Lo demás es historia: Traveseat 2025 e historia del Seat 600
El 27 de junio de 1957 se matriculaba la primera unidad de un vehículo que se convertiría en el icono de la movilización de España. Sufríamos una autarquía y este coche se basaba en el Fiat 600 de la época, pero más capaz. Y además de que Seat estaba asociada con Fiat, qué casualidad que Franco y Musolinni eran "colegas" y sus empresas compartían información.
Y si hace poco hablamos del Fiat 600, su homólogo el Seat 600 cumplió el gran sueño de conseguir un coche propio a la emergente clase media de finales de los años 50. El “Pelotilla”, como se conoció popularmente al 600 original, con sus puertas, su techo y su calefacción, era un verdadero lujo, a un precio al alcance para muchas familias españolas.
La aceptación fue tan grande que, antes de iniciar la fabricación, la lista de espera ya superaba los dos años. Para dar respuesta a la alta demanda, Seat multiplicó progresivamente la producción, pasando de 40 coches diarios a principios de 1958 a 240 a finales de 1964.
La producción durante el segundo año se multiplicó por seis y a los cinco años, el 23 de julio de 1962, ya se habían fabricado 100.000 unidades del Seat 600. Se trataba del 600 N, la versión “Normal” (no se liaban mucho con los nombres), que se fabricó hasta julio de 1963. En total, se produjeron 131.985 unidades de este primer modelo. Aquel mes de julio, se pasó el relevo al Seat 600 D y se amplió la fábrica de Zona Franca en Barcelona para duplicar la capacidad de producción.
Inicialmente, el 600 contó con un motor de 633 cc de cilindrada y 18/20 CV, que se mantuvo en producción durante seis años. El Seat 600 D, lanzado en 1963, supuso una evolución técnica importante ya que aumentó la cilindrada del motor de cuatro cilindros, situado sobre el eje trasero, de 633 a 767 cm³, lo que elevó la potencia a 25 CV. La denominación “600”, en referencia a la cilindrada original, se mantuvo intacta salvo en la variante de batalla más larga y cuatro puertas, que se llamó Seat 800.
Las “puertas suicidas” (como los Rolls Royce), que se abrían en sentido contrario a la marcha, desaparecieron con el último 600D en 1970, ya que el nuevo modelo, Seat 600 E presentado en 1969, incorporaba las puertas de apertura hacia delante y mejoras como nuevos faros y tapicería. En 1972 llegó la última versión, el 600 L Especial, que ofrecía refinamientos adicionales como asientos más cómodos y un motor con más compresión, nuevo carburador y 28 CV. En todos los casos, la carrocería se mantuvo prácticamente invariable, salvo por el cambio en la orientación de apertura de las puertas.
Cuando llegó el fin de producción del “Pelotilla” el 3 de agosto de 1973, tras 16 años, se habían vendido 794.406 unidades.
Hoy es el día que, como cada año desde hace ya nueve, cuando se acerca el verano, un centenar de pequeños pero valientes Seat 600 se preparan para conquistar las carreteras españolas. Hablamos de la TraveSEAT, el evento que, desde 2016, reúne a coleccionistas y apasionados del mítico utilitario español en una aventura sobre ruedas.
Valientes sí, por la temperatura, por la simplicidad del legendario automóvil, por la fiabilidad de una mecánica del siglo pasado y porque los coches han cambiado tanto en estos años que ponerse a los mandos de un Seat 600 es una experiencia global de regreso al pasado, intensa y apasionante, que solo se entiende si eres un auténtico loco de los coches.
En este 2025 se celebra ya la novena edición de la TraveSEAT, y lo hace fiel a su esencia: cinco días de ruta, algo más de seiscientos kilómetros de recorrido, un ambiente familiar y festivo, y el amor por estos coches que marcaron una época en España. Todo ello organizado de forma desinteresada por un grupo de amigos y colaboradores cuyo único objetivo es disfrutar al volante de este magnífico automóvil que tanto significa para la historia de nuestro país.
Pero la TraveSEAT no es solo una caravana de coches clásicos, es una celebración del espíritu de superación, compañerismo y pasión por el motor de un grupo de apasionados por el Seat 600, que encuentran un gran apoyo año tras año en el departamento de SEAT Históricos, que no solo acompañan la expedición aportando auténticas joyas de museo, sino que también ofrecen asistencia técnica.
En esta edición, desde la Nave A-122 en la Zona Franca de Barcelona, viajarán tres unidades muy especiales: un Seat 600 D descapotable, un Seat 800, la versión de cuatro puertas del “seiscientos”, y una simpática Seat 600 Formichetta, una furgoneta carrozada por Siata. Una bella rareza que llama poderosamente la atención dentro de la caravana. El apoyo técnico liderado por Isidre López, responsable de SEAT Históricos, es una ayuda importante y muchos de los profesionales de esta estructura son capaces de solucionar sobre la marcha averías en tiempo récord para que los propietarios y conductores de Seat no se detengan.
La edición 2025 se desarrollará entre el 25 y el 29 de junio, atravesando espectaculares parajes del País Vasco. El punto de encuentro inicial es Logroño y se visitarán Pamplona, San Sebastián, Bilbao y Vitoria con un peculiar trazado que combina tramos de montaña, pueblos con encanto y ciudades llenas de historia, y entre ellas carreteras que parecen diseñadas a medida para estos pequeños clásicos que arrancan muchas sonrisas a su paso. Un escenario perfecto para disfrutar, compartir anécdotas y revivir el pasado, que es de lo que se trata. La TraveSEAT 2025 es una fiesta sobre ruedas y ya está en marcha (no lo sé, pero igual me paso a ver la "traca final" en Vitoria y os lo cuento). Es una merecida oda a un coche que puso sobre ruedas a España y que hoy sigue despertando admiración allá por donde pasa.
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