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Cupra Tavascan en Laponia con Lucas Di Grassi


Nos trasladamos a uno de los climas más hostiles del planeta tierra. Nos trasladamos a Laponia, cerca del círculo polar ártico y "hogar" de Papa Noél. Pero la finalidad no es ir a por regalos ni a "matar" a Santa, sino que es la de probar uno de los SUV que más fuerte van a "pegar" en un futuro próximo y que se diferencia por una estética muy atractiva y un cierto toque de exclusividad. Hablamos del nuevo Cupra Tavascan 100% eléctrico y que pasó por las manos de un piloto y embajador de la marca como Lucas Di Grassi. 


El frío polar que ofrece Laponia es un destino esencial para todos los modelos nuevos que lanza Cupra al mercado, con el fin de asegurar su máximo rendimiento mediante tests en los climas más extremos. El más reciente en pasar por los circuitos helados del norte de Europa ha sido el Cupra Tavascan, que veremos próximamente por las calles.


El frío, el viento, la nieve y el hielo han sido los principales obstáculos a batir, tanto para el Tavascan como para Di Grassi. Un desafío que no ha dudado en aceptar (acostumbrado a viajar a países más "amables" en cuanto al clima), y también ha sido su primera vez al volante del Cupra Tavascan. Pero su involucración ha aportado un plus de experiencia para los tests de invierno, no solo porque ha competido al más alto nivel con coches eléctricos, sino también porque en el pasado fue piloto de pruebas, ayudando a desarrollar tanto monoplazas como neumáticos de competición.


El Cupra Tavascan se ha expuesto a las inclemencias del tiempo en una zona donde las temperaturas pueden llegar a descender por debajo de los -35ºC. Son unas condiciones muy duras, que permiten a los ingenieros de la marca española saber hasta dónde puede llegar el primer SUV 100% eléctrico de la marca (aunque ya sabemos que en los climas más fríos, los coches eléctricos dan algunos problemas).


Han contado con la colaboración de Di Grassi para completar varios de los tests, empezando por el de frenada, donde la superficie combina hielo y asfalto para comprobar la adherencia y el control del conjunto. También ha puesto el coche a prueba en las pistas de aceleración y manejabilidad, ambas sobre un lago congelado habilitado para ingenieros y probadores, concluyendo que le había impresionado lo bien que se puede gestionar el sobreviraje. Al ser un vehículo de tracción total, realmente puedes aplicar la potencia necesaria para controlar el deslizamiento de los neumáticos.


Más de 100 ingenieros de I+D de Cupra llegan a pasar por estas instalaciones confidenciales para completar aproximadamente 1.100 días de ensayos, desde noviembre hasta marzo. Entre ellos, el propio vicepresidente de I+D en Cupra, que ha estado para supervisar el desarrollo del Tavascan de primera mano. El coche se somete a cientos de tests, donde una de las pruebas más exigentes es la de durabilidad, en la que el coche tiene que recorrer 30.000 kilómetros, día y noche, con el fin de monitorizar su comportamiento en general y optimizar su rendimiento. Un trabajo exhaustivo para recopilar datos e información de cara a la puesta a punto final del vehículo.


Di Grassi ha estado muy bien acompañado en todo momento, con el apoyo de los ingenieros e incluso del vicepresidente del I+D de la marca, y lo cierto es que el piloto brasileño ha quedado muy satisfecho con la experiencia, pudiendo estrenarse conduciendo sobre el hielo y la nieve, a la vez que aportaba su feedback. Pero lo que ha destacado por encima de todo han sido las sensaciones que transmite el SUV eléctrico sobre los circuitos helados que Cupra tiene en Laponia.

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