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Prueba: Volkswagen ID.Buzz Pro


Yo no lo soy, pero dicen que es el mejor momento para ser un buen padre. No sé si estoy muy de acuerdo con esa afirmación, pero lo que sí que está claro es que, tampoco estoy muy de acuerdo con la movilidad eléctrica, estamos volviendo a tiempos pasados en los que los SUV eran un mercado muy concreto y que si se demandaba espacio, los monovolúmenes eran la solución más determinante y elegida por todos los que tenían una familia o iban a tenerla pronto.


No creo que sea buen momento para engendrar retoños, por la situación que estamos viviendo y porque a los pobres les estamos dejando un "mundo de mierda", pero me congratula saber que todavía hay soluciones que se deben tener muy en cuenta si queremos espacio puro y duro, y si además, el envoltorio es de un carácter simpático y, en cierta medida, nos recuerda espiritualmente a un vehículo mítico que ya militó en las filas de la marca alemana, pues mucho mejor.

Hay pocos representantes de este segmento y cada día menos, pero una marca como Volkswagen quiere revertir, en cierta medida, esta situación, con su monovolumen eléctrico ID.Buzz.


Es un monovolumen que recuerda bastante a un mito como el Volkswagen Transporter o toda la saga T, pero con diseño más moderno, simpático y 100% eléctrico, que es lo que se lleva ahora. Pasó brevemente por nuestras manos y por desgracia no tuvimos la oportunidad de tenerlo más, pero la verdad es que nos motivó en ese poco tiempo que estuvo en nuestras manos.


Delante nos encontramos una imagen poderosa y rotunda, gracias a su falta de un "grande" radiador para refrigerar a la mecánica, porque ya sabéis que los motores eléctricos no necesitan tanta refrigeración. De hecho existe un paragolpes específico con unas aberturas en forma de "cara" sonriente para refrigerar a ese motor. Ese paragolpes también dispone en los laterales unas aberturas específicas que canalizan el aire hacia los laterales para favorecer una gran estabilidad en orden de marcha.


El resto de diseño de ese frontal es muy limpio, con una gran superficie de chapa, coronada en la parte superior por el equipo de iluminación afilado y muy original, que no se "escapa" mucho del diseño general de los modelos ID con la tecnología de tipo LED IQ.Light y luces diurnas incorporadas en el interior de las tulipas. Los dos faros delanteros están físicamente unidos por una fina tira de luz, también LED que proporciona a los Volkswagen más dotados una característica visión nocturna y el enorme símbolo de la marca en el centro que "rompe" ese haz de luz y que nos recuerda mucho a esa Transporter y saga T.


En el lateral observamos una líneas puras, muy limpias, con mucha superficie de chapa y una gran distancia entre ejes, ya que las ruedas están colocadas en las orillas del vehículo, aunque también con muchas ventanillas, emulando a sus ancestros, que llegaron ha tener hasta nueve ventanillas y eso le aporta mucha claridad interior y visibilidad en todos los ángulos. En la parte trasera observamos una lama con tres apliques que quedan muy bien, y que en teoría, tienen un afán aerodinámico, pero en realidad son estética pura.


Las llantas de aleación preciosas son de 19" en nuestra versión y eran una emulación a acero pulido, pero hay que tener un cuidado especial para no rallarlas en el aparcamiento con los bordillos. Por cierto, si queremos aparcar de forma pseudautónoma y no tener ese problema con el ID.Buzz podemos con sólo dar a un botón en la pantalla táctil de 12" del equipo de infoocio específico de este modelo y compatible con los protocolos AppleCar Play o Android Auto del equipo opcional aunque de serie lo tendremos de 10".


Detrás tenemos una imagen rotunda gracias a un portón del maletero muy grande, con una superficie espectacular con unos pilotos muy característicos, también de tecnología LED y pertenecientes a IQ.Light. Ese gran portón nos descubre un enorme maletero de 1.121 litros, digno de una furgoneta de carga, pero sin serlo. Es un espacio de carga muy considerable para lo que se estila hoy en día, y además, nos encontramos con formas cúbicas y muy aprovechables, además de un perfil del maletero relativamente bajo. Ese portón de maletero se eleva mucho y tiene una correa para bajarlo, aunque los más bajos igual no llegan bien a su perfil.


Nuestra edición no disponía del sistema eléctrico de cierre ni siquiera al pasar el pie por debajo del paragolpes trasero, aunque creo que debería ser un básico para un vehículo como este, pero me consta que desde este acabado, sí que dispone de ese sistema. Las futuras versiones tendrán una opción de 7 plazas y de tipo comercial, lo que no variará la longitud del conjunto, pero sí el volumen del maletero o de carga.


Accedemos al interior y para las plazas traseras nos encontramos unas puertas deslizantes que nos permiten acceder de una manera muy cómoda y con un espacio considerable. En otras versiones y por medio de pago, son puertas deslizantes eléctricas, pero no era nuestro caso.


