Translate

Lo demás es historia: El logo de Peugeot


Corría el año 1858 y Émile Peugeot, cabeza visible de la próspera empresa que fabricaba las famosas herramientas Peugeot, registraba un símbolo que la acabaría acompañando durante más de siglo y medio: el León. Este animal ya había aparecido en 1850 de la mano del escultor Justin Blazer en las sierras de la marca como metáfora perfecta de su resistencia, flexibilidad, agilidad y rapidez en el corte.


En su primera representación conocida, el León aparece posado en una flecha mirando hacia la izquierda, invitando a un movimiento de la sierra hacia esa dirección. Poco a poco da el salto hacia otros productos de la marca, como los molinillos de café y especias (1881), las bicicletas (1882) y las motos (1898). Curiosamente, el primer automóvil fabricado por Peugeot, el Serpollet-Peugeot (1889), no lució el león en su frontal y habría que esperar hasta 1905 para verlo reflejado en la calandra de los vehículos de la marca.


En 1923, los escultores Marx y Baudichon dieron un paso más para la marca. Siguiendo los patrones artísticos de la época, el león pasaría a ser tridimensional y funcionaría como tapón para el radiador de todos los automóviles Peugeot con dos versiones: el león dispuesto a saltar y el león rugiendo. Este último diseño acabaría triunfando durante la década de los 30 en varios modelos míticos.


Tras el parón por la Segunda Guerra Mundial, la marca francesa volvió la mirada hacia el Franco Condado, su tierra de origen, con el que comparte historia, carácter y también un símbolo: el león. En 1948, con el lanzamiento de su primer modelo de posguerra, el animal fetiche de la marca tomaría un estilo heráldico, imitando al león rampante que figura en el escudo de esa región francesa. Apoyado sobre sus dos patas traseras, reinaría sobre la calandra y, por primera vez, el volante hasta los años 60.


Con el inicio de la “Década Prodigiosa”, Pininfarina empezaría una fructífera colaboración con la marca, en el que cobraría protagonismo una nueva visión del animal totémico de la firma francesa: rugiendo y con la melena al viento, todo ello en un elegante tono dorado. En cierto modo, un antecesor del actual logo de la marca que se mantendría hasta los 70, donde se volvería al león rampante y a una estética cada vez más minimalista hasta desembocar en lo que se ha conocido como el ‘león de alambre’, una figura delineada que desde 1975 ha liderado los frontales de modelos con los que los amantes del motor han ido creciendo, como el Peugeot 604, el 306 o, sobre todo, el Peugeot 205.


Las siguientes revisiones del emblema de Peugeot, en 1998 y en 2010, han ido redondeando y limpiando las líneas, creando formas y texturas con relieves metálicos dando la sensación de firmeza y solidez. Aparece sobre el capó o en el centro de la calandra, creando formas junto a la rejilla delantera. Con el inicio de la nueva era de electrificación de la gama, el León se volvió dicroico en las versiones eléctricas e híbridas enchufables, es decir, cambiaba de color según el ángulo de la luz.


En 2021 la marca de automóviles en activo más antigua del mundo reafirma su personalidad y su carácter con una nueva interpretación de su animal mítico: un escudo adornado con una magnífica cabeza de león, diseñado por el PEUGEOT Design Lab, que hace un sutil homenaje al símbolo de la marca durante la década de 1960.


Un nuevo logo que expresa lo que Peugeot hizo ayer, lo que Peugeot hace hoy y lo que Peugeot hará mañana. Sinónimo de prestigio, seguridad y permanencia, representa los valores de la marca. Con él y con su nuevo universo gráfico, la marca combina la historia y la hipermodernidad, sale a conquistar nuevos territorios, acelera su apertura internacional y exporta el diseño, el savoir-faire francés y el estilo de vida a la francesa. La marca Peugeot es intemporal y se reinventa una y otra vez. A la vista está.


Comentarios

Entradas populares

Translate