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Los sueños más húmedos de Porsche


La marca alemana apuesta por una gran individualización de sus coches. Ninguna otra marca de automóviles defiende la libertad personal y la individualidad como Porsche y últimamente, se está viendo mucho más en sus nuevos modelos. Pero ya en la década de 1950 se materializaron las primeras peticiones especiales de clientes, que sentaron las bases del actual departamento Sonderwunsch y de Porsche Exclusive Manufaktur.


A través de Porsche Exclusive Manufaktur, los clientes disponen actualmente de unas mil opciones predefinidas. Con el programa Paint to Sample se pueden configurar más de 190 colores. En la actualidad, Exclusive Manufaktur tiene a su cargo series limitadas predefinidas y opciones de remodelación, mientras que la reedición del programa Sonderwunsch en 2021 “lleva a otro nivel el amor por el detalle”. Style Porsche ejerce como socio para todos los temas relacionados con la individualización. 


El programa Sonderwunsch permite diseñar equipamientos a medida y elaborar productos únicos. Como ejemplo, cabe citar que los clientes pueden implementar sus propios diseños de llanta o modificaciones en la carrocería. En el caso de los vehículos históricos, la oferta se completa con restauraciones de taller para garantizar la fidelidad al original. El proceso para realizar una pieza única de Sonderwunsch comienza con la idea del cliente, que se la presenta a un asesor de la marca. Tras comprobar la viabilidad se invita a esa persona a una charla sobre el proyecto, en la que los diseñadores y los ingenieros elaboran en conjunto un pliego de condiciones. Todo este proceso puede durar hasta un año. En cuanto el cliente da el visto bueno, comienza el desarrollo y la producción en estrecha cooperación entre diseñadores, ingenieros, mecánicos, tapiceros, carroceros, pintores e historiadores.


Es cierto que puede haber límites por restricciones técnicas o legales, pero Porsche analiza al detalle cada deseo. En este sentido, lo prioritario es la seguridad y la legalidad. Todos los vehículos Sonderwunsch realizados se documentan en el archivo de la empresa para dejar constancia de su exclusividad.


Como directores del proyecto, los clientes asumen un rol principal y pueden seguir de cerca todo el proceso. Mientras algunos se presentan en Porsche con muestrarios o bocetos concretos, otros empiezan con ideas vagas que hay que ir concretando junto con ellos. Muchas veces se incorporan a los proyectos elementos históricos cuando aportan recuerdos emotivos o deseos de diseño tomados del pasado. 


Ferry Porsche siempre vinculó sus coches deportivos con la idea de hacer realidad los sueños y la marca se ha mantenido fiel a esta aspiración hasta hoy. No obstante, la tendencia a la individualización tuvo unos comienzos discretos. La primera pieza personalizada fue el limpiaparabrisas trasero de 1955 para el 356 A Coupé.


Este elemento, que actualmente no parece apenas reseñable, era una opción exótica en una época en la que hasta una radio suponía un extra. Por su parte, los primeros teléfonos para automóviles eran auténticas rarezas. Con el tiempo, la compañía respondió al creciente deseo de individualización ampliando la gama de accesorios, que incluía asientos reclinables, asideros, cuentarrevoluciones o portaequipajes, entre otros.


1962: limpiaparabrisas trasero del 356 B Carrera 2

Alfried Krupp von Bohlen und Halbach, en su 356 A Coupé de 1955 instaló un limpiaparabrisas trasero. En su 356 B Carrera 2 de 1962, el cumplimiento de ese deseo se reveló extremadamente complejo, dado que la luneta era más grande. Para poder montar el limpiaparabrisas y su motor, hubo que taladrarla. Durante los trabajos de montaje se rompieron varios cristales antes de que los mecánicos de Porsche consiguieran su propósito.


Lo que empezó como unas pocas peticiones aisladas se convirtió en una tradición que se ha ido ampliando en las últimas siete décadas. Hoy en día, Porsche atesora una valiosa experiencia en este campo. 


