje, con plásticos de buen tacto, pero duros. Se nota el paso del tiempo en lo referente a diseño y es que, no obstante, estamos hablando de una base que, con ligeros restyling, ya lleva 10 años en nuestro mercado.


Detrás del volante nos encontraremos unas levas del cambio muy agradables de usar y creedme, si queréis extraer la quintaesencia al conjunto las utilizaréis bastante, ya que en este caso, disponíamos de un cambio automático de variador continuo. Es un tipo de cambio muy correcto si nuestra conducción es muy progresiva y relajada, pero cuando necesitamos algo más de "punch"; primero se revoluciona bastante, con el consiguiente ruido procedente del motor y segundo, nos encontramos con una respuesta un tanto tardía, ya que parece que la poderosa mecánica no tiene tantos caballos como en realidad tiene. Gajes del tipo de cambio que, personalmente, no me convence mucho ni en el Mitsubishi ni en ningún modelo de otras marcas que ya han pasado por nuestras manos.


En la capilla de relojes veremos una información tradicional, con dos marcadores y una pantalla LCD en el centro, que nos indicará varios parámetros procedentes del ordenador de a bordo. La información que percibimos es clara y no echamos nada en falta. Todo en el ASX es muy fácil y no necesitamos ningún periodo de adaptación.


En el centro sí que vemos uno de los pocos cambios respecto a las generaciones anteriores. La pantalla táctil de equipo de infoocio ahora es más grande y se nos presenta con 8 pulgadas, desde la que podremos visionar diferentes informaciones del sistema de audio, del ordenador de a bordo e incluso, las imágenes de la cámara de ayuda al aparcamiento trasera, con una definición muy correcta.


También han mejorado la respuesta y el sistema operativo, aunque no disponemos de navegador, por ejemplo. No os preocupéis, ya que el sistema es compatible con los protocolos Android Auto y Apple Car Play. ¿Quién necesita tener un navegador y otras aplicaciones cuando tenemos un smartphone tan inteligente que podemos conectar?.


Debajo nos encontramos con los mandos de la climatización, muy fáciles de accionar y muy accesibles y más abajo, en una zona más escondida, disponemos de tomas USB, toma de 12V y los pulsadores para desconectar el sistema Start/Stop y el ESP, además de una pequeña bandeja vacíabolsillos que nunca viene mal.


No obstante, y a pesar de que nuestra unidad de pruebas disponía del equipo intermedio denominado Motion, ya contaba con un equipamiento de serie muy dotado con asistente de arranque en pendiente, cámara de ayuda al aparcamiento trasera con aviso de tráfico cruzado, ordenador de a bordo, equipo de infoocio con pantalla táctil de 8", llantas de 18", luces delanteras Bi-LED, luces traseras, intermitentes y antiniebla LED, sensor de presión de neumáticos, control de velocidad de crucero con limitador, climatizador, sensores de lluvia y luces, aviso de cambio involuntario de carril o Stop/Start, entre otros elementos.


Otro de los puntos que han cambiado en el nuevo Mitsubishi ASX es la gama de motores. Bueno, gama, gama... La verdad es que en la nueva actualización, sea con el acabado que sea, tan sólo cuenta con una mecánica 2.0 de 150cv de gasolina, con el que obtenemos unos registros muy aceptables como una aceleración de 0-100 Km/h en 11,7 segundos, una velocidad máxima de 190 Km/h y un consumo en ciclo mixto de 7,8 l/100 Km. 


No destaca especialmente en ninguna de sus prestaciones totales, pero es un motor muy correcto para el tipo de vehículo del que estamos hablando. Los motores conocidos anteriormente ya no tienen cabida, ya que el nuevo ASX se nos muestra como una alternativa más madura y por lo tanto, se nos muestra un tanto más "serio" que en las anteriores ediciones. 


Está asociado, como os hemos adelantado antes, a un cambio automático de variador continuo que, personalmente a mí, no acaba de convencerme mucho. Quizás me decantaría mejor por una caja de cambios manual de 5 relaciones (opción que sí tenemos disponible en según qué acabados) y que probablemente nos oriente a consumir menos en el ciclo global del conjunto y obtener mejor respuesta y registros finales. Para esta nueva generación del ASX, también podemos elegir entre tracción delantera o tracción total, esta última desaparecida en sus precedentes y ahora, la podemos volver a elegir con el acabado Kaiteki+ que es el más dotado. 


Con esta configuración que estamos probando obtenemos un rutero de bandera. Cómodo, confortable y versátil, que nos ofrece unos grandes argumentos tanto para disfrutar de nuestro tiempo de ocio, como para afrontar nuestro día a día, gracias a su compacidad. 


La dirección es directa, aunque poco comunicativa y el silencio en orden de rodadura es notable (si no exigimos demasiado a la mecánica y somos progresivos con el acelerador). Por su parte, el esquema de suspensiones es ligero, lo que permite filtrar a la perfección las irregularidades del asfalto y proporcionarnos un gran confort general desde dentro del habitáculo. Tampoco obtenemos mucho balanceo en las curvas y contiene muy bien los movimientos súbitos de una carrocería que, no debemos olvidar, está un poco más elevada que en un compacto o berlina, por ejemplo. 


Ese esquema ligero y esa distancia respecto al suelo un poco más amplia, nos aporta una gran ventaja si queremos realizar nuestros ejercicios fuera del asfalto. Ya sea una versión con tracción delantera o una versión con tracción total, nos permite ciertas licencias por pistas o tramos Off Road sin el temor a tener problemas con los que no contábamos y puede solventar situaciones que con otros muchos competidores directos, es probable que no tendríamos tanta suerte. 


Pero independientemente a que tengamos una unidad con tracción total o delantera, los SUV actuales (el ASX también) están muy orientados a una circulación por carretera y en ese ámbito, una unidad como la que hemos tenido entre manos, nos proporcionará unos viajes y trayectos muy placenteros y confortables en todo momento, sin menospreciar a nuestro día a día, en el que tengamos que lidiar con el resto del tráfico o aparcar en sitios ajustados, donde, como os hemos indicado, la compacidad del conjunto jugará un papel importante. 


La ventaja añadida que obtenemos con el nuevo ASX es que porta un diseño más actual y diferenciado, un equipo de serie correcto y completo, un motor voluntarioso y, en cierta medida, poderoso y ciertas aptitudes camperas que nos facilitarán la tarea de aventurarnos por sitios diferentes en nuestro tiempo de ocio. 


Aunque aquí no se acaban las virtudes de un SUV muy correcto, sino que su precio de derribo seguro que nos facilitará la tarea a la hora de realizar nuestra elección, puesto que una unidad como la que nos a ocupado en nuestra prueba de hoy, se puede adquirir por unos, más que ajustados, 23.700 euros. ¿Es para tenerlo en cuenta o no?.


Datos técnicos: 

Motor: 2.0 Gasolina

Potencia: 150cv

Vel Máx: 190 Km/h

Acel 0-100: 11,7 seg

Cons: 7,8 l/100 Km

Precio: Desde 23.700 Euros (Versión probada)



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