Las plazas traseras son muy confortables y nos sentamos como en una silla ya que es un vehículo que nos lo permite y es muy amplio en todas sus cotas, bien sea en anchura, como en altura como en espacio respecto a las rodillas. Por medio de un mando, podemos recostarnos unos grados para ir más cómodos en nuestros viajes o desplazar 15 cm de forma longitudinal cada una de las partes o las dos. No tiene plazas individuales y se pueden dividir en proporciones 60-40 para aumentar el nivel de carga en un momento determinado.


Los respaldos de los asientos delanteros brindaban a las dos plazas laterales sendas mesas plegables auxiliares por si esos pasajeros quieren comer o realizar alguna operación en la que necesiten apoyar algo. Esas mesas se podían replegar estando ya sentados en esas plazas, gracias al gran espacio disponible, pero el material plástico con el que estaban construidas dejaba mucho que desear. No obstante, me parecía un detalle curioso y reseñable, al igual que dos bolsas situadas encama y debajo de esas mesitas plegables para ubicar algún tipo de revista o algo similar.


Delante nos reciben unos asientos muy confortables, aunque nos sentamos también como en una silla, no como en un sillón. Es una postura más natural y están tapizados en un material reciclado de plástico de redes de pesca. Es un vehículo muy ecológico a todos los niveles y el tapizado es uno de esos factores, pero aunque sea de material reciclado y de plástico, son asientos suaves, con cierta similitud a tela y muy cómodos.


Me llamó mucho la atención que su salpicadero tiene una distancia considerable hasta la luna delantera. Entiendo que será un sistema de seguridad, ya que el frontal es muy corto y servirá para mitigar en mayor medida un posible choque.


Independientemente del tamaño en su zona superior, ante nosotros vemos un salpicadero bastante conocido. Concretamente es bastante conocido en los modelos eléctricos de la marca ID. La instrumentación era digital y se nos mostraba sobre una pantalla, de 5,3" (bastante pequeña para el tipo de vehículo que es). No os confundáis, nos ofrecía toda la información que teníamos que saber, y se podía configurar en dos vertientes, pero me sorprendió lo pequeña que era esa pantalla.


Los materiales utilizados tienen muy buenos ajustes entre sí, y además de soluciones recicladas, nos encontramos con una lama de madera que viste muy bien al conjunto en su interior y le da cierto toque lujoso.


Han solucionado uno de los problemas que tenían los ID de las primeras generaciones. Antes los mandos para todo eran táctiles y los han sustituido por botones físicos, ya que podíamos activar cualquier cosa sin querer y ahora no.


El volante parece simple, pero es sólo apariencia ya que su guiabilidad es excelente y además tiene esos botones físicos para activar ciertos equipamientos sin tener que soltar las manos del volante.


En la columna de dirección nos encontramos una palanca con otras diversas funciones a la que, probablemente, nos tendremos que acostumbrar, ya que está todo concentrado en esa palanca y es bastante "lioso" el activar ciertas cosas cuando estamos acostumbrados a tener varias palancas a diferentes lados para activar esas funciones, que en otros vehículos están diferenciadas.


La parte derecha de la columna de dirección está reservada para el mando del selector del cambio. Al igual que ocurre en diversas marcas, nos encontramos el selector del cambio en la columna de dirección. Es fácil de activarse y funciona igual que cualquier otro cambio automático, pero habrá que acostumbrarse a la situación y nos lo tendrán que explicar, aunque cada vez hay más vehículos que lo montan ahí. Tiene una posición B (Brake) en la que las frenadas regenerativas son mucho más latentes y, aunque no detenga al conjunto por completo, reduce muchísimo la marcha del vehículo y nos permite recuperar energía para la batería en una circulación urbana o en puertos de montaña.


Por su parte, la pantalla del equipo de infoocio, según la versión que estemos manejando, puede ser de 10 o 12". Es una pantalla con unos gráficos muy buenos, sobreelevada y en un lugar de privilegio, ya que está situada a la altura de nuestra vista y es muy fácil de accionar y de interpretar.

Nuestra edición montaba, de manera opcional, la pantalla de 12" desde la que podíamos ver diferentes parámetros del conjunto y del ordenador de a bordo, además de las imágenes de la cámara trasera de ayuda al aparcamiento o el navegador incorporado, entre otras cosas. Desde esa pantalla también podíamos ver la temperatura a la que íbamos, ya que el ID.Buzz contaba con climatizador bizona, activar el aparcamiento pseudoasitido o los asientos delanteros calefactados. Debajo de esa gran pantalla, nos encontramos diferentes mandos táctiles (en los que hay que deslizar el dedo) de la temperatura o el volumen del sistema de sonido.


Me gustó mucho el funcionamiento del equipo de infoocio, con esos buenos gráficos, muy sencillo de interpretar, con unos menús muy ergonómicos y su fluidez entre ellos, pero no me gustó que la temperatura o el volumen de la radio se activase de manera táctil. Es poco intuitivo y es bastante probable que el conductor tenga que desviar la mirada de la carretera. También existen muchos coches que todo está supeditado a la pantalla y hay algunos elementos de equipamiento que deberían ir con otro tipo de mandos y aparte. Audi mantiene los mandos físicos para el climatizador, por ejemplo y es del mismo Grupo.