1968: 911 S 2.0 para rallyes

Este 911 se remodeló en 1968 para competir en el Rallye Londres-Sídney, que recorría más de 16.000 kilómetros por Europa, Oriente Medio, Asia y Australia. Para vadear ríos, los tubos de escape se extendían hasta el techo, mientras que el bastidor tubular exterior servía de protección contra posibles vuelcos y colisiones. El apoyo prestado a pilotos que presentaban proyectos a veces inusuales fue uno de los muchos puntos de partida para la fundación del departamento de competición para clientes en 1973.


1975: 917 KH homologado para carretera

Un reto especial fue la conversión de un 917 KH para su uso en la vía pública. El encargo provino del conde italiano y heredero de Martini, durante muchos años patrocinador principal de Porsche en competición. Equipado con retrovisores, intermitentes y silenciador trasero, el coche de carreras se matriculó finalmente en el estado de Alabama, EE. UU., lo que también le permitía circular en Francia, la patria adoptiva del conde. En 1977 se entregó a un cliente alemán un segundo 917 de calle.


1983: 935 “Street”

Ninguna otra producción individualizada del departamento Sonderwunsch marcó tanto una época como la remodelación del 911 Turbo hecha para Mansour Ojjeh, dueño de TAG y cliente de un ambicioso proyecto de motores de Fórmula 1 (TAG turbo). Con capó plano, interior de cuero en color Creme Caramel, pintura exterior Candy Apple y paneles de madera, el 935 “Street” se convirtió en todo un símbolo en los 80,s. La serie limitada que se derivó de esta creación condujo en 1986 a la fundación de Porsche Exclusive (desde 2017, Porsche Exclusive Manufaktur).


Así, en 1968 surgió sobre la base del 911 S 2.0 una versión para el Rallye Londres-Sídney, que supuso un paso adelante para la posterior fundación del departamento de Competición para clientes en 1973. Además de dos coches recién fabricados, se reconvirtió un 911 para adaptarlo a la citada versión de rallye. 


El punto álgido y final de la era del 911 Turbo con capó plano llegó en 1990 con el Turbo 3.3 Cabriolet de un coleccionista de Nueva York, cuya lista de deseos especiales ocupaba 28 páginas. Hasta la fecha se sigue considerando todo un hito en las individualizaciones. Además de un interior con uso extensivo de cuero, este ejemplar único estaba equipado con una capota eléctrica con sensor de lluvia, un motor turbo con inyección Motronic y una caja de cambios de 6 velocidades.


1989: siete 959 personalizados

Un miembro de la familia gobernante de Catar encargó siete Porsche 959 personalizados en el año 1989, dando pie a una de las series limitadas más especiales fabricadas hasta la fecha. Se creó para la ocasión un diseño cromático con diferentes franjas. Colores individualizados como el beige Sahara, el azul Royal o el verde Silk se combinaron con interiores en piel de búfalo en colores a juego y con patrón de rayas. Los tubos de escape también reflejaban la personalidad del cliente, ya que se revistieron con oro de 24 quilates. En los lugares donde habitualmente se sitúa el escudo Porsche, se instaló el emblema familiar dorado, tanto en el capó como en los tapacubos y en el interior.


El director de orquesta Herbert von Karajan, cliente de Porsche, también encargó en 1974 su propia versión del 911 Turbo 3.0. Pintado en color gris plata, fue el único 911 Turbo en el que se utilizó la carrocería ligera del Carrera RS 3.0. Otro ejemplo de personalización muy relevante propuso reconvertir en 1975 uno de los legendarios 917 de resistencia para su uso en carretera.


1997: 911 GT2 (993) Coppa Florio

Con un total de 193 unidades producidas, un 911 GT2 de la generación 993 es ya de por sí un fenómeno excepcional. Sin embargo, este GT2 individualizado por encargo de un cliente es totalmente único, entre otras cosas, porque no hay ningún otro pintado en el tono azul claro Coppa Florio. A esto se suman las llantas Speedline en el mismo color y una tapicería integral de cuero. Los interruptores de las luces, la radio, los retrovisores o incluso la instrumentación están recubiertos de cuero especial rojo Can-Can.