Debajo existía mucho espacio con una plancha, que en realidad era una especie de "cajón" que si lo pulsábamos nos descubría dos posavasos bastante grandes para las dos plazas delanteras. Supongo que será un "guiño" a clientes norteamericanos, ya que en Europa, o por lo menos, en España, está prohibido beber nada en el coche mientras se conduce. Pero bueno, al no tener mandos ahí, ni un selector del cambio, existe mucho espacio libre que se agradece.


Como curiosidad, los pedales eran de aluminio brillante con los símbolos de Play para el acelerador y de Stop para el freno. Son muy vistosos y originales para un coche eléctrico, pero no sé yo si su efectividad será la más adecuada, ya que creo que los pies se pueden deslizar bastante cuando llevamos las suelas mojadas.


Nuestra edición era la denominada Pro, la más "accesible" y esto lo pongo entre comillas porque costaría unos 61.500 euros en su precio base, aunque venía bastante bien equipada de serie, con algunas opciones de las que también disfrutamos. Para empezar tenía iluminación inteligente denominada IQ.Light de tipo LED, tanto en las luces delanteras como traseras, sensores de lluvia y luces, llantas de 19" equipo de infoocio con pantalla táctil de 12", cámara de ayuda al aparcamiento trasero, asientos delanteros calefactados, asistente de cambio involuntario de carril, climatizador bizona, detector de fatiga, aparcamiento pseudoautónmo, asistente de arranque en cuesta, navegador, compatibilidad con AppleCar Play y Android Auto, control de presión de neumáticos, ordenador de a bordo, volante multifunción, reconocimiento de señales de tráfico, acceso y arranque sin llave, control de velocidad de crucero con limitador, iluminación ambiental, tapicería de tela reciclada, volante calefactado, instrumentación digital o llamada de emergencia, entre otras muchas cosas.


Obviamente es un vehículo eléctrico y tiene el motor detrás, justo encima del eje trasero que es el que mueve, por lo tanto es tracción trasera. En total genera 204cv y un par máximo instantáneo de 310 Nm, con el que puede acelerar de 0-100 Km/h en 10,4 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 145 Km/h autolimitada para favorecer en mayor medida que no se deteriore antes la batería por aumentos de temperatura.


La batería tiene una capacidad total de 82 KWh, aunque tiene una capacidad neta de 77 KWh por seguridad y está situada en los bajos del conjunto para que tenga un menor centro de gravedad en orden de marcha y con ella cargada al 100%, en consumo combinado de unos 20,8 KWh se pueden alcanzar los 419 Km de autonomía. Al ser un vehículo eléctrico, obtenemos la pegatina 0 de la DGT con todas las ventajas que ello conlleva.


La batería ha sido modificada para admitir alguna recarga por corriente continua como máximo a 11 KW y en esas condiciones, se puede recargar de un 5 a un 80% en una media hora. Luego tenemos opciones para recargar con corriente alterna con diferentes tipos de potencias y, por supuesto, tardaría más en recargar esa batería.


Cuando abrimos el capó delantero, evidentemente nos encontramos algo. No el motor, sino algunos contenedores para rellenar líquidos, ya que al motor sólo pueden acceder los especialistas en el coche.


A pesar de su gran tamaño de 4,7 metros, el ID.Buzz se conduce muy bien gracias a su excelente guiabilidad, su gran distancia entre ejes, su bajo centro de gravedad y su esquema de suspensiones relativamente firme. Digo relativamente, porque a la hora de pillar los famosos "policías tumbados" para reducir la velocidad se notan unas suspensiones firmes, pero en general, favorecen la comodidad de conducción en todos los aspectos y las imperfecciones del asfalto no se perciben desde el interior.


El ID.Buzz es un monovolumen eléctrico con una gran comodidad para viajar, una gran capacidad de carga, una gran habitabilidad y un regusto retro que gustará a los más nostálgicos, pero con un ambiente moderno y una gran conectividad total.


Podíamos ponerle algún "pero", pues sí, claro. En mi opinión subjetiva, 204cv pueden parecer mucho, pero en un motor de combustión, en uno eléctrico se me antojan un poco justos, además de que por seguridad tiene una velocidad autolimitada a 145 Km/h. No tienen asientos individuales en las plazas traseras, lo que favorecería una mayor polivalencia y comodidad a esos pasajeros y todos los gadgets tecnológicos están supeditados a la pantalla del equipo de infoocio, lo cual nos obligaría a desviar momentáneamente la mirada del asfalto y eso entraña un cierto peligro. Por último, me parece que es bastante cara para sus pretensiones, ya que nuestra unidad se plantaba en unos 61.500 euros de precio base, pero la ID.Buzz más equipada puede alcanzar sin problema los más de 72.000 euros.


Habrá más "peros"
pero no los puede escudriñar más por falta de tiempo físico.


Datos técnicos:

Motor: Eléctrico

Potencia: 204cv

Vel máx: 145 Km/h

Acel 0-100: 10,2 segundos

Cons: 20,8 KWh

Precio: Desde 61.500 euros (versión probada)

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