2004: 911 Turbo Cabriolet (996)

A partir de 2004, la iniciativa “most personal car” sirvió para dar a conocer en todo el mundo las individualizaciones de Porsche. Uno de los ejemplos más espectaculares fue el del diseñador de muebles y arquitecto Carlo Rampazzi, que obtuvo el 911 Turbo Cabriolet de sus sueños en color naranja, tanto en el exterior como en el habitáculo. 


2014: Panamera Exclusive Series

La serie limitada a 100 ejemplares hecha en Porsche Exclusive Manufaktur sobre la base del Panamera Turbo S se presentó en 2014 en Los Ángeles. Porsche ofreció por primera vez una pintura bicolor, en la que un negro intenso metalizado contrastaba con el marrón Chester. Cada vehículo se pintó a mano para garantizar la transición de color en las distintas partes de la carrocería. Los asientos y otras superficies interiores se tapizaron con cuero Poltrona Frau en color marrón Chester Ágata. En este coche también se estrenó el Rear Seat Entertainment System Plus con cámara y reproductor de DVD integrados.


1999–2022: 911 Sport Classic y 911 Classic Club Coupé

Con la serie limitada a 1.250 ejemplares del 911 Sport Classic, Porsche Exclusive Manufaktur presentó la segunda de un total de cuatro piezas de coleccionista pertenecientes a la edición Heritage Design. En este 911 se reinterpretaron elementos de diseño, colores y materiales característicos de los años 60 y principios de los 70. Como su predecesor, el 911 Sport Classic, presentado en 2009 y limitado a 250 unidades, la versión de 2022 se inspira en el 911 original y en el 911 Carrera RS 2.7. El 911 Classic Club Coupé personalizado en 2022, una pieza única sobre la base de la generación 996 y parte del entonces recién creado programa Sonderwunsch, se fabricó por encargo del Porsche Club of America y se subastó en un acto benéfico. Este modelo tiene en común con los dos Sport Classic el techo de doble cúpula y el alerón trasero fijo de tipo “cola de pato”, además de las franjas que se extienden por el capó, el techo y dicho alerón.


2023: Taycan Turbo S de “Ding Yi”

Nacido del programa Sonderwunsch a través de una colaboración con el artista chino Ding Yi, este modelo presenta detalles de la obra “Aparición de Cruces 2022-2” tanto en la carrocería como en el habitáculo. El complejo proceso de pintura requirió técnicas muy precisas. Con el color azul de base y la integración de elementos artísticos, la berlina combina estética y tecnología. A Ding Yi, un reconocido representante del arte abstracto contemporáneo, le gusta usar el Taycan Turbo S en Shanghái.


2024: 928 S "Boo"

El departamento Sonderwunsch remodeló un 928 S de 1981 para el cantautor Álvaro Soler. En el habitáculo predomina el cuero en marrón Pampa, mientras que el exterior brilla en el color personalizado amarillo Soler Metalizado. El sistema de sonido está perfectamente adaptado a la posición de asiento y al gusto musical de Soler, para garantizar una experiencia sonora de 360º. Tras finalizar esta pieza única, el equipo de Sonderwunsch sorprendió al músico con algo muy especial, una guitarra pintada en el color del coche con su funda correspondiente, recubierta del mismo cuero que hay en el interior del vehículo.


Hoy, la individualización es más importante que nunca para Porsche. Los clientes esperan la máxima calidad y la oportunidad de añadir un toque personal a su vehículo. Por ello, la empresa desea seguir ampliando el programa Sonderwunsch para individualizar sus deportivos hasta convertirlos en piezas únicas. En perfecta sintonía con el ideal de Ferry Porsche.